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Laura Rastrollo y Miguel Ángel Maroto. ¿Mi estado emocional afecta a mi rendimiento cognitivo?

 

«Hoy una amiga me llamó diciéndome que se había caído y estaba en el hospital porque se había roto la cadera. Durante todo el día no paro de darle vueltas a cómo estará, si le dolerá, pensando “pobrecilla, encima sabiendo que sus hijos viven tan lejos, estará sola allí…”.

Por la tarde me ha llamado mi hijo para contarme las reformas que están haciendo en su casa. No recuerdo lo que me ha dicho, estaba distraída y mientras hablaba sentía que no estaba escuchándole.»

 

Nuestras funciones cognitivas no tienen descanso:

  • Necesitamos la atención para leer, cocinar o ver una película
  • El lenguaje para comunicarnos, escribir un mensaje o entender a nuestros familiares.
  • La memoria para recordar el nombre de los objetos que nos rodean o escenas de nuestra vida.
  • La percepción para orientarnos en el espacio o interpretar las formas y colores.
  • Las funciones ejecutivas para hacer cálculos mentales o planificar nuestra conducta…

Constantemente hacemos uso de estas funciones mentales y su eficacia viene determinada por el rendimiento cognitivo.

¿QUÉ ES EL RENDIMIENTO COGNITIVO?

Es la capacidad de nuestro cerebro para utilizar la información disponible y responder a las necesidades que percibe desde el entorno.

Una persona que presenta un alto rendimiento ofrecerá una respuesta más eficaz, utilizando de forma óptima sus funciones cognitivas.

 

¿QUÉ FACTORES INFLUYEN EN NUESTRO RENDIMIENTO COGNITIVO?

Son variados, como el nivel educacional o la experiencia laboral, que se han relacionado con un mejor desarrollo de las funciones.

La edad también influye en el rendimiento: un niño de 4 años no tiene las mismas capacidades que un adulto de 40 o de 80 años.

Como se explicará más adelante, en la edad avanzada las capacidades y habilidades mentales se deterioran de forma progresiva.

 

PERO, ¿QUÉ TIENE QUE VER MI ESTADO EMOCIONAL EN TODO ESTO?

Muchas veces decimos “me he levantado con el pie izquierdo” para justificar haber tenido un “mal día” donde las cosas no salen como nos gustaría.

Esto puede explicarse por el estado emocional.

Las emociones son la base de las relaciones interpersonales que establecemos en nuestra vida. Influyen en nuestras actividades de la vida diaria, en la motivación, la comunicación, la forma de expresarnos, de pensar… es decir, en nuestra calidad de vida.

Dado que todas estas actividades son dirigidas por nuestras funciones mentales resulta lógico vincular las emociones con nuestro funcionamiento o rendimiento cognitivo.

Podemos distinguir dos tipos de emociones:

  1. Las agradables, como la felicidad o la seguridad.
  2. Las desagradables, como el miedo o la tristeza.

Estas últimas han sido las más estudiadas en la bibliografía en cuanto su asociación con el rendimiento cognitivo.

El estrés, ampliamente relacionado con la ansiedad, afecta a las habilidades mnésicas (de la memoria), al aprendizaje, el razonamiento y la atención.

Estas funciones, además, son denominadas “básicas”, pues nos hacen falta para el funcionamiento del resto de capacidades mentales.

Por otra parte, tanto la ansiedad como la depresión son alteraciones emocionales de gran intensidad que interfieren en la funcionalidad diaria del individuo, generando una menor esperanza de vida.

Las emociones agradables, por su parte, también interfieren en el rendimiento, aunque lo hacen de un modo positivo. Los sentimientos de este tipo favorecen un aumento de la motivación, curiosidad e interés, el compromiso con la tarea y un mayor crecimiento personal en todas las etapas evolutivas.

Aunque las emociones modifican el funcionamiento de nuestras capacidades cognitivas, la función que ha sido más estudiada, porque varía de forma contundente con el estado afectivo, es la memoria.

¿RECUERDAS ALGÚN MOMENTO DE TU VIDA DONDE TE SENTISTE MUY FELIZ?, ¿PUEDES RECORDAR UN MOMENTO EN EL QUE SENTISTE MIEDO?

Son muchas las investigaciones que ponen de manifiesto la relación entre los sentimientos y la memoria. Nuestro estado emocional favorece el acceso y la evocación de recuerdos, por eso, cuando estamos tristes recordamos otros momentos de dolor y de tristeza pasados: los recuerdos están relacionados afectivamente.

De la misma forma que los recuerdos pueden evocarse a través de las emociones, las emociones pueden asegurar el mantenimiento de un recuerdo.

Los estados afectivos agradables y desagradables favorecen una mayor eficacia del recuerdo a corto y a largo plazo.

Estudios con adultos en edades avanzadas explican cómo los materiales (fotos, objetos…) que se presentan en un determinado estado emocional (sorpresa o tristeza) son más sencillos de evocar a largo plazo que los materiales presentados en un estado neutro.

ENVEJECIMIENTO Y EMOCIÓN

El proceso de envejecimiento conlleva cambios también a nivel emocional, sobre todo, con altas cargas de estrés debido a la necesidad de adaptarse a los constantes cambios que van apareciendo: aislamiento, enfermedades crónicas, preocupaciones económicas, cambios físicos y deterioro funcional, entre otros.

Cuando el envejecimiento se acompaña de una alteración en las funciones mentales con interferencia en las actividades de la vida diaria, hablamos de un proceso de deterioro cognitivo leve.

Los déficits cognitivos más reportados en el envejecimiento han sido los fallos de memoria.

La información que mejor se conserva es la que se acompaña de una intensidad emocional significativa.

Por su parte, el deterioro se acompaña, en muchas ocasiones, de síntomas depresivos (apatía, tristeza, anhedonia, pérdida de interés), lo que explicaría que personas que presentan un menor rendimiento cognitivo tuviesen una mayor facilidad en el almacenamiento y evocación de información relacionada con emociones desagradables.

De la misma forma, la sorpresa ha mostrado un gran impacto en el mantenimiento de información propia de la memoria declarativa (es decir, la memoria que usas cuando quieres pensar voluntariamente en un recuerdo) en todas las etapas evolutivas.

 

ALZHEIMER Y EMOCIÓN

El Alzheimer, al igual que otras demencias, es un proceso de deterioro que, por sí mismo, genera cambios emocionales. Esta patología produce, entre otras alteraciones, una atrofia de las estructuras del sistema límbico, ampliamente relacionado con la afectividad.

Las personas con enfermedad de Alzheimer, habitualmente, presentan apatía, depresión y/o ansiedad, emociones que se vinculan a una disminución del rendimiento cognitivo y funcional del sujeto. Estas alteraciones producen aislamiento social, disminución en la realización de actividades gratificantes, deterioro del área social y un menor cuidado del aseo personal.  Debido a las implicaciones que tienen estas emociones en las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria, muchos estudios coinciden en que favorecen el deterioro y el rápido avance de la enfermedad.

¿QUÉ PUEDO HACER PARA GESTIONAR MEJOR MIS EMOCIONES?

La gestión emocional resulta fundamental para evitar, en la medida de lo posible, la interferencia de nuestras emociones en el rendimiento cognitivo.

Es necesario poder identificar las emociones que sentimos:

  • ¿La culpa y la responsabilidad son iguales?
  • ¿Qué sientes en tu cuerpo cuando te enfadas?

Estas son preguntas que quizás nunca te has hecho, pero has convivido toda tu vida con esas emociones. Todas las emociones tienen una función: darnos un aviso sobre lo que estamos viviendo, fuera o dentro de nosotros mismos.

