,

NO ME RECUERDA PERO SABE QUE ME QUIERE.

Andrea Valera Antonete y Miguel Ángel Maroto Serrano – Estimulación cognitiva desde las emociones. 

 

NO ME RECUERDA PERO SABE QUE ME QUIERE.

En el panorama actual, el trabajo que los psicólogos desarrollamos con los pacientes de Alzheimer y otras demencias se centra en la estimulación cognitiva. Es nuestro recurso esencial y más preciado. Trabajamos para mantener la capacidad cognitiva y prevenir el avance de la enfermedad. Sin embargo, a veces se deja de lado el importante papel que tienen las emociones en el Alzheimer y otras demencias.

Y es que no sólo se deteriora lo cognitivo, también se ven alteradas otras áreas, entre ellas la emocional.

Las emociones nos acompañan toda nuestra vida, desarrollándose y conformándose poco a poco. Las modelamos con nuestras experiencias y marcan los pensamientos y comportamientos.

Son fundamentales y no deben dejarse a un lado en momentos tan cruciales como el padecimiento de una enfermedad. A pesar de ello, sigue siendo necesaria esta toma de conciencia. ¿Cómo lo podemos lograr? Con actividades que trabajen de modo directo hacia las emociones.

DOS MOMENTOS CLAVE.

En la enfermedad de Alzheimer y en otras demencias se producen cambios en el estado de ánimo de los pacientes:

  1. En primer lugar, al enfrentarse al diagnóstico.
  2. Después, al ir pasando por los diferentes estadios de la enfermedad. Las personas van detectando pequeños cambios en sí mismos. No todos son capaces de asimilarlos con entereza o poseen buenas estrategias de afrontamiento.

¿CÓMO SE HAN TRATADO LAS EMOCIONES EN EL ALZHEIMER HASTA AHORA?

La depresión y la inestabilidad emocional son frecuentes, tanto al principio como durante todo el avance hasta sus fases finales.

Pero no son los únicos problemas: a lo largo de la enfermedad se pueden producir alteraciones conductuales. Por desgracia,  a menudo se siguen intentando controlar exclusivamente con fármacos e incluso con restricciones físicas en los momentos más críticos.

Los psicólogos somos una clave fundamental en el acompañamiento y asesoramiento para conseguir el mayor bienestar equilibrio emocional posible.

Estudios como el de Olazarán et al. 2010, remarcan la importancia de cuidar la parte emocional del enfermo de Alzheimer y la de sus cuidadores. Según estudiaron, su estado emocional mejora mucho con sesiones de intervención especializadas. Además, se reduce todo el espectro de conductas disruptivas (conductas socialmente no aceptadas) que puede llegar a desarrollarse con estas enfermedades.

TERAPIAS ALTERNATIVAS E INNOVADORAS.

Cada vez son más los profesionales e instituciones que abandonan la farmacología como única solución frente a la inestabilidad emocional, depresión o problemas de conducta.

La musicoterapia, la risoterapia o la arteterapia, por ejemplo, estimulan el plano emocional y cognitivo: la creatividad, la evocación de recuerdos mediante la música o el arte, el sentimiento de grupo…

Por ejemplo, la Fundación María Wolff ha creado la llamada “Terapia de Estimulación Emocional”, bautizada con las siglas T2E®. Su objetivo es formar a los profesionales que creen en un tipo de estimulación diferente y que valoran el plano emocional tanto como el cognitivo.

Este método promueve una metodología de sesiones novedosa: abre una puerta para que los pacientes identifiquen y expresen las emociones negativas y positivas. Busca atraer un gran abanico de emociones positivas. De este modo, conectan con su realidad actual,  y con su pasado, rememorando sus recuerdos más profundos y valiosos.

Tanto es así que, volviendo a hacer mención del artículo de Olazarán et al. 2010, han observado que este tipo de intervenciones favorece, incluso, la mejora de áreas motoras.

Este modelo de intervención trabaja:

  1. Las emociones básicas: alegría, tristeza, ira, asco, miedo y sorpresa.
  2. Las emociones complejas: son las más complicadas. Los pacientes de una enfermedad tipo Alzheimer y demencias tienden a sentirlas con menos intensidad.

¿POR QUÉ ES ASÍ? ¿POR QUÉ LES CUESTA SENTIR EMOCIONES COMPLEJAS?

Veamos la razón: el Modelo de Retrogénesis de Reisberg de 1999, propone que en estas enfermedades ocurre un retroceso que atañe a todo el proceso de pensamiento lógico y al espectro conductual. Con las emociones pasaría exactamente así.

Es decir, las emociones complejas, al ser las últimas aprendidas, son las que se olvidan o deterioran las primeras.

