Esther Robisco y Miguel Ángel Maroto. Olvidos cotidianos.

 

¿DEBO PREOCUPARME POR LOS OLVIDOS COTIDIANOS?  TÉCNICAS PARA ATAJARLOS.

  • ¿Dónde habré puesto el móvil?
  • ¿Has visto las llaves del coche?
  • Ayer no encontraba las gafas y las tenía en la cabeza…

LOS OLVIDOS COTIDIANOS

Son fallos o dificultades a la hora de recordar sucesos, acciones, nombres, etc. que surgen en nuestra rutina diaria.

Pero, ¿qué significan estos olvidos? ¿Hasta qué punto pueden ser señal de un problema mayor de memoria?

La dificultad para recordar cosas tan comunes como fechas, dónde hemos dejado las cosas, o algún suceso reciente no tienen por qué asociarse a algún problema de memoria, sino que también pueden deberse a muchas otras razones, como el estrés, las prisas, no estar prestando atención o, simplemente, la edad.

Estos olvidos, desde el momento en que los expresa la propia persona o sus allegados, pasan a denominarse quejas subjetivas de memoria (QSM).

Son unas de las quejas más comunes a medida que nos vamos haciendo mayores.

 

 

¿QUÉ TIPO DE QUEJAS DE MEMORIA HAY?

1. Quejas en la memoria retrospectiva: olvidamos información del pasado.

¿Dónde habré puesto aquella receta de cocina que tenía apuntada…?

¿He cerrado el coche…?

2. Quejas en la memoria presente o inmediata: olvidamos información que se nos presenta en ese mismo momento; información en curso.

Perder el hilo de la conversación, (¿qué estaba diciendo…?)

No recordar lo que acabamos de leer.

3. Quejas en la memoria prospectiva: olvidamos información para futuro o acciones a realizar Hacer un recado en concreto.

Acordarme de algo que tenía que hacer esta tarde…

 

TÉCNICAS SENCILLAS PARA LOS OLVIDOS

Mediante técnicas y trucos podemos disminuir estos fallos de memoria:

1. Con ayudas externas: con una agenda, una pizarra, un calendario…

2. Con ayudas internas: utilizando nuestra propia cabeza y estimular nuestra memoria. Veamos algunas técnicas.

  • La estrategia de la visualización:

Consiste en generar imágenes de lo que queramos recordar.

Cuanto más tiempo invirtamos en crear dicha imagen y más extravagante sea, la recordaremos con más facilidad.

Según estos criterios, se puede llevar a cabo la técnica “ACE: Acción- Color- Exageración”.

Por ejemplo, imaginemos que tenemos que recordar darle unos medicamentos a nuestro perro. Pues bien, si nos visualizamos a nosotros mismos dándole unas pastillas de color púrpura con lunares verdes y que nuestro perro de repente al administrárselas le crecen músculos como a Popeye, será mucho más fácil recordarlo que si simplemente nos recordamos darle las pastillas sin más.

 

 

  • El método Loci o de los lugares:

Consiste en memorizar lugares que nos resulten muy conocidos y ubicar diferentes objetos a memorizar en esos lugares.

Cuando se desee recordar dichos objetos, haremos un recorrido por estos sitios para recordar la asociación con los objetos que habíamos pensado.

Una vez más, cuanto más extravagante sea dicha asociación, mejor la recordaremos.

Vamos con un ejemplo:

“Mi mujer me ha pedido que, por favor, vaya al mercado a por tomates, huevos y bolsas de basura. Ahora bien, si pienso en mi casa, lo primero que veo es un recibidor, seguido de un salón, y al subir las escaleras, nuestro dormitorio.

¿Y si pusiese mentalmente un tomate encima del zapatero en el recibidor, los huevos encima de la televisión en el salón y las bolsas de basura a modo de funda de almohada?

Seguro que mi mujer se enfadaría, pero al menos no fue porque se me olvidasen sus recados…”

 

 

  • El método de la cadena

Con el fin de recordar una lista de palabras o sucesos se asocian unos a otros formando una “cadena visual”.

Imaginémonos un viernes como otro cualquiera.  Estamos tan estresados con el trabajo y tenemos tantas cosas en la cabeza, que se nos olvida todo lo que tenemos que hacer: sacar al perro, recoger el traje de la boda de mi primo y tomar algo con mis amigos; que es viernes.

Una vez sabemos todo lo que tenemos que hacer, imaginémonos también a nuestro perro, al cual tenemos que sacar, vestido del traje que tenemos que recoger, para encontrárnoslo en el sofá tomándose una cerveza con nuestro amigo Ramón, con el que hemos quedado más tarde.

Así seguro que no nos olvidaremos.

 

  • El método IRA para el recuerdo de nombres:

¿Cuántas veces te han presentado a alguien y no recuerdas su nombre?

Con este método se usan varias estrategias al mismo tiempo: Impresión (I), Repetición (R) y Asociación (A).

  • Con respecto a la Impresión, se trata de fijarse en las características de la persona con la que hablamos que salten a la vista o que destaquen de su carácter (el color de sus ojos, cómo suena su risa, el tamaño de sus orejas…)
  • En lo que concierne a la Repetición, intentaremos repetir su nombre varias veces en la conversación, para que así nos sea más fácil recordarlo sin ser demasiado descarado.
  • Finalmente, la Asociación. Podemos encontrar algo con lo que asociar el nombre de esa persona, como el de un familiar, una imagen (Margarita también evoca la imagen de una flor, por ejemplo), algún personaje relevante o famoso…

 

¿SE PUEDEN “MEDIR” LOS OLVIDOS?

Sólo analizando nuestros olvidos no podemos determinar con certeza si se deben a una enfermedad o a cualquier otra causa.