Es normal que a veces nos sintamos tristes, no pasa nada por estarlo, pero es importante que también nos permitamos poder estar mejor. Te explicamos cómo:

  • Haz alguna actividad que te guste. La emoción desagradable ya genera de por sí un impacto negativo sobre ti, ¡no te castigues! Te mereces sentirte bien. Todos tenemos algún hobby que disfrutamos, ¿Por qué no hacerlo ahora?
  • Llama a algún amigo/a o familiar y cuéntale cómo te encuentras. El desahogo es fundamental para una buena gestión emocional, necesitamos “ventilar” cómo nos sentimos.
  • Escribe un diario. Cuando no podemos desahogarnos con otros, uno mismo puede buscar otras herramientas. La escritura es una herramienta de gestión emocional y cognitiva en sí misma ya que no incluye únicamente un desahogo donde plasmar cómo nos sentimos, sino que requiere una planificación de la información, una buena destreza gráfico-motora y una estimulación de las áreas lingüísticas.
  • Date tiempo. Hay días que, a pesar de hacer todo esto, seguimos teniendo un gran malestar y no pasa nada. La frustración es la peor enemiga del correcto desempeño cognitivo: tómate el tiempo que necesites y haz descansos.
  • Rutinas de ejercicio físico. El ejercicio físico tiene mucho impacto sobre nuestras emociones ya que generan grandes cantidades de moléculas en nuestro cerebro que nos hacen sentirnos bien. Aumenta nuestra autoestima, nuestra fuerza y rendimiento físico y favorece el descanso. Debe realizarse siempre adaptado a las necesidades de cada uno.

 

¿QUIERES SABER MÁS?

Estimulación cognitiva para activar tu cerebro

 

BIBLIOGRAFÍA

  • Flores, M. J., Ortega, M. C. y Sousa, C. (2019). El envejecimiento activo y la inteligencia emocional en las personas mayores. Familia, 57, 125-137.
  • Garín, M. B., Briones, A. y Ballesteros, S. (2013). Programa combinado para mejorar el estado emocional y prevenir el deterioro cognitivo de adultos mayores institucionalizados. Información psicológica, 106, 41-53.
  • Ríos-Flórez, J. A., Escudero-Corrales, C. y Bautista-Ortiz, L. Y. (2017). Influencia de las emociones sobre los procesos de memoria declarativa en el Deterioro cognitivo Leve. Katharsis, 25, 3-21.

Beatriz Quero García y Miguel Ángel Maroto.

¿Es hora de dejar el volante? Riesgos y desafíos de la conducción en personas con deterioro cognitivo leve.

 

¿DEBERÍA UNA PERSONA CON DEMENCIA DEJAR DE CONDUCIR?

¿Cómo podemos saber si aún puede hacerlo de forma segura? ¿Qué riesgos y desafíos presenta la conducción en estas condiciones?

La conducción es un símbolo de independencia y autonomía, pero para aquellos que sufren de trastornos cognitivos o demencia puede suponer un riesgo significativo. En este artículo abordaremos estas preguntas para ofrecer información práctica que ayude a tomar decisiones informadas y responsables.

Conducir es una actividad compleja que requiere una serie de habilidades cognitivas y motoras para responder rápida y adecuadamente a las situaciones impredecibles que puedan ocurrir en la carretera. Las personas con demencia pueden experimentar cambios en su forma de procesar la información, en la memoria o en la coordinación de movimientos que pueden aumentar el riesgo a sufrir un accidente de tráfico, poniendo en peligro su integridad física y la de otros.

SEÑALES QUE PUEDEN INDICAR QUE SU CONDUCCIÓN SE HA VUELTO PELIGROSA

Tener un diagnóstico de demencia, ¿implica necesariamente que la persona deba dejar de conducir de forma inmediata? La naturaleza y gravedad de la enfermedad varían entre individuos y a lo largo del curso de la misma. Sin embargo, es importante que los cuidadores presten atención a ciertas señales que pueden indicar que su ser querido corre el riesgo de conducir de forma peligrosa:

  • Tener olvidos recurrentes de eventos recientes.
  • Sufrir cambios en el estado de ánimo.
  • Tener dificultades para realizar más de una tarea a la vez.
  • Tener problemas para estimar las distancias o la velocidad.
  • Perderse en rutas familiares.
  • Ralentización en sus reacciones.
  • Conducir de forma excesivamente lenta o haciendo detenciones innecesarias o en lugares inadecuados sin motivo aparente.
  • Ignorar o interpretar incorrectamente las señales de tráfico.
  • Tomar decisiones arriesgadas en la conducción.
  • Desviarse del carril.
  • Mostrar inquietud durante la conducción.
  • Tener dificultades para estacionar.
  • Confundir los pedales.

¿PUEDE SEGUIR CONDUCIENDO?

En España para obtener el permiso de conducir es necesario realizar un test psicotécnico que determina si posees las capacidades necesarias para conducir de manera segura y responsable. Este test consiste en una prueba psicomotora aprobada por el Ministerio de Salud. En él se realizan varias preguntas sobre la salud física y psíquica del individuo. Además, se realizan distintas pruebas de coordinación y movimientos, para ver el estado del sistema motriz, y, por último, una prueba oftalmológica.

En España el carné de conducir debe renovarse cada 10 años, sin embargo, a partir de los 65 años este periodo de vigencia se reduce a los 5 años. Adicionalmente, las personas diagnosticadas con trastornos cognitivos o demencia sufrirán una limitación en los años que deben renovar el permiso e incluir una evaluación médica y psicotécnica.

Si crees que un familiar o ser querido muestra alguna de las señales mencionadas anteriormente y, o bien no está diagnosticado con demencia, o no le toca renovar el permiso, existen evaluaciones cognitivas para conductores (DAB) vía online, que pueden ser una herramienta muy útil para evaluar si tiene las capacidades cognitivas y actitudes necesarias para una conducción eficiente.

El DAB consta de varias tareas neuropsicológicas digitalizadas, es apto tanto para jóvenes como para adultos o mayores y su duración es de entre 30 y 40 minutos. Es importante destacar que este test sirve para obtener información personal, pero en ningún caso sustituye el examen de conducción o el psicotécnico.

¿CÓMO LE DIGO QUE NO ES SEGURO QUE SIGA CONDUCIENDO?

Uno de los mayores desafíos a los que se expone un cuidador en estos casos es comunicar a un ser querido con demencia la necesidad de que deje de conducir.

En el caso ideal, puede ser consciente de sus problemas y entender la situación y los beneficios de dejar de conducir, incluso llegando a ser quien lo proponga. Por contra, puede sentirse atacado y percibir que le están quitando su independencia y, por ende, negarse a dejar de conducir.

Estos son algunos consejos que los cuidadores pueden seguir para facilitar esta conversación tan complicada:

  1. Empatizar con ellos y validar sus sentimientos, sin dejar de mantener la firmeza sobre la urgencia de dejar de conducir.
  2. Disminuir al mínimo el uso que hace el individuo del coche, pudiendo ser los familiares quienes se ofrezcan a llevarle o animándole a buscar nuevas alternativas de trasporte, manteniendo así su autonomía.
  3. No abordar la conversación abruptamente, sino ir mencionando el tema poco a poco para evitar que le tome desprevenido.
  4. Destacar los aspectos positivos de abandonar la conducción, como por ejemplo los gastos.

No obstante, hay ocasiones en las que a pesar de todo esto el paciente se sigue negando a dejar de conducir. En estos casos es posible que se tenga que llegar a tomar decisiones drásticas como retirarles las llaves del vehículo o incluso venderlo, si es posible.