 

¿QUÉ BENEFICIOS CONSEGUIMOS CON LA ESTIMULACIÓN EMOCIONAL?

  • La comunicación con el entorno del paciente.
  • Un aumento en el proceso de socialización y de la autoestima dando un gran sentido a la vida.
  • Aumento de la capacidad de autonomía e independencia.
  • Mejora del sentido de identidad.
  • Incremento de la resiliencia.
  • Mejora del estado de ánimo.
  • Percepción de mejor estado de salud tanto física como mental.

 

UNA ESTRATEGIA PARA CADA FASE DE LA ENFERMEDAD.

Por otra parte, cabe destacar que el trabajo realizado con las personas con Alzheimer y otras demencias depende mucho del tipo de deterioro cognitivo y de la fase en la que se encuentre.

La intervención debe variar y adaptarse a cada persona, sobre todo en aquellas con un deterioro cognitivo muy avanzado, en el que las posibilidades de estimulación o respuesta se ven muy limitadas y la intervención se vuelve muy complicada.

La riqueza emocional se va mermando con el propio avance de la demencia. De ahí que una de las características de la demencia sea la apatía o abulia.

No obstante, en este punto la estimulación emocional es clave, ya que permite obtener una mejor respuesta e implicación. Los psicólogos contamos con un abanico más amplio de estrategias y herramientas de intervención y una mayor eficacia que la estimulación propiamente cognitiva sola.

Empleando aromas, música, elementos fácilmente táctiles, etc. podemos evocar emociones…

En personas con demencias avanzadas es importante no centrarse únicamente en conseguir que expresen verbalmente las emociones, sino que los profesionales podamos detectar signos o síntomas visibles de las propias emociones en cada uno/a de ellos/as.

Una herramienta fundamental es conocer la historia de vida de cada persona. Al saber sus gustos, preferencias, vivencias personales, lugares de pertenencia, viajes, etc. contamos con información muy enriquecedora que facilita el resultado.

A través de una mirada interior, pueden redescubrirse y ser conscientes de lo que sienten y ponerle nombre. Así, de alguna forma, las emociones se vuelven a instalar en ellos/as y forman parte de nuevo de su propio repertorio.

CONCLUSIÓN

Para concluir, es esencial que tanto los profesionales como los cuidadores o familiares tomen conciencia de la labor y el papel fundamental que tienen las emociones durante el proceso de una enfermedad de tipo neurodegenerativo y del poder estimulador que tienen tanto para preservar funciones cognitivas como funciones motoras.

Pero, sobre todo, para lograr una estabilidad y bienestar emocional.

 

¿Conoces nuestros Libros para Deterioro Cognitivo?  

Disponibles en PDF, en español e inglés.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

-Lladó Plarrumaní, A. y Molinuevo Guix, J.L (2008). Impacto psicológico del diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer. Neurología: publicación oficial de la Sociedad Española de Neurología. Vol. 23, Nº 5. 294-298.

-Muñiz, R. (2018). Terapia de Estimulación Emocional T2E®. Fundación María Wolff, Alzheimer y TNFs. VI Edición.

-Olazarán, J., Reisberg, B., Clare, L., Cruz, I., Peña-Casanova, J., Del Ser, T., Woods, B., Beck, C., Auer, S., Lali, C., Spector, A., Fazio, S., Bond, J., Kivipelto, M., Brodaty, H., Rojo J. M., Collins, H., Teri, L., Mittelman, M., Orrell, M., Feldman H. y Muñíz, R. (2010). Eficacia de las terapias no farmacológicas en la enfermedad de Alzheimer: una revisión sistemática. Dementia and Geriatric Cognitive Disorders. Karger AG, Basel.

 –Reisberg, B., Franssen, E.H., Hasan, S.M., Monteiro, I., Boksay, I., Souen, L.E., et al (1999a). Retrogenesis: cli- nical, physiologic, and pathologic mechanisrns in brain aging, Alzheimer’s and other dementing processes. Euro- pean Archives of Pychiatric and Clinical Neuroscience, 249 (Suppl 3), 28-36.

-Rubial- Álvarez, S., De Sola, S., Manchado, M., Sintas, E., Böhm, P., Langohr, K., Muñiz, R. y Peña-Casanova, J. (2013). The comparison of cognitive and functional performance in children and Alzheimer’s disease supports the retrogenesis model. Journal of Alzheimer’s disease, 33. 191-203.

-Trujillo, M. M. y Rivas, L. A. (2005). Orígenes, evolución y modelos de inteligencia emocional. Innovar. ISSN 0121-5051. Vol.15, Nº5. 9-24.