Los especialistas disponemos de herramientas para medir el estado cognitivo de una persona y saber el nivel de deterioro que podría presentar nuestro cerebro. Por ejemplo, existen cuestionarios o “tests” que utilizamos los profesionales para una correcta evaluación y diagnóstico del estado de nuestra memoria.

En conclusión, si te preocupan los fallos de memoria en tu día a día, o quieres prevenir la pérdida de memoria, es importante acudir a un profesional para resolver tus dudas.

En Ahora Centros somos especialistas en este ámbito y podemos resolver tus dudas.

 

 

¿QUIERES SABER MÁS?

¿Cómo influyen las emociones en nuestra memoria?

 

BIBLIOGRAFÍA

-Bazán, I. G., Beraudo, A., Fernández, C., Muñoz, M., Rosina, M. L., Bastida, M., & Mias, C. D. (2018). Quejas subjetivas de memoria, olvidos diferenciales y su relacion con la depresión en adultos mayores normales, con deterioro cognitivo leve y demencia.Anuario de Investigaciones de la Facultad de Psicología, 3(3), 188-196.

-Orozco, M. E. D. (2012). Olvidos cotidianos en personas mayores.Revista Electrónica de Psicología Iztacala, 15(4), 1294-1309.

-Kjeldsen, P. L., & Damholdt, M. F. (2019). Subjective cognitive complaints in patients with Parkinson’s disease. Acta Neurologica Scandinavica, 140(6), 375-389.

 

 

Carmen Villegas y Miguel Ángel Maroto – No te arrepientas de envejecer. Es un privilegio negado a muchos

 

LO QUE NO SE PRACTICA SE OLVIDA. 

¿No te ha pasado que cuando llevas tiempo sin hacer algo, ya sea…

  • hacer deporte,
  • salir con tus amistades,
  • tener una conversación larga,
  • pintar,
  • bailar,
  • cocinar,
  • leer,…

… y vuelves a intentar retomarlo, te encuentras con que:

  • te cuesta más trabajo concentrarte en esa actividad,
  • la realizas a menor velocidad,
  • con menos precisión de la que lo hacías antes…
  • e incluso te da pereza pensar en ella?

¡Y todo ello aunque sabes que hacer esa tarea o afición tiene beneficios para tu salud mental y física, mejora tu estado emocional y cuida tus relaciones sociales!

 

Porque a mí sí me pasado, justo con una de las actividades que más me gusta: cantar (aunque para las demás personas puede ser más bien como “dar el cante”. Todo está en el oído que te escuche ;)

Cuando estoy un tiempo largo sin cantar al principio noto que no llego a notas que antes llegaba, que me falta el aire, que me molesta más la garganta,… pero a medida que la voz calienta y “me marco” unas cuantas canciones todo vuelve a su sitio.

 

CUANTO MENOS ME MUEVO MENOS GANAS TENGO: ¡VAMOS A DARLE LA VUELTA!

¡Vamos! Estoy segura de que alguna vez has dicho esa frase. Justo ahí está la clave, el secreto está en la práctica.

La práctica te lleva a aprender cosas nuevas, a mejorar aquello que ya sabías hacer, a conocerte, a descubrir, a experimentar, a innovar, a saber qué te gusta y qué no,… y con cada una de estas cosas que consigues va apareciendo y aumentando la palabra mágica: motivación.

Primero empezarás y continuarás con la práctica de esa actividad porque disfrutas, por ejemplo, de las charlitas con tus amistades, de los paseos matutinos, de leer tus libros favoritos y de viajar.

Después seguirás haciéndolo para seguir sintiendo esa alegría, por los ratos de risas, por la agilidad, por el conocimiento…

 

 

UN CÍRCULO VIRTUOSO

Al practicar actividades ayudas a prevenir la aparición o empeoramiento de enfermedades, el aislamiento, la desactualización y la dependencia a otras personas.

La motivación te anima a continuar, a que sigas una rutina y a generar cambios, que  van ligados a mejorar tu salud y calidad de vida.

Además, estos cambios te llevarán a mejorar tu autoestima.

¡Todo beneficios!

 

TE TRAIGO UNA PROPUESTA

Mi sugerencia, tengas la edad que tengas, va ligada al concepto de “envejecimiento activo”, que se relaciona con:

  • Aprovechar las oportunidades que tu entorno te brinda, encaminadas a mejorar tu salud y…
  • Tener un papel activo (física, mental, económica, laboral, cultural, política y socialmente) en la mejora de tu calidad de vida a medida que vas sumando años.

¿A QUE SUENA BIEN…?

TE CUENTO MÁS

Tener en cuenta este concepto como “filosofía de vida”, te va a llevar a realizar actividades que te ayuden a mantener tu independencia y autonomía. Pones, además, en práctica tus habilidades y, quién sabe, igual descubres cosas sobre ti que ni habrías imaginado.

Y es que “mientras esté viva, quiero vivir”, dice mi abuela mientras recoge flores de su huerto.

 

AQUÍ TE DEJO ALGUNAS IDEAS

  • Mantén tu cerebro en forma. Haz actividades para cuidarlo.

-Tareas de “andar por casa”: pasatiempos (sopas de letras, crucigramas, autodefinidos, sudokus,…), pintar, coser, innovar en la cocina, hacer puzzles, leer, etc.

-Tareas guiadas y diseñadas por profesionales, según tu nivel y necesidades particulares (recomendado). Puedes participar en los talleres de estimulación cognitiva realizados por Ahora Centros, acudir a nuestro centro en Madrid o incluso disfrutar de este servicio desde casa o por el móvil (vivas donde vivas).

  • Las penas compartidas son menos penas y las alegrías compartidas saben a más. Cuida tus relaciones sociales y tus emociones:

-Realiza actividades con tus familiares y amistades. Podéis establecer una rutina semanal para ello.