Una vez expuestas las posibilidades que tenemos para que nuestro ser querido abandone la conducción, es fundamental destacar la importancia de que no abandone actividades placenteras que solía hacer o eventos sociales a los que solía asistir por las dificultades de desplazamiento o por sentirse una carga por necesitar que otra persona les lleve.

Debemos tratar de recordarle que no es una molestia ayudarle, porque aunque los cuidadores o familiares puedan tener esto claro, es un pensamiento que puede ser recurrente en ellos.

CONCLUSIONES

La conducción en personas con problemas cognitivos o demencia es un tema delicado.

Aunque la pérdida de independencia puede ser algo difícil de aceptar, la seguridad debe ser la prioridad. Por ello es fundamental hacer evaluaciones periódicas de su capacidad de conducción y valorar posibles alternativas de transporte, si fuese necesario. Aunque resulte complicado, son conversaciones que debemos afrontar con nuestro ser querido, pero siempre tratando de abordarlas con la mayor empatía y respeto posibles. Y recuerde, buscar la seguridad de un ser querido es una demostración de amor y no algo por lo que sentirse culpable.

 

“La seguridad de nuestros seres queridos es una responsabilidad que nunca termina, pero que nos da el propósito y la satisfacción de saber que estamos haciendo todo lo posible para protegerlos”.

– Barack Obama.

 

¿QUIERES SABER MÁS?

¡No sé dónde he puesto la cabeza!

 

BIBLIOGRAFÍA

Evelyn Segovia y Miguel Ángel Maroto. Estimulación cognitiva para activar tu cerebro.

 

¿QUÉ LE PASA A TU CEREBRO CUANDO TE HACES MAYOR?

Todos sabemos que nos cuestan más ciertas funciones a medida que envejecemos:

  • Procesamos la información más lentamente.
  • Nos es más difícil mantener la atención.
  • Algunos procesos de la memoria se ven afectados.
  • Nos cuesta más llevar a cabo las funciones ejecutivas.

Pero el declive en las funciones cognitivas no es ni generalizado ni global. Hay algunas funciones se van deteriorando a lo largo de la vida adulta, otras se mantienen hasta fases de la vida tardías y hay otras que, incluso, pueden mejorar con el paso del tiempo.

 

¿QUÉ INFLUYE EN EL DETERIORO DE LAS FUNCIONES COGNITIVAS?

Puede ser producto del envejecimiento normal o debido a enfermedades como la demencia, lo que supone un deterioro más notable.

Este declive no exclusivo del proceso de envejecimiento centrado en lo biológico, sino que depende de otros aspectos como el contexto social, familiar y ambiental y, sobre todo, de los niveles de estimulación que cada persona recibe. Es decir, se sabe que quienes reciben poca estimulación del entorno pueden sufrir un declive precoz de las facultades mentales mientras que ocurre lo contrario en personas que han sido expuestas a óptimas estimulaciones sensoriales. Es decir, a mayor estimulación cognitiva, mayor autonomía.

¿QUÉ ES LA ESTIMULACIÓN COGNITIVA?

Es un tratamiento que contribuye a la prevención y/o ralentización del deterioro cognitivo. Es decir, es útil tanto a personas mayores que quieran adelantase y prevenir el deterioro cognitivo como a quienes ya lo sufren.

¿EN QUÉ CONSISTE?

Son ejercicios y actividades para mantener y mejorar las capacidades mentales.

¿CÓMO NOS AYUDA?

Mejora la calidad de vida de quienes la practican. Hay un concepto llamado “actividades de la vida diaria (AVD)” (comer, asearse, relacionarse con los demás, mantener la casa…) muy relacionado con la atención, la memoria y la comprensión y orientación temporal y espacial. Si se trabajan estas áreas, el día a día de la persona se ve beneficiado.

¿POR QUÉ FUNCIONA?

Porque la cognición es entrenable. Mantén activo tu cerebro y lo estarás potenciando. Estimula tu intelecto con la lectura, las relaciones sociales, realizar actividad como crucigramas, ejercicios matemáticos….

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE TAMBIÉN PARA LA SOCIEDAD?

La estructura poblacional de España está envejeciendo: disminuyen las tasas de natalidad y aumenta la esperanza de vida. Esto conlleva un aumento de la demanda sanitaria de la población de edad avanzada, sobre todo en aquellos casos de incapacidad e independencia.

EN PERSONAS CON DEMENCIAS, ¿POR QUÉ ELEGIR LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR EN VEZ DE SOLO LOS FÁRMACOS?

El tratamiento enfocado únicamente en lo farmacológico tiene un beneficio limitado: se centra en la bioquímica del cerebro pero no entra en áreas clave para el ser humano, como son la vida social y familiar. El enfoque integral resulta mucho más completo.

 

 

¿QUÉ MEJORAMOS CON LA ESTIMULACIÓN COGNITIVA?

  • Nuestra memoria: conservar ideas, recuerdos, hechos…
  • Nuestra orientación y atención: son esenciales para poder aplicar el resto de las funciones cognitivas. Cuando se produce una alteración en la atención el paciente se distrae más, es más fácil que se despiste y que tenga respuestas inmediatas inapropiadas. En los casos de deterioro atencional más avanzados se verán primero síntomas desorientación temporal y posteriormente la desorientación espacial.
  • Nuestras funciones ejecutivas frontales: mantener conductas sociales apropiadas y sin respuestas impulsivas. También se asocia a la capacidad de autocuidado. Estas funciones se llaman así porque se ubican en el lóbulo frontal del cerebro.
  • Nuestro lenguaje: lenguaje de todo tipo (hablado, habla espontánea, denominación de objetos o situaciones, comprensión, repetición, expresión escrita y lectura comprensiva).
  • Nuestro cálculo: la capacidad para escribir, leer y comprender los números y además realizar cálculos aritméticos.
  • Las praxias: realizar ciertos movimientos tanto en extremidades inferiores como superiores, movimientos bucofaciales…

 

EN CONCLUSIÓN, ¿QUÉ PODEMOS CONSEGUIR CON LA ESTIMULACIÓN COGNITIVA?

  • Promover e incentivar las habilidades intelectuales como la atención, la memoria, las funciones ejecutivas y el cálculo.
  • Preservar y aumentar la autonomía en las actividades de la vida diaria.
  • Crear de un entorno rico en estímulos que promueva el razonamiento y la actividad motora.
  • Mejorar las relaciones interpersonales de nuestros mayores.

En definitiva, según López, López y Ariño:

La estimulación y el entrenamiento de habilidades cognitivas pueden mejorar el estado de ánimo y prolongar el período de autonomía del paciente, consiguiendo un aumento de su autoestima y asertividad”

 

¿QUIERES SABER MÁS?

¿Mi padre está triste o empieza a sufrir deterioro cognitivo?

 

BIBLIOGRAFÍA

  • Cosio, N., Núñez, J. y Gómez, J. (2012). Atención y Memoria aplicada al aprendizaje de la Armonía.
  • http://repository.unac.edu.co/bitstream/handle/11254/390/Trabajo%20de%20grado.pdf?sequence=1&isAllowed=y
  • Jara, M. (2007). La estimulación cognitiva en personas adultas mayores. Revista Cúpula.  4-9. https://mundoasistencial.com/documentacion/guias-estimulacion-cognitiva/estimulacion-cognitiva-personas-adultas-mayores.pdf
  • Tomado de: https://asociacioneducar.com/neuroplasticidad-redes-hebbiana
  • Martínez Rodríguez, T. Las intervenciones no farmacológicas en las demencias. IX Reunión de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Castilla y León. Revista Geriatrika, 2002; 18(7): 20-2
  • Madrid Ochoa, C. (2018). Implementación del departamento de psicogerontología en la fundación Santa Rita de Casia basado en el modelo de intervención psicogerontologico integral. Johanna Balaguera. file:///C:/Users/evely/Downloads/digital_36855.pdf

 

Liliana Helena Fernández y Miguel Ángel Maroto-El síndrome del cuidador quemado.