-Participa en las actividades que se realizan en tu zona de residencia, ¡igual conoces a personas nuevas que te aporten nuevas experiencias!

-Disfruta de los espacios verdes que tengas a mano y escapa del estrés de la ciudad.

  • Mueve tu cucu.

Practica deporte a diario: te ayudará a mantener o mejorar tu condición física, tus cualidades cognitivas (memoria, atención, orientación espaciotemporal) y tus relaciones sociales.

No tienes que prepararte para las olimpiadas, basta con buscar un hueco a lo largo del día para realizar 30 minutos de ejercicio; que puedes adaptar a tus gustos, necesidades y condición física.

-El ejercicio aeróbico (caminar, bailar, nadar, hacer circuitos…) está genial y si es en buena compañía… mejor que mejor. Al aire libre, en casa, en el gimnasio, en pabellones deportivos, etc.

-El yoga te mantiene en forma, te ayuda a controlar la respiración y a despejar la mente.

 

  • «De lo que se come se cría»: come sano.

-Es recomendable realizar 3- 5 comidas al día.

-Recuerda que un plato saludable se distribuye del siguiente modo: la mitad ha de ser verdura, un cuarto proteína y el otro cuarto de hidratos de carbono (el llamado plato de Harvard).

-Toma agua y mantén una buena hidratación.

-Si no se te ocurre cómo, la mejor opción es buscar nutricionista, te presentará una propuesta para mejorar tu alimentación hecha a tu medida.

 

  • “Vamos a la cama que hay que descansar”. Es importante tener unos buenos hábitos de sueño, te dejo algunos consejos que pueden serte útiles:

-Procura ir a dormir y despertarte cada día sobre la misma hora.

-Que la siesta no te atrape, se recomienda que sea de unos 45 minutos como máximo.

-Evita alimentos excitantes (café, té, chocolate,…) antes de dormir.

-Cena ligero, te ayudará a dormir mejor.

-Evita el uso del teléfono móvil en la cama.

 

Si es que… razón tiene mi abuelo, que «camarón que se duerme se lo lleva la corriente«, refranillo que acompaña con un gesto en la cara que te invita a intentarlo todo.

¡PRACTICA, PRACTICA Y PRACTICA!

CUÍDATE,

MUÉVETE,

ILUSIONATE,

RÉTATE Y

DESCANSA UN RATITO.

Tienes derecho a ello y los derechos no caducan, sea cual sea tu edad, género y lugar de residencia.

 

“Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años”.

Abraham Lincoln.

 

¿QUIERES SABER MÁS?

Las 6 claves de la estimulación cognitiva

Gimnasia suave para mayores- I

Gimnasia suave para mayores- II

 

BIBLIOGRAFÍA

-Cuasapié, P., Balbontín, A. , Porras, M. y Mateo, A. (Coord.).(2011). Libro blanco Envejecimiento Activo. Madrid: Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Secretaría General de Política Social y Consumo. Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO). Recuperado de https://www.imserso.es/interpresent3/groups/imserso/documents/binario/8088_8089libroblancoenv.pdf

-Palmero, F. (2005). Motivación: conducta y proceso. Revista electrónica de motivación y emoción, 8(20-21), 1-29. Recuperado de http://reme.uji.es/articulos/numero20/1-palmero/reme.numero.20.21.motivacion.conducta.y.proceso.pdf

 

Miguel Ángel Maroto Serrano-El dilema de las vacaciones con un familiar con deterioro cognitivo

 

Cuando llega el verano los familiares de algunos pacientes nos informan de que se marchan al pueblo o a la playa, “así descansa y pasea, que le gusta mucho”

El periodo vacacional se puede prolongar hasta varios meses, incluso desde junio hasta septiembre. Esto puede suponer hasta cuatro meses sin realizar terapia de estimulación cognitiva.

¿Te imaginas no recibir el tratamiento para una enfermedad durante tanto tiempo?, ¿dejarías que tu familiar no tomara los medicamentos para la tensión o el azúcar durante varios meses? El deterioro cognitivo es una enfermedad que no sólo va a seguir estando ese tiempo de verano, sino que al ser neurodegenerativa va a empeorar claramente por no tratarla.

Un mes o dos son periodos demasiado largos para un paciente de Alzheimer o de otras demencias. Su cerebro no se puede permitir estos parones. Si hacemos esto en verano estaremos dando pasos atrás porque rompemos la rutina creada durante todo el año.

Las rutinas son fundamentales para ellos: les orienta y les coloca en la realidad. La rutina de estimulación cognitiva consiste tanto en terapia presencial como en refuerzo con “tareas para casa”, es decir, deberes que les damos para los días en que no acuden al centro y que deben hacer siempre a la misma hora y en el mismo lugar. Así de importantes son las rutinas para estos pacientes.

Para un enfermo con deterioro cognitivo es importante mantener sus costumbres porque le ayuda a orientarse y a conectarse con la realidad.

Nuestra experiencia es la misma cada año: al volver el paciente manifiesta un declive tanto si se encontraba en una fase leve como moderada.

 

 

PERO EL CUIDADOR TAMBIÉN NECESITA VACACIONES, ¿VERDAD?

¡Cierto! Cambiar de lugar y de actividades puede ser bueno para el cuidador y no quiere decir que el paciente no pueda hacerlo, pero hay que tomar precauciones para que su estado no empeore.

 

LO QUE CAMBIÓ LA PANDEMIA

La pandemia provocó dos novedades en el campo de la estimulación cognitiva:

  1. A la vuelta del confinamiento los cuidadores y familiares notaron que su ser querido había empeorado cognitivamente. La reducción de actividades, el sedentarismo, la falta de contactos sociales y, en resumen, la disminución de estimulación llevó a un empeoramiento en pacientes que tenían deterioro cognitivo previo.
  1. La segunda realidad que nos mostró la pandemia es que la ECO (Estimulación Cognitiva Online) era posible, fácil de hacer y, lo más importante, eficaz para frenar el avance del deterioro en pacientes con enfermedades neurodegenerativas. Además, resultaba útil tanto en fases leves como en fases moderadas.

 

¿QUÉ DEBO TENER EN CUENTA AL IRNOS DE VACACIONES?

La orientación temporal y espacial suele estar afectada en la mayoría de las enfermedades neurodegenerativas que causan deterioro cognitivo.

Si cambiamos al paciente de lugar de residencia y de entorno nada es igual: el domicilio, el dormitorio, el baño, el edificio, los comercios, las rutinas, las actividades y las relaciones sociales… Toda su vida se ve alterada.

Esto suele causar gran confusión y ayuda a que el deterioro cognitivo avance y afecte a la calidad de vida del paciente y sus familiares.

Cualquiera de nosotros llega a su casa del pueblo o de la playa y la recuerda sin dificultad, pero en la Enfermedad de Alzheimer parte de esos recuerdos pueden confundirse, borrarse y no reconocer ni la casa ni dónde se encuentran las habitaciones o las cosas que puede necesitar.

 

 

ENTONCES, ¿QUÉ PODEMOS HACER PARA EVITAR QUE EL DETERIORO AVANCE EN EL VERANO?

Desde nuestra experiencia te proponemos varios cambios:

  1. Llévate pertenencias de la vivienda habitual a la casa de vacaciones: fotos, cuadros, libros, cojines… estímulos que le sean reconocibles de su vivienda.
  2. Si el deterioro es moderado deberíamos rotular con etiquetas las puertas de las distintas habitaciones.
  3. En la medida de lo posible, deberíamos no romper rutinas establecidas, por ejemplo, si a las 11 hace los “deberes para casa” y a las 12 se sale a dar un paseo, conviene mantenerlo.
  4. Intentar no exponerlo demasiado a eventos sociales, amistades y conocidos que el enfermo pudiera no recordar ya que les ve con poca frecuencia. Evitar preguntarle cosas como: ¿no te acuerdas de Antonio y Carmen?
  5. Y, muy importante, realizar ECO (Estimulación Cognitiva online). El requisito para llevarlo a cabo es uno y sencillo: sólo necesitamos un teléfono móvil. Se puede realizar en cualquier parte del mundo.

 

¿EN QUE CONSISTE LA ESTIMULACIÓN COGNITIVA ON LINE?

La estimulación cognitiva (ECO) la conforman una serie de actividades que realizamos con el paciente con objeto de “forzar” a su cerebro a realizar acciones que no hace de forma normal.

No sirve cualquier actividad, como sopas de letras, cruzadas o sudokus ya que éstos se limitan a estimular una serie de funciones cognitivas específicas, como la atención, la memoria semántica o la memoria de trabajo. Cuando una actividad se realiza de forma continua el cerebro automatiza sus procesos y al cabo del tiempo de seguir realizando esa actividad como, por ejemplo, las sopas de letras su potencial de estimulación es mucho más bajo.

Las funciones que estimulamos en la EC son mucho más amplias. Cuando realizamos estimulación cognitiva, el terapeuta prepara una serie de actividades encaminadas a estimular las funciones cognitivas alteradas y a mantener o preservar aquellas otras que realiza de forma correcta.

Realizar la actividad de “forma online” presenta muchas ventajas ya que, por una parte, el ejercicio que realizará el cerebro de nuestro paciente es el mismo que presencial. Si no hay limitaciones sensoriales que impidan o dificulten “atender una llamada de teléfono o de video” se podrá continuar con su terapia aunque esté en el campo o en la playa de vacaciones.

 

 

¿QUÉ FRECUENCIA ES DESEABLE?

Antes esta pregunta siempre contesto lo mismo: “en deterioro cognitivo, cuanto más mejor” pero la frecuencia de las videollamadas dependerá del nivel de deterioro que tenga el paciente.

  • Deterioro cognitivo leve: una o dos llamadas semanales de una hora y, complementariamente, la confección de un cuaderno con ejercicios que se realicen cada día durante una hora.
  • Deterioro moderado: la frecuencia debería ser de 3 a 5 días/semana, con videollamadas de una hora de duración.

 

¿CUÁLES SON LAS AYUDAS ECONÓMICAS PARA REALIZAR ESTA ACTIVIDAD?

Este tipo de servicios se engloban en un apartado de la Ley de dependencia que se denomina “Promoción de la autonomía personal”

En AHORACENTROS te ayudamos a gestionarlo. Según el grado de dependencia las ayudas pueden cubrir hasta el 100% del coste del tratamiento.

 

¿QUIERES SABER MÁS?

Carla Guzmán Leiva y Miguel Ángel Maroto-Cuidar a quien nos cuidó.

 

Si tienes una persona dependiente a tu cargo este artículo te interesa.

¿Conoces las pautas para cuidarla pero, a la vez, respetando la autonomía que aún mantiene? ¡Vamos a conocerlas!

Cuando nos hacemos mayores es habitual que necesitemos ayuda. Nuestra capacidad física, psíquica o intelectual se puede deteriorar y se llega a necesitar ayuda en aspectos del día a día:

  • Administrar el dinero.
  • Utilizar transportes públicos o conducir.
  • Salir a la calle.
  • Tomar la medicación.
  • Usar el teléfono.
  • Comprar y preparar la comida o hacer otras tareas domésticas.
  • Asearse, vestirse y bañarse por uno mismo.
  • Incluso comer solo o caminar en algunos casos.

Cuidar a personas mayores cuando no pueden satisfacer sus necesidades por sí solas, exige una gran capacidad humana, ya que debemos respetar la dignidad de ese “otro” a quien se cuida.