 

Ana es un ama de casa de 58 años. A su esposo, Mateo, le diagnosticaron Alzheimer hace unos 5 años. Su enfermedad ha llegado a un punto en que no puede dejarle solo en casa.

Así que Ana ahora tiene varias cargas: los quehaceres del hogar; cocinar para sus tres hijos, ya emancipados, pero que vienen a comer un par de días por semana (y se llevan tápers de mamá) y quedarse en casa cuidando de Mateo todo el día.

Ya no va a sus clases de teatro, ni a jugar a las cartas con sus amigas. Necesita estar pendiente de su marido por si tiene que ir al baño, comer o es la hora de tomar sus medicinas.

Lo más cercano a dar un paseo es caminar a toda prisa para hacer la compra una vez por semana.

Últimamente, Ana se siente cada vez más cansada, le cuesta conciliar el sueño por las noches y levantarse por las mañanas y tiene cambios de humor constantes. Cuando se ve en el espejo apenas se reconoce. Sufre un dolor de cabeza constante.

Lo peor es que comienza a sentir culpa porque a veces se enfada con su esposo por depender tanto de ella.

 

 

¿TE RESULTA FAMILIAR?

Ana está mostrando síntomas del síndrome del cuidador quemado.

Si tienes a una persona bajo tu cuidado la mayor parte del día, esta lectura te interesa.

 

¿QUÉ ES EL SÍNDROME DEL CUIDADOR QUEMADO?

También conocido como fatiga por compasión, trabajador cansado (o “burnout” en inglés) es un síndrome muy frecuente en personas que tienen asignado el rol de cuidar de una persona dependiente.

 

¿QUÉ LO ORIGINA?

Una mezcla de factores, entre ellos: mantener altos niveles de estrés por un periodo prolongado de tiempo; la represión de emociones junto con la falta de espacios para descargarlas; y la fatiga física y mental.

 

¿A QUIÉN LE SUCEDE?

Es más común en cuidadores que son familiares de la persona dependiente, porque, por lo general, no cuentan con la formación adecuada a nivel emocional, físico ni médico para las responsabilidades que ejercen.

También influye que muchas veces se convierten en cuidadores por necesidad (no hay nadie más que pueda cuidar de la persona dependiente ni tampoco hay medios económicos para contratar a una tercera persona) y, de pronto, se encuentran cuidando al familiar a la par que mantienen muchas otras responsabilidades propias de su día a día.

 

¿CÓMO SABER SI LO SUFRES?

Sueles sentir…

  • Cansancio constante.
  • Sentimientos de enfado, tristeza y/o frustración.
  • Cambios de humor frecuente.
  • Manifestaciones psicosomáticas (trastornos intestinales, insomnio, gastritis, falta de apetito o atracones de comida, dolor de cabeza…)
  • Actitudes negativas hacia la persona que estás cuidando.
  • Sentir que la situación te desborda.
  • Sentir soledad.
  • Estar irritable.
  • Tener baja autoestima.
  • Sensación de despersonalización…

 

La intensidad con la que se presenta el síndrome varía según las herramientas de afrontamiento con las que cuentes yel apoyo dentro de tu red familiar.

No todos somos iguales. Algunas personas podrán gestionar sus emociones y frustraciones de forma más exitosa que otras.

Sin embargo, debemos tener en cuenta que, cuando una persona desarrolla la fatiga por compasión, tiende a dejarse a sí misma de lado, desconectando de sus necesidades tanto físicas como emocionales a la vez que desarrolla (la mayoría de las veces de forma inconsciente) un lazo de codependencia con el enfermo a su cargo.

 

¿QUÉ HAGO SI SUFRO ESTE SÍNDROME?

Si te sientes identificado con buena parte de estos síntomas puede ser una señal para dedicar un momento a escuchar a tu cuerpo, tomar un descanso, respirar y recargar energía.

 

PRUEBA DE ZARIT

Compartimos contigo la versión reducida de la prueba de Zarit.

Es una herramienta diseñada para medir el nivel de carga que soporta un cuidador.

Por sí sola no es un indicador inequívoco de padecer el síndrome del cuidador quemado pero sí podemos usarla como guía para aprender cómo nos sentimos.

¡Vamos a ello! Contesta a las preguntas con la siguiente puntuación:

  • Nunca: 1 punto
  • Casi nunca: 2 puntos.
  • A veces: 3 puntos.
  • Frecuentemente: 4 puntos.
  • Casi siempre: 5 puntos.

 

  1. ¿Sientes que,  a causa del tiempo que dedicas a tu familiar/paciente, ya no tienes tiempo suficiente para ti mismo?
  2. ¿Te sientes estresado al tener que atender a tu familiar/paciente y tener además que atender a otras responsabilidades?, ¿crees que la situación actual afecta a tu relación con amigos u otros miembros de tu familia de forma negativa?
  3. ¿Te sientes agotado cuando tienes que estar junto a tu familiar/paciente?
  4. ¿Sientes que tu salud se ha visto afectada por tener que cuidar a tu familiar/paciente?
  5. ¿Sientes que has perdido el control sobre tu vida desde que la enfermedad de tu familiar se manifestó?
  6. En general, ¿te sientes muy sobrecargado al tener que cuidar de tu familiar/paciente?

 

 

¿QUÉ RESULTADO HAS OBTENIDO?

Suma las puntuaciones. Si la suma es igual o mayor a 17, podría indicar que estás teniendo una sobrecarga emocional.

Y ahora,  ¿qué puedo hacer?

Una buena opción sería pedir ayuda a otros familiares para repartir la carga de trabajo de forma equitativa. Si esto no es posible, reservar un tiempo donde la oportunidad de recibir apoyo emocional. Con la tecnología actualmente es muy sencillo: puedes hacerlo también on line desde casa.

Además, reserva un tiempo a la semana para tener momentos de esparcimiento y relajación.

 

¿QUÉ PUEDES HACER PARA EVITAR EL SÍNDROME DEL CUIDADOR QUEMADO?

1.-Establecer horarios de trabajo, delegar tareas y/o hacer turnos con otros cuidadores.

2.-En la medida de lo posible, promover la independencia en ciertas áreas del paciente.

3.-Coger un tiempo de descanso y realizar actividades recreativas, manteniendo relaciones sociales con amigos.

4.-Asistir a terapia psicológica o de apoyo emocional.

5.-No automedicarse.

6.-Tener clara la enfermedad de la persona dependiente y mantener expectativas realistas sobre su evolución.

7.-Hablar o escribe sobre tus sentimientos: permíteles fluir.

8.-Comer de forma equilibrada. Nutrir el cuerpo es esencial para tener encontrarte bien.

9.-Establecer límites físicos y emocionales. No eres invencible.

10.-Pedir ayuda a las personas cercanas cada vez que sea necesario.

 

 

PARA SER UN BUEN CUIDADOR PRIMERO TE DEBES CUIDAR A TI MISMO.

Si tú tienes o crees que alguien que conoces puede tener el síndrome del cuidador quemado, pide ayuda.

Hay muchos recursos: desde ayudas públicas hasta empresas que te puede ayudar a gestionar el cuidado de tu familiar y tener así un espacio para tu descarga emocional. En Ahora Centros estamos para ayudarte:

  • Mientras tu familiar está en terapia tendrás tiempo para ti.
  • Y en nuestros grupos de cuidadores te enseñaremos a velar mejor por tu familiar. Y, aunque creas que estás solo, conocerás personas que están viviendo lo mismo que tú.

 

¿QUIERES SABER MÁS?

Herramientas prácticas para cuidadores: convivencia en casa. 

 

BIBLIOGRAFÍA

Lashera, M., et al. (2004). Atención integral a las personas cuidadoras de pacientes dependientes (1.ª ed., p. Comunidad de Madrid). Madrid. Recuperado de https://www.comunidad.madrid/sites/default/files/doc/sanidad/chas/atenci-n_a_la_persona_cuidadora_protocolo_completo.pdf

Laura Días y Miguel Ángel Maroto- Las 6 claves de la estimulación cognitiva.

 

Si tienes un familiar con deterioro cognitivo, te resultará conocido este concepto: estimulación cognitiva.

¿Sabes en qué consiste y por qué es tan beneficioso para los pacientes? Vamos a aprender más:

  1. En palabras sencillas, ¿qué es la cognición?

Es la capacidad de una persona para desenvolverse en la vida satisfactoriamente y sin dificultad, es decir:

  • Saber resolver de forma correcta los problemas y situaciones que se presentan a diario.
  • Conseguir objetivos personales.
  • Aprender, y no sólo en el sentido de estudiar, sino en el de adquirir “sabiduría” y conocimientos en el día a día. Y, después, recuperar esos conocimientos para poder usarlos.

 

 

  1. ¿Qué es el deterioro cognitivo y qué tiene que ver con la edad?

El envejecimiento conlleva un decaimiento gradual de las capacidades físicas y mentales. La evidencia científica afirma que los procesos de nuestro cerebro se vuelven menos eficientes en las personas mayores pero, ¿cuál es el motivo para que eso ocurra?

  • Aunque la experiencia con los años es mayor, nuestro cerebro procesa la información más lentamente.
  • Además, la memoria también se puede ver afectada con la edad.

Como consecuencia, algunos adultos mayores sufren diferentes patologías que se asocian al término ‘deterioro cognitivo’.

 

  1. ¿Es cierto que hay más deterioro cognitivo que nunca?

El aumento de la prevalencia (frecuencia) del deterioro se relaciona con el envejecimiento progresivo de la población. A más personas mayores, mayor cantidad de pacientes que lo sufren.

Esto ha fomentado desde hace años la búsqueda y creación de nuevos tratamientos que contribuyan a su prevención (si la persona no lo sufre) o su ralentización (si ya han aparecido los síntomas).

En los últimos años ha adquirido especial relevancia la aplicación de terapias no farmacológicas en el cuidado de los mayores. Y entre ellas, una de las más importantes son los talleres de estimulación cognitiva.

 

 

  1. ¿Qué beneficios tiene la participación en los talleres de estimulación cognitiva?
  • Mejora de la autonomía de la persona mayor en sus actividades diarias.
  • Mayor interacción social con personas que también buscan mantener su mente activa.
  • Mayor motivación en las personas mayores para participar en actividades sociales que les permitan sentirse involucrados y activos dentro de la comunidad.
  • Mejora de la calidad de vida debido al incremento de las capacidades cognitivas.
  • Mantenimiento de los cambios cognitivos que se obtienen tras la participación en talleres de estimulación cognitiva.

La relevancia de estas actividades reside en la necesidad de preservar y/o incrementar las capacidades cognitivas con la finalidad de mantener la mente activa y prevenir la posible aparición de déficits.

Por ello, se debe tener en cuenta que una de las causas que producen este decrecimiento de las competencias cognitivas se debe a la disminución de la participación de las personas mayores en actividades de su vida diaria, valorando la importancia de mantener una vida activa y una rutina diaria que permita el incremento de la sensación de bienestar de la persona mayor.

 

 

  1. ¿Qué consigue la estimulación?

Un taller de estimulación cognitiva tiene como finalidad principal el entrenamiento de las diferentes funciones cognitivas de la persona, por ejemplo:

  1. Orientación: capacidad que permite tomar conciencia de uno mismo y del contexto en el que se encuentra en cada momento.
  2. Atención: capacidad de producir, orientar y mantener el estado de activación adecuado para conseguir un correcto procesamiento de la información.
  3. Funciones ejecutivas: actividades mentales complejas. Son esenciales para la planificación, organización y evaluación, entre otros, del comportamiento para la correcta adaptación al entorno. Entre estas funciones se encuentran el razonamiento, la memoria de trabajo y la toma de decisiones.
  4. Cognición social: el conjunto de procesos de carácter cognitivo y emocional que permite a la persona interpretar, analizar, recordar y emplear la información sobre el entorno social (familia, amigos, conocidos…)
  5. Memoria: capacidad de codificación, almacenamiento y recuperación de información previamente aprendida de manera efectiva. Entre los tipos de memoria se distinguen la episódica, la semántica y la procedimental.
  6. Lenguaje: función que permite el desarrollo de los procesos de simbolización. Entre los procesos que los componen se encuentran la comprensión, la fluidez, la escritura y el vocabulario.
  7. Praxias: las habilitades motoras que han sido adquiridas con anterioridad y que ayudan en la consecución de un plan u objetivo.
  8. Gnosias: la capacidad que tiene el cerebro en el reconocimiento de la información que ha sido aprendida previamente. Entre esta información se encuentran objetos, personas y/o lugares que han sido aprendidos a través de los sentidos.
  9. Habilidades visoespaciales: grupo de funciones cognitivas que permiten el análisis y la comprensión del espacio.

 

 

  1. ¿Qué evidencia científica hay?

Existen estudios, como el realizado por Eckroth-bucher y Siberski (2009), que respaldan la idea de que la estimulación constante de las diferentes funciones cognitivas como la memoria, el lenguaje, la cognición social y la atención entre otras puede ser potencialmente útil para prevenir y ralentizar el deterioro cognitivo que se encuentra asociado al envejecimiento.

En Ahora Centros somos expertos en estimulación cognitiva. Realizamos terapias tanto a nivel preventivo como para personas con deterioro. ¡Contacta con nosotros para más información!

 

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BIBLIOGRAFÍA

  • Eckroth-Bucher, M., & Siberski, J. (2009). Preserving cognition through an integrated cognitive stimulation and training program. American Journal of Alzheimer’s Disease & Other Dementias®, 24(3), 234-245.
  • Madrigal, L. M. J. (2007). La estimulación cognitiva en personas adultas mayores. Revista cúpula, 4-14.
  • Niederstrasser, N. G., Hogervorst, E., Giannouli, E., & Bandelow, S. (2016). Approaches to cognitive stimulation in the prevention of dementia. J Gerontol Geriatr Res S, 5, 2.
  • Rodríguez, J. G., & Gutiérrez, G. G. (2017). Definición y prevalencia del deterioro cognitivo leve. Revista española de Geriatría y gerontología, 52, 3-6.
  • Rozo, V., Rodríguez, O., Montenegro, Z., & Dorado, C. (2016). Efecto de la implementación de un programa de estimulación cognitiva en una población de adultos mayores institucionalizados en la ciudad de Bogotá. Revista Chilena de Neuropsicología, 11(1), 12-18.
  • Ventura, R. (2004). Deterioro cognitivo en el envejecimiento normal. Revista de psiquiatría y salud mental Hermilio Valdizán, 5(2), 17-25.

 

Elsa Fernández y Miguel Ángel Maroto-Terapias no farmacológicas: Libro de Memorias. 