Y, a la vez, debemos lograr un equilibrio para mantener la autonomía de esa persona mayor.

 

LA VIDA PUEDE CAMBIAR EN UN DÍA

La tarea de cuidar no es fácil. La familia se enfrenta, a veces repentinamente (tras un ictus, por ejemplo) o de forma más paulatina (demencia, Alzheimer…) con un padre, madre, tía o abuelo deteriorado.

La familia debe enfrentarse a una tarea nueva, desconocida y, más aún, atemorizante.

Se produce un cambio de roles. Los mayores necesitan ser cuidados, muchas veces por sus hijos. Esta realidad tensiona a la familia, que debe hacer ajustes en su organización para atender a la persona mayor y al mismo tiempo mantener el equilibrio, como el trabajo o el cuidado de los propios hijos).

 

CÓMO LO VIVE EL MAYOR

La disminución en la capacidad funcional se afronta de manera más positiva cuando el adulto mayor cuenta con un entorno ambiental seguro, vínculos familiares y acceso a la atención en salud.

La pérdida de la autonomía, el sentimiento de soledad, la viudez, la pérdida de los amigos… proporcionan ciertas dificultades a los mayores, que deben adaptarse a nuevas situaciones de dependencia física, moral o económica. Encuentran refugio en la cercanía de sus familias.

 

¿IMAGINAS NO PODER VALERTE POR TI MISMO?

Para una persona que toda su vida ha sido capaz de valerse sola, de mantenerse a sí misma y a otras personas perder esa capacidad es un momento muy duro.

La autonomía es la capacidad controlar tu propia vida y tomar tus propias decisiones sin ayuda de otras personas.

 

 

EL ENTORNO DE LAS PERSONAS DEPENDIENTES

El cuidado y la ayuda pueden generar, en ocasiones, una mayor dependencia. Esto sucede cuando no se deja a la persona mayor seguir haciendo las cosas que aún es capaz de hacer. Por ejemplo, quizá no pueda ya conducir pero sigue siendo muy capaz de coger la línea de autobús de su barrio.

Veamos dos aspectos importantes a tener en cuenta en el entorno:

  • La vivienda: la adaptación de la casa a las necesidades del mayor es fundamental. Un ambiente físico estimulante (según sus capacidades mentales) junto con suficientes ayudas (pasamanos, ayudas en el baño…) conjugan la autonomía con la seguridad. Así contribuimos a su bienestar.
  • El ambiente social: la actitud y la forma de comportarse de los familiares, amigos, vecinos, etc. ante el deterioro de la salud de las personas de edad avanzada influyen en el grado de autonomía e independencia que muestran.

 

3 COSAS QUE NO DEBEMOS HACER

  1. Hacer por la persona tareas que ella pueda realizar, aunque con lentitud y dificultad, por sí misma. No se le da la oportunidad de demostrar su independencia en la tarea y, si ocurre con frecuencia, es posible que acabe perdiendo esa habilidad por desuso.
  2. Amonestar o criticar cuando la persona mayor se considera independiente y realiza alguna actividad por sus propios medios.
  3. No reconocer y valorar cuando la persona mayor se desenvuelve con autonomía en tareas que le pueden suponer un esfuerzo, sea vestirse, ordenar la casa o comprar el pan, y no pide ayuda a los demás.

Es frecuente que las conductas que no tienen consecuencias positivas, como reconocimiento o elogio de los demás, dejen de realizarse.

 

 

 

6 COSAS QUE SÍ DEBEMOS HACER

  1. Acondicionar el entorno para facilitar conductas independientes. Revisar y eliminar la existencia de obstáculos ambientales que dificulten la autonomía y supongan un riesgo.
  2. Observar a la persona mayor para conocer todo lo que puede hacer por sí misma. Se debe prestar atención a las dificultades pero también es importante hacerlo con las capacidades que la persona tiene preservadas.
  3. No hacer nada por la persona mayor si esta puede hacerlo por sí misma. Ayudarla solo en lo necesario. Una vez que se ha comprobado qué puede hacer por sí misma es importante dejar que continúe haciendo todo lo que pueda sin ayuda.
  4. Si sabemos que puede realizar una tarea sin ayuda (por ejemplo, usar el teléfono para llamar a los familiares) es útil recordárselo y estimularle a repetirlo. Potenciaremos que estas labores se continúen haciendo el mayor tiempo posible.
  5. Preparar la situación para que sea más fácil ser autónomo. Resulta aconsejable el mantenimiento de rutinas siempre que se pueda.
  6. Comportarse con la persona mayor de modo que el trato favorezca la autonomía. Los comportamientos independientes que tienen consecuencias positivas para la persona mayor, ya sea porque se le elogia o porque se muestra satisfacción por su labor, tienden a repetirse en un futuro.

Estas sugerencias no suelen tener un efecto inmediato pero su uso continuado, una vez que se incorporar estas pautas en la rutina diaria, permite encontrar nuevas formas de ayudar a su familiar y así mismo.

 

Y, ¿ESTO NO CONSUME MÁS TIEMPO DEL CUIDADOR?

Es posible que, mientras leías lo anterior, hayas pensado que estas pautas significan “aún” más tiempo del que ya empleas para cuidar a tu familiar.

Estas dudas son razonables, de hecho, es probable que al principio consuman más tiempo.

Sin embargo, este esfuerzo se verá recompensado cuando se vea a la persona mayor dependiente mantener cierta autonomía y expresando satisfacción al juzgarse a sí misma como una persona útil que puede realizar actividades que le permitan mantener su dignidad.

Cuidar significa ayudar sólo lo necesario.

 

¿QUIERES SABER MÁS?

BIBLIOGRAFÍA

  • Álvarez Hernández, Joaquín, & Sicilia, Mercedes (2007). Deterioro cognitivo y autonomía personal básica en personas mayores. Anales de Psicología, 23(2),272-281. [fecha de Consulta 3 de Mayo de 2022]. ISSN: 0212-9728. Disponible en:   https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=16723214
  • Ministerio de salud y Senama. (2009), Manual del cuidado de personas mayores dependientes y con pérdida de autonomía.
  • Quevedo-Tejero, Elsy C, & De la Fuente-Bacelis, Teresa J, & Zavala-González, MA., Jiménez-Sastré, A (2010). Funcionalidad para las actividades de la vida diaria en el adulto mayor. Archivos en Medicina Familiar, 12(1),1-4. [fecha de Consulta 3 de mayo de 2022]. ISSN: 1405-9657. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=50719083001
  • Quiroga, Pamela (2015). Prácticas cotidianas de los adultos mayores en el contexto familiar latinoamericano. Oculum Ensaios, 12(1),49-59. [fecha de Consulta 3 de mayo de 2022]. ISSN: 1519-7727. Disponible en:   https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=351733757005

 

Cristina Sánchez y Miguel Ángel Maroto- La fase moderada del Alzheimer.

 

Has estado en el médico con tu padre y le han dado este diagnóstico pero, ¿qué supone realmente?;  y sobre todo , ¿qué puedes esperar a partir de ahora?

La fase leve de la enfermedad de Alzheimer es larga, silenciosa y asintomática. A su final comienzan a aparecer síntomas poco llamativos, que muchas veces se asocian a “cosas de la edad”.

Pasado este punto, nos adentramos en la fase media del proceso, la parte que se denomina “moderada”.

 

¿CUÁNTO DURA LA ETAPA MODERADA?

Suele ser el periodo más largo de esta demencia, si descartamos las fases asintomáticas o de simple deterioro cognitivo leve de las primeras etapas.

Dependerá de cada enfermo, pero lo normal es que dure unos 4años en los que puede haber una época de relativa estabilidad. Si tenemos en cuenta que la vida media de un enfermo de Alzheimer desde su diagnóstico hasta su muerte es de 9 o 10 años, estamos hablando de que la mitad del proceso corresponde a esta fase moderada o media.

La escala DGS  (Escala de Deterioro Global, desarrolla por el neurólogo norteamericado Reisberg) divide este periodo en dos:

  1. Fase 5, de demencia moderada.
  2. Fase 6, de demencia moderadamente grave.

¿EN QUÉ CONSISTE LA FASE 5?

La fase 5 se caracteriza por la pérdida de las capacidades de una forma cada vez más profunda:

  • Los olvidos y fallos de memoria (amnesia) se profundizan y se hacen más frecuentes.
  • La desorientación espacio-temporal se hace visible: el enfermo no sabe medir bien el tiempo y se puede perder con cierta facilidad en la calle.
  • La comprensión del lenguaje de las demás personas por parte del enfermo y su propia capacidad de expresarse le cuestan cada vez más (afasia). No encuentra las palabras adecuadas, no puede expresar bien lo que quiere, no endiente todo lo que se oye o lee… y todo ello sin que el órgano auditivo o fonador esté en mal estado.
  • La dificultad en el cálculo (acalculia) también se hace patente.
  • Se manifiestan dificultades para la realización de actividades sencillas o habituales en la vida ordinaria (apraxia): ir a un cajero, hacer la compra en el supermercado…
  • Se producen fallos cada vez más importantes en la identificación de lugares o personas con los que el paciente no tiene un trato familiar o continuo (agnosia).

 

 

¿CÓMO SE SIENTE EL PACIENTE ANTE ESTE DETERIORO?

Se da cuenta de lo que le ocurre. Como consecuencia, aparecen marcadas alteraciones de conducta:

  • En unos casos las conductas serán de apatía, depresión y tristeza.
  • Otras veces pueden surgir conductas irascibles, violentas o impropias de la persona en su vida anterior a la enfermedad.

Estos cambios conductuales pueden deberse a una de las siguientes causas o una combinación de ellas:

  • Cómo vive el paciente su enfermedad. La persona puede desesperarse ante las limitaciones que empieza a notar (por ejemplo, al no saberse expresar).
  • También puede ser un efecto secundario de una medicación que esté empezando a tomar. El médico debe estar muy atento a la evolución del enfermo y su tolerancia a los medicamentos, que tendrá que dosificar o incluso cambiar, de acuerdo con los resultados en cada paciente en particular.
  • Otra causa habitual se debe al inicio de enfermedades psicológicas y psiquiátricas que van asociadas a la enfermedad de Alzheimer.

¿EN QUÉ CONSISTE LA FASE 6?

La fase 6, la conocida como demencia moderadamente grave, agrava todos los indicadores de la fase anterior:

  1. Necesidad de ayuda para vestirse.
  2. Asistencia para ducharse.
  3. Dificultad en el uso adecuado del baño (limpiarse de forma adecuada, tirar de la cadena…)
  4. Incontinencia urinaria.
  5. Incontinencia fecal.

Todo ello acompañado de un deterioro cognitivo cada vez más importante.

La afasia y la amnesia son cada más profundas. Los cambios de conducta, a su vez, cada vez más violentos o desconcertantes fruto, en buena parte, de las enfermedades psiquiátricas que se desarrollan en esta etapa (desinhibiciones de carácter sexual, comportamientos impropios o inadecuados, deambulación constante, alucinaciones, psicosis…)

 

¿Y EL CUIDADOR?, ¿QUÉ PUEDE HACER?

Es una época extremadamente difícil para él, que en muchas ocasiones debe realizar tareas de estimulación y de terapia, además del cuidado cada vez más total del enfermo: la preocupación por sus movimientos, conductas estresantes, cansancio y agotamiento debido a los cambios de horarios nocturnos y disfunciones del sueño que puede padecer el enfermo.