 

Todos tenemos acontecimientos importantes en nuestra vida: los amigos de la infancia o juventud, el día de tu boda, el nacimiento de los hijos, aquel viaje estupendo…

Un «Libro de memorias» repasa las vivencias más intensas y bonitas de una persona.  Es una herramienta muy útil para un paciente de Alzheimer o de otras demencias.

 

¿Cómo se hace el libro?

Con ayuda de un terapeuta o un familiar para que vaya guiando al paciente.

 

¿En qué ayuda al paciente?

Este libro le estimulará mientras lo elabora, recordando todo lo vivido, pero también después.

Cada vez que lo abra, será de gran ayuda para rememorar su pasado.

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Crucigramas y sopas de letras son un entretenimiento de toda la vida, pero…

  • ¿Y si no fueran simples «pasatiempos»?
  • ¿Y si ese tiempo invertido estuviera, en realidad, muy bien aprovechado?
  • ¿Y si gracias a los crucigramas estuviéramos obteniendo un cerebro más ágil y joven?

Miguel Ángel Maroto nos habla hoy sobre los beneficios de estas actividades en ABC Bienestar.

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Estos son los beneficios de hacer crucigramas

 

 

Ada Inés Simmonet Conde y  Miguel Ángel Maroto Serrano-Hay atajos para la felicidad y el baile es uno de ellos.

 

BENEFICIOS DE LA DANZA EN PERSONAS CON DEMENCIA.

Tradicionalmente, los tratamientos para las demencias (Alzheimer u otras) se han venido centrando en el uso de fármacos. Sin embargo, esta tendencia está cambiando: actualmente se conoce el alto valor que los tratamientos que ven a la persona como un todo pueden aportar a los pacientes con demencia.

Las personas somos un todo, una suma holística de nuestros procesos físicos, emocionales, sociales y cognitivos (Kitwood, 1997).

Hay una creciente literatura cinetífica que respalda la aplicación de las terapias artísticas en personas con demencia. ¿Por qué? Porque estas terapias, además de reducir el riesgo de demencia y ralentizar la enfermedad, son un medio de conexión entre personas (Palo-Bengtsson, 2002; Verghese, 2003; Hayes, 2011; Vink, 2011).

¿QUÉ ES LA DANZA-MOVIMIENTO TERAPIA?

Tras este nombre tan largo  tenemos un concepto sencillo: la terapia que utiliza el movimiento como medio para comunicarnos.

La Danza-Movimiento Terapia (DMT, para abreviarlo) es una especialidad en psicoterapia que utiliza la creatividad que todos tenemos. Veamos cómo describen esta terapia los especialistas:

  • Esta terapia busca la integración cuerpo-mente del individuo (Bernstein, 1979; extraído de Panhofer, 2005).
  • El movimiento y la danza son un medio para lidiar con los conflictos emocionales o psicológicos.
  • Todo movimiento corporal puede provocar cambios en la mente. Es decir, tenemos dos beneficios a la vez: promovemos la salud y el crecimiento personal.

(Extraído de la Asociación Española de profesionales en Danza Movimiento Terapia).

 

¿QUÉ BENEFICIOS TIENE LA DMT PARA LA DEMENCIA?

Cuando la ponemos en marcha toma se convierte en una importante herramienta para los pacientes: mejora su percepción corporal, su empatía y su sensibilidad ante aspectos no verbales, tanto de la relación con otras personas como con el ambiente (Hill, 2008).

Ayuda a retrasar el deterioro cognitivo, mejorar el estado de ánimo y aumentar la interacción social debido a:

  • El uso del movimiento, siendo a la vez ejercicio y baile.
  • El uso de la música.
  • La relación terapéutica.
  • Sus beneficios específicos.

(Karkou y Meekums, 2017).

 

MEJORAS FÍSICAS.

La DMT utiliza el cuerpo y fomenta el movimiento entre participantes, así que genera cambios fisiológicos asociados a la práctica de ejercicio. Tiene  efectos positivos a nivel físico y en la cognición (Colcombe, 2003).

Ciertas formas de baile, como el tango, pueden incluso mejorar los síntomas de los pacientes con Parkinson, en especial el equilibrio y la marcha (Hackney, 2007; Hackney, 2010).

De hecho, el tango tiene muchos elementos en común con la DMT como movimientos iniciales y finales, rango de velocidades, variación rítmica… (Hackney, 2010).

¡

ALGUNOS CONCEPTOS TÉCNICOS

Lo que diferencia a la DMT del baile es el establecimiento de una buena relación terapéutica.

¿Qué es la relación terapéutica? Una forma de psicoterapia que puede ser un agente clave para el cambio (Norcross, 2011; Macaskie, 2012). El término embodiment es utilizado en la psicoterapia verbal para referirse a la relación terapéutica (Macaskie, 2012), en la que el conocimiento relacional implícito y la memoria corporal implícita participan de manera conjunta. Este término procedente del campo de la somática, que es fundamental en la DMT, pone énfasis en la vivencia práctica desde la corporalidad de la persona (Schiphrost, 2007).

La empatía, como componente central de la relación terapéutica, se utiliza en la DMT como una forma de entendimiento sofisticada y kinestésica (Meekums, 2012).

 

BAILE Y DMT, ¿CUÁLES SON LAS DIFERENCIAS?

En la DMT los participantes se centran en el movimiento creativo en lugar de aprender pasos con la música.

Por lo tanto, se esperan beneficios adicionales más allá de los que se espera con el ejercicio físico o clases de baile.

Según algunos estudios el cambio terapéutico puede estar asociado con algunas características específicas de la DMT, cómo el embodiment, creatividad e improvisación, imaginación basada en el movimiento, el uso del movimiento simbólico y el uso del movimiento cómo metáfora (Karkou, 2006).

 

¿Y CÓMO AYUDA A LAS PERSONAS CON DEMENCIA?

En la demencia, la memoria corporal puede ayudar la reminiscencia (Woods, 2009).

El movimiento simbólico sirve para comprender la comunicación (Meekums, 2002) y puede ser útil para personas con demencia (Young, 2011).

La creatividad y la improvisación del movimiento permiten a los participantes conectar consigo mismos y con los demás, además de retrasar el deterioro cognitivo (Karkou, 2006).

El uso de metáforas y símbolos pueden ser de ayuda para no pensar en los recuerdos y sentimientos que producen ansiedad y sirven para modificarlos a otros más seguros y tranquilizadores (Karkou, 2006; Meekums, 2002).

 

MÚSICA, MAESTRO!

Aunque la música no es imprescindible, es frecuente que los terapeutas la utilicen en sus sesiones. La musicoterapia es una terapia estrechamente relacionada con la DMT y puede tener también efectos positivos en la reducción de síntomas conductuales asociados con la demencia (Vink, 2011).

 

DISEÑO DE UNA SESIÓN: 1, 2, 3… ¡A BAILAR!

Antes del inicio de cada sesión tenemos que tener claro el objetivo que buscamos, que debe centrarse en las necesidades tanto del grupo como de cada persona.

  1. Introducción:
  • Saludo corporal y también verbal, si fuera necesario.
  • Pequeño calentamiento con reconocimiento corporal.
  1. A partir de una propuesta inicial se desarrollan las actividades que van evolucionando según las circunstancias del grupo:
  • Incorporación del espacio.
  • Utilización de la voz y accesorios (instrumentos, etc.)
  1. Cierre:
  • Relajación
  • Despedida final de manera corporal y verbal (en caso de ser posible)

 

 

BIBLIOGRAFÍA

Asociación de Danza Movimiento Terapia, ADMTE (2012). ¿Qué es la DMT? Recuperado de: https://www.danzamovimientoterapia.com/index.php/sample-sites/que-es-dmt

Colcombe, S. y Kramer, A.F. (2003). Fitness effects on the cognitive function of older adults: a meta-analytic study. Psychological Science, 14(2):125–30.

Hackney, M.E., Kantorovich, S., Levin, R. y Earhart, G.A. (2007). Effects of tango on functional mobility in Parkinson’s disease: a preliminary study. Journal of Neurologic Physical Therapy, 31(4):173–9.

Hackney, M.E. y Earhart, G.A. (2010). Effects of dance on balance and gait in severe Parkinson disease: a case study. Disability and Rehabilitation, 32(8):679–84.

Hill, H. (2008). Danzando con esperanza. La DMT con personas afectadas por demencia. En H. W. Chaiklin, La vida es danza (págs. 197-212). Barcelona: Gedisa.

Instituto de Mayores y Servicios Sociales, IMSERSO (2011). Guía Danza Creativa Terapéutica (1ª edición). Recuperado de: http://www.crealzheimer.es/InterPresent1/groups/imserso/documents/binario/guadanzacreaticaterapeutica.pdf

Karkou, V. y Sanderson, P. (2006). Arts Therapies: A Research‐Based Map of the Field. Edinburgh: Elsevier.

Karkou, V. y Meekums, B. (2017). Dance movement therapy for dementia. Cochrane Database of Systematic Reviews. DOI: 10.1002/14651858.CD011022.pub2.

Kitwood, T. (1997). Dementia reconsidered: the person comes first. Buckingham: Philadelphia: Open University Press.

Norcross, J.C. y Wampold, B.E. (2011). What works for whom: tailoring psychotherapy to the person. Journal of Clinical Psychology: In Session, 67:127–32. DOI: 10.1002/ jclp.20764

Macaskie, J., Meekums, B. y Nolan, G. (2012). Transformational education for psychotherapy and counselling: a relational dynamic approach. British Journal of Guidance & Counselling, 41(4):351–62. DOI: 10.1080/ 03069885.2012.726348

Meekums, B. (2002). Dance Movement Therapy. London: Sage.

Meekums, B. (2012). Kinesthetic Empathy and Movement Metaphor in Dance Movement Psychotherapy. Reynolds, D. y Reason, M. (Eds.). Kinaesthetic Empathy in Creative and Cultural Practices. Bristol: Intellect Publishing.

Palo-Bengtsson, L. y Ekman, S.L. (2002). Emotional response to social dancing and walks in persons with dementia. American Journal of Alzheimer’s Disease and Other Dementias, 17 (3):149–53.

Panhofer, H. (2005). El cuerpo en psicoterapia. Barcelona: Gedisa.

Schiphorst, T. (2007). The Varieties of User Experience: Bridging Embodied Methodologies from Somatics and Performance to Human Computer Interaction. Recuperado de: http://www.sfu.ca/~tschipho/

Verghese, J., Lipton, R., Katz, M., Hall, C., Derby, C., Kuslansky, G., et al. (2003). Leisure activities and the risk of dement in the elderly. New England Journal of Medicine, 348: 2508–16.

Vink, A.C., Birks, J., Bruinsma, M.S. y Scholten, R.J.P.M. (2011). Music therapy for people with dementia. Cochrane Database of Systematic Reviews. DOI:10.1002/14651858.CD003477.pub2.

Woods, B., Spector, A.E., Jones, C.A., Orrell, M. y Davies, S.P. (2009). Reminiscence therapy for dementia. Cochrane Database of Systematic Reviews. DOI:10.1002/14651858.CD001120.pub2

Young, T.J., Manthrop, C., Howells, D. y Tullo, E. (2011). Developing a career communication intervention to support personhood and quality of life in dementia. Ageing and Society, 23(7):1003‐25.

Cristina Sánchez y Miguel Ángel Maroto- La investigación en Alzheimer.

 

¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN?

Si un familiar tuyo sufre Alzheimer, es normal que te preguntes cómo avanza la investigación hacia su cura y si en pocos años podría haber tratamientos eficaces.

Gran parte de la investigación se centra en el estudio del diagnóstico precoz de la enfermedad.

La enfermedad comienza unos 15 años antes de que se aparezcan los primeros síntomas. Por eso es crucial la investigación en las primeras fases, cuando aún se puede actuar. Si quieres saber más, haz clic aquí.

PRINCIPALES LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN.

  1. ESTUDIOS DE MARCADORES NEURO-PSICOLÓGICOS.
  • Memoria episódica: es la que hace referencia a acontecimientos relevantes en la vida de una persona. Se sabe que su deterioro es uno de los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Estudiando cómo se altera esta memoria en las primeras fases, se puede saber más sobre la enfermedad.
  • Memoria semántica: es la que se refiere a los datos que aprendemos en la vida de carácter general (por ejemplo, los ríos de España o los nombres de personajes conocidos). Sabemos que la pérdida de este tipo de memoria podría estar relacionada con una anomalía ocasionada con una alteración que se puede ver en pacientes iniciales de Alzheimer. En concreto, ovillos neurofibrilares en la zona del hipocampo.

En todo caso, cuando la persona aún está en las etapas iniciales de la enfermedad de Alzheimer los marcadores parecen seguir encontrándose dentro de la normalidad.

 

  1. ANÁLISIS DE BIOMARCADORES.

La investigación actual se centra en dos proteínas: la proteína b-amiloide y la proteína tau, en el líquido cerebro raquídeo.

¿Por qué estudiamos estas proteínas?

Porque una baja tasa de la proteína b-amiloide y una alta de la proteína tau parece estar relacionada con la enfermedad de Alzheimer.

 

  1. NEUROIMAGEN POR MEDIO DE TAC, PET Y RESONANCIA MAGNÉTICA.

Con estas técnicas, se están estudiando los cambios en el cerebro. Cuando estos cambios son visibles, se pueden visualizar mediantes estas tecnologías.

Parece que hay una pequeña correlación entre la atrofia en la zona media temporal del cerebro con niveles altos de la proteína tau, pero no con niveles bajos de la proteína b-amiloide.

 

  1. ANÁLISIS GENÉTICO.

Por ahora, sólo da indicios de predisposición a desarrollar la enfermedad, pero no hay predictores claros. Es decir, en la mayoría de los casos, si has tenido o tienes un familiar con Alzheimer no tiene por qué significar que tú también lo vayas a padecer.

Así las cosas, los estudios son numerosos, pero aún queda mucho por hacer. El que las primeras fases sean asintomáticas o ligeramente sintomáticas dificulta la investigación.

Sin embargo, los muchos recursos que a nivel mundial se están dedicando al estudio de esta enfermedad hace que cada vez se vaya sabiendo más sobre esta compleja enfermedad, el Alzheimer.

 

BIBLIOGRAFÍA

  • blog.fpmaragall.org/escala-fast
  • Díaz-Madomingo, M.C., García-Herranz, S., Peraita-Andrados, H. Detección precoz del deterioro leve y conversión a la enfermedad de Alzheimer: un estudio longitudinal de casos. Madrid. (2010). Revista Psicogeriatría 2010; 2 (2). Viguera Editores.
  • Deus Yela, J; Deví Bastida, J.; Sáinz Pelayo, M. P. (2018). Neurología de la enfermedad de Alzheimer. Madrid: Editorial Síntesis.
  • Herández-Lahoz, C., López-Pousa, S. (2016). Alzheimer. Guía práctica para conocer, comprender y convivir con la enfermedad. Oviedo: Ediciones Nobel.
  • Valls-Pedret, Cinta; Minuevo, José Lui; Rami, Lorena. Diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer: fase prodrómica y preclínica (2010). Barcelona. Revista Neurol 2010; 51 (8).
  • Vila Miravent, J. (2011). Guía práctica para entender los comportamientos de los enfermos de Alzheimer. Barcelona: Ediciones Octaedro.