El cuidador debe aprender a relacionarse con el enfermo de una forma nueva a medida que avanza la enfermedad.

Hay que tener en cuenta que esta fase los deterioros cognitivos son profundos, pero la movilidad del enfermo aún no está gravemente afectada, con lo que hay que estar continuamente pendiente de él.

Es importante adaptar la casa y las habitaciones en las que pueda estar el enfermo:

  • Cerrar adecuadamente la vivienda para que no se vaya.
  • Cerrar las estancias o armarios que sean peligrosos para él.
  • Aguantar pacientemente que le siga el enfermo a todas partes.
  • Cuidar que la habitación no sea, si es posible, muy grande (que hace que el enfermo no pueda ubicarse correctamente) o muy llena de cosas (con las que el enfermo pueda sentirse abrumado), pero que conserve las necesarias para que el enfermo esté anclado a su vida y a los recuerdos que le queden.
  • Es una tarea constante del cuidador estar al tanto de las reacciones ante los distintos estímulos, y saber que estas reacciones pueden ir evolucionando.

Esta es una enfermedad en la que el cuidador principal forma parte de ella de una forma muy especial, y esta etapa es una parte muy complicada.

 

 

Hay ayudas en las que es importante apoyarse en el momento necesario. Para ello están los centros de estimulación cognitiva, como Ahora Centros, adecuados para fases leves y moderadas. Personal especializado realiza con ellos terapia que preserva las habilidades que aún tienen, favorece la autonomía y aumentan la calidad de vida del enfermo. No sólo eso, también la del cuidador, pues son momentos que puede utilizar para asuntos propios o el mero esparcimiento o socialización que no suele tener.

Esto es muy importante para su salud física y psicológica, que  redunda, a su vez, en beneficio para el enfermo. También existen ayudas domiciliarias tanto institucionales como privadas. Es momento de que el cuidador aprenda también a cuidarse de sí mismo.

 

¿QUIERES SABER MÁS?

Deterioro cognitivo leve, ¿qué significa?

 

BIBLIOGRAFÍA

  • alz.org
  • Fundación Pascual Maragall
  • Deus Yela, J; Deví Bastida, J.; Sáinz Pelayo, M. P. (2018). Neurología de la enfermedad de Alzheimer. Madrid: Editorial Síntesis.
  • Herández-Lahoz, C., López-Pousa, S. (2016). Alzheimer. Guía práctica para conocer, comprender y convivir con la enfermedad. Oviedo: Ediciones Nobel.
  • Vila Miravent, J. (2011). Guía práctica para entender los comportamientos de los enfermos de Alzheimer. Barcelona: Ediciones Octaedro.

 

Crucigramas y sopas de letras son un entretenimiento de toda la vida, pero…

  • ¿Y si no fueran simples «pasatiempos»?
  • ¿Y si ese tiempo invertido estuviera, en realidad, muy bien aprovechado?
  • ¿Y si gracias a los crucigramas estuviéramos obteniendo un cerebro más ágil y joven?

Miguel Ángel Maroto nos habla hoy sobre los beneficios de estas actividades en ABC Bienestar.

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Estos son los beneficios de hacer crucigramas

 

 

María Domínguez Santos y  Miguel Ángel Maroto Serrano-Confinamiento y deterioro cognitivo de nuestros mayores.

 

El pasado 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el COVID-19 como una pandemia mundial. Los gobiernos de todo el mundo decretaron un confinamiento para proteger a la población y evitar así su expansión (OMS, 2020). En España, la Comunidad de Madrid cerró los centros para mayores el 6 de marzo a fin de evitar contagios tras los primeros brotes.

Esa misma semana,se decreta el Estado de Alarma, imponiendo un confinamiento que duraría hasta el inicio del mes de junio, cuando algunos centros pudieron volver a la actividad presencial.

 

 

El confinamiento y la distancia social impuesta han resultado ser críticos para disminuir el contagio por COVID-19. Sin embargo, este distanciamiento social ha tenido impactos negativos en otros aspectos, como el económico, social o el sanitario; especialmente en la salud de la población más vulnerable: nuestros mayores (Fischer, Raiber, Boscher, y Winter, 2020).  En las personas mayores, el efecto psicológico del confinamiento es doble: por un lado, se incrementa el miedo y la incertidumbre asociado a la cuarentena y, por otro, pueden aparecer los efectos “post-cuarentena”, aumentando los sentimientos de soledad, distanciamiento social de los seres queridos, ansiedad y estrés, y manteniendo estos sentimientos a largo plazo (Banerjee, 2020).

Además, para aquellos que no han tenido familia o amigos cerca, se han incrementado todavía más los sentimientos de soledad, aislamiento y distanciamiento con el aumento de los riesgos físicos y psicólogos que conlleva (Armitage  y Nellums, 2020).

 

Es conocido que la soledad y el aislamiento en adultos mayores se relaciona no solo con un mayor declive físico, sino con un mayor riesgo de deterioro cognitivo  (Niedzwiedz, Richardson, Tunstall, Shortt, y Mitchell, 2016).

Sabemos que los mayores que se ven sometidos a situaciones de aislamiento tienen un mayor riesgo de complicaciones neuropsiquiátricas, ya que los que sufren un deterioro cognitivo o demencia requieren una especial atención (Huremović, 2019).

Por tanto, estos efectos se han incrementado en los mayores que padecían algún tipo de envejecimiento patológico. Sin embargo, no sólo se ha observado en ellos sino también los adultos mayores que con anterioridad al confinamiento llevaban una rutina activa y saludable. El aislamiento impuesto les ha afectado: especialmente a aquellos cuyo mayor contacto social se daba fuera del hogar; en centros de día, centros de mayores o talleres (Armitage  y Nellums, 2020).

Estudios previos han demostrado la relación entre aspectos del aislamiento social, por ejemplo, los bajos niveles de actividad comunitaria, con una pobre función cognitiva (Evans, Martyr, Collins, Brayne, y  Clare, 2019).

Se ha relacionado el aislamiento social con:

  • Un menor rendimiento en el funcionamiento ejecutivo.
  • Una peor capacidad de denominación.
  • Un empeoramiento en las funciones del lenguaje.
  • Y una menor capacidad de memoria a largo plazo (Wang YH, Huang FY, Zheng Y, et al. 2017).

Otros estudios han relacionado una reducida frecuencia de contactos o interacciones sociales con una disminución en la memoria episódica y la memoria de trabajo (Mousavi-Nasab, Kormi-Nouri, y Nilsson, 2014).

Investigaciones más recientes en modelos animales han encontrado que doce semanas de aislamiento provocan alteraciones en los patrones neuronales subyacentes a nivel cerebral que conllevan cambios comportamentales y alteraciones en las funciones cognitivas. En concordancia con lo anterior, se observó un aumento de los niveles de ansiedad y un peor rendimiento en la memoria de trabajo y en las capacidades de memoria espacial (Zorzo, Méndez-López, Méndez, Arias 2019).

En España, durante el confinamiento, se ha observado un empeoramiento generalizado de las funciones cognitivas en las personas mayores.

Los resultados preliminares, como los recogidos en una encuesta dirigida a adultos mayores de 65 años acerca de los efectos del confinamiento realizada por la Universidad Autónoma de Cataluña (UAB), muestran una percepción de empeoramiento a nivel cognitivo y emocional, especialmente en aspectos como la orientación o la atención (UAB, 2020).

De acuerdo con estos resultados, los mayores mostrarían más dificultades para concentrarse en las tareas cotidianas y una dificultad para orientarse de manera temporal, es decir, para situarse en el día y hora en que se encuentran.

Por suerte, también hay buenas noticias. Se han desarrollado estrategias  como las videoconferencias y el contacto telefónico, que han  demostrado ser eficaces en situaciones previas similares (Johal, 2009). Estas estrategias, recomendadas ante esta situación social para dar apoyo y soporte durante la fase de aislamiento a nuestros mayores (Ausín y Abad, 2020) han brindado la oportunidad de hacer un acompañamiento de los pacientes y han permitido a la mayoría de ellos continuar con sus tratamientos.

Las intervenciones psicológicas telemáticas han demostrado mejorar la impresión general y los indicadores de afiliación social, beneficiándose especialmente aquellos mayores con dificultades de movilidad o las personas más aisladas. Estas intervenciones demuestran proveer de un apoyo social y de un mayor sentimiento de pertenencia, mejorando el bienestar mental y reduciendo la sensación de soledad en adultos mayores (Newman, y Zainal, 2020; Armitage y Nellums, 2020).

 

Aunque con escasa implantación, la asistencia telemática en gerontología lleva años desarrollándose como recurso de apoyo en el domicilio que permite a familias, cuidadores y profesionales un mejor soporte al mayor. Estos sistemas permiten la asistencia remota a sesiones de estimulación cognitiva con los profesionales. De esta manera, los pacientes pueden seguir beneficiándose de estos tratamientos evitando un empeoramiento y retrasando la institucionalización, es decir, el ingreso en residencias (Díaz, Villanueva, Balo, López, Pedreira, y Millán-Calenti, 2006).

Desde el punto de vista de la estimulación cognitiva, durante el confinamiento se han puesto en marcha sesiones de estimulación cognitiva por videollamada y vía telefónica. Estas acciones son necesarias tanto para los pacientes como en muchas ocasiones para los cuidadores, quienes pueden informar sobre el estado y la evolución de los primeros y a los que se les pueden recomendar determinadas pautas para manejar posibles situaciones cotidianas que puedan surgirles (Wang, Barbarino, Gauthier, Brodaty, y Molinuevo, 2020).

 

 

Aunque no existen resultados específicos acerca de la eficacia de la estimulación cognitiva durante la cuarentena, estudios previos que han analizado las intervenciones para mejorar el aislamiento social en adultos mayores indican también una mejora en comparación con los grupos control, dando lugar a una mejor función cognitiva global. Intervenciones vía videollamada han demostrado mejorar las funciones del lenguaje, el funcionamiento ejecutivo y la velocidad de procesamiento en adultos mayores. Por tanto, parece que la estimulación cognitiva por medios telemáticos podría ser efectiva para mejorar el contacto social y mantener la función cognitiva (Evans, et al., 2019).

Para aquellos pacientes que no disponen de acceso a las nuevas tecnologías o que sufren un deterioro muy avanzado que impide el trabajo por dichas vías, existe la opción de realizar terapia domiciliaria siguiendo los mismos objetivos terapéuticos: estimular y evitar el deterioro de las capacidades cognitivas, evitar la desconexión con el entorno, favorecer la autonomía, minimizar el estrés y mejorar la calidad de vida del paciente y cuidadores (Espert Tortajada y Villalba Agustín, 2014).

 

CONCLUSIÓN

Como conclusión, ante la ausencia de un tratamiento efectivo y de una vacuna contra el COVID-19, es necesario continuar con las medidas de protección y distanciamiento social, pero sin que ello suponga un abandono en el tratamiento y cuidado de nuestros mayores. Además de la posibilidad de realizar estimulación cognitiva presencial con las medidas de seguridad pertinentes, se han implementado alternativas telemáticas que parecen ser efectivas para minimizar el impacto negativo que haya podido tener el confinamiento.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

Ausín, B y Abad, A. (2020). Guía soledad y Covid-19. Recomendaciones para mitigar la soledad no deseada frente al Covid