Miguel Ángel Maroto-Demencia y apnea del sueño.

 

La persona que duerme a tu lado ronca muy fuerte.

De repente, silencio, silencio, silencio… No respira.

Y ahora sí. Ahora inhala aire ruidosamente y con angustia, como alguien que sale del agua.

¿Qué ha pasado?

¿Te resulta conocido?, ¿tienes un familiar que duerme así por la noche o en una siesta?

Puede que tenga APNEA DEL SUEÑO.

  1. ¿QUÉ ES LA APNEA?

Definamos el SAOS (Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño): de forma sencilla, es una parada en la respiración durante el sueño, de forma repetida y de hasta varios minutos.

No es puntual; se repite durante toda la noche.

Va acompañada de ronquidos aparatosos hasta que la persona deja de respirar y queda en silencio total.

Angustioso, ¿verdad?

 

  1. ¿QUÉ ESTÁ OCURRIENDO EN EL CUERPO?

Mientras la persona no respira, disminuye el nivel de oxígeno en sangre y aumenta el de CO2.

Si estas pausas respiratorias son de duración superior a dos minutos pueden ser muy peligrosas.

 

  1. APNEA DEL SUEÑO Y ALZHEIMER.

Los trastornos del sueño afectan a un 25–30% de los pacientes con demencia y contribuyen a un mayor riesgo de ingreso en residencias por la sobrecarga que generan en los cuidadores.

Diferentes estudios señalan a las apneas sin tratar como desencadenantes a medio y largo plazo de deterioro cognitivo en personas menores de 60 años. La sustancia gris del hipocampo se puede dañar y esto afecta la atención, memoria y las funciones ejecutivas.

En la enfermedad de Alzheimer hay neurotransmisor que resulta muy afectado: la acetilcolina. Es fundamental en la regulación del sueño, ya que participa en su inicio y su mantenimiento.

  1. LA CIENCIA VIENE AL RESCATE: LOS CPAP.

CPAP: dispositivo que genera presión positiva continua en la vía respiratoria (del inglés Continuous Positive Airway Pressure).

En un estudio realizado con pacientes con enfermedad de Alzheimer se demostró que el uso del dispositivo CPAP para el tratamiento de las apneas ralentizaba e incluso mejoraba el deterioro cognitivo.

Esto ocurre porque ayuda a desarrollar un mayor volumen de la sustancia gris del hipocampo y de los lóbulos frontales.

Resulta lógico que la falta de oxígeno (hipoxia) que se produce durante las pausas respiratorias cause con el tiempo daño neuronal. Los dispositivos (CPAP) ayuden a revertir la situación.

  1. POR EL HILO SE LLEGA AL OVILLO…

¿Sabías que hay un trastorno del sueño que ayuda a diagnosticar las demencias? Viendo cómo duerme la persona, se puede saber mucho.

En el Trastorno Conductual del Sueño REM el paciente no inhibe el tono muscular como debería ocurrir mientras dormimos. Es decir, la persona puede moverse durante el sueño REM, que es la fase en la que soñamos.  Como consecuencia, puede realizar movimientos bruscos imitando la acción que está soñando (correr, pelear, bailar…), con el riesgo de lesionarse a sí mismo o a su compañero de cama.

Este tipo de trastorno de sueño se da con mucha mayor frecuencia en la Enfermedad de Parkinson y en la demencia por cuerpos de Lewy. Sin embargo, aparece mucho menos en la enfermad de Alzheimer. Esto ayuda con el diagnóstico.

 

  1. TERAPIAS SIN FÁRMACOS.

Los fármacos juegan un papel muy importante, pero hay otras opciones que han demostrado su eficacia en pacientes con demencia y trastornos del sueño.

A. Terapia lumínica:

La luz es crucial en la regulación del sueño, ya que a través de la glándula pineal se sintetiza la hormona llamada melatonina, que es fundamental en:

  1. La regulación del ritmo circadiano.
  2. El control de la temperatura del cuerpo.
  3. Reducir el estrés oxidativo que pudieran causar las apneas de sueño no tratadas.

Diferentes estudios han mostrado que la exposición a la luz natural y a la luz artificial de amplio espectro produjo en personas mayores aumento de horas totales de sueño nocturno después de 4 semanas de tratamiento.

Otros estudios muestran cómo la combinación de melatonina y terapia lumínica reduce la agitación y mejora parámetros del sueño, por ejemplo como el tiempo en tardar en dormirse, el tiempo total de sueño, la eficacia (si es reparador o no…)

B. Actividad física:

La actividad física tiene grandes beneficios en personas mayores:

  • Crea masa muscular.
  • Mejora la fuerza.
  • Reduce las caídas.
  • Mejora el estado de ánimo
  • Es eficaz en el tratamiento del deterioro cognitivo.
  • Mejora el ritmo circadiano.
  • Potencia el sueño reparador en personas mayores.

C. Terapia conductual multicomponente:

  • La restricción del sueño o acortar las horas que se pasa en la cama.
  • Practicar la relajación muscular antes de ir a dormir.
  • Cuidar la “higiene del sueño”: levantarse y acostarse siempre a la misma hora, evitar el uso de excitantes como café, té, chocolate, alcohol y tabaco, limitar o eliminar las siestas, evitar cenas copiosas , controlar la luz, ruido y temperatura de la habitación.

D. La actividad social (familia, amigos…) combinada con la actividad física también ha demostrado ser un factor que ayuda a mejorar el sueño en personas mayores.

 

  1. EN RESUMEN: ¿QUÉ HAGO PARA MEJORAR EL SUEÑO DE LA PERSONA A LA QUE CUIDO?

A la vista de los diferentes estudios científicos, toma estas sencillas medidas  durante al menos 3 semanas:

 

  1. Regulación de horarios: acostarle y levantarle todos los días a la misma hora.
  2. Reducción de horas que pasa en la cama despierto.
  3. Exposición prolongada a la luz solar.
  4. Ejercicio físico de, al menos, una hora y por las mañanas.
  5. Melatonina: pese a estar autorizada su venta en España de forma libre en formato de hasta 1,9 mg, os aconsejamos consultar con su médico, geriatra o neurólogo antes de administrarla por nuestra cuenta.
  6. Participación semanal en actividades sociales.

Así mejorarán con el tiempo diferentes variables del sueño del paciente con demencia:

  • El tiempo que se tarda en dormir (latencia).
  • El número y duración de los despertares nocturnos.
  • La eficacia del sueño.

Y, por añadidura, ayudará a mejorar su estado cognitivo.

 

BIBLIOGRAFÍA

  • Maroto Serrano, Miguel Ángel. Dormir Bien, programa para la mejora del sueño. Consejería de Sanidad, Comunidad de Madrid, 2003
  • Marcelo Miranda C., Rodrigo O. Kuljis. Trastornos del sueño en la enfermedades neurodegenerativas . Unidades de trastornos del movimiento y de la cognición y la conducta. Departamento de neurologia . Clínica las Condes. 2013 . Artículo
  • Miranda M., Castillo JL Slacheveski A., Alteraciones del sueño en enfermedades neurodegenerativas. Incluido dentro de Tratado del sueño. Vigueras editores. Barcelona 2013
  • McCurry SM, Ancoli-Israel S. Sleep dysfunction in Alzheimer´s disease and other dementias. Curr Treat Opcions Neurol 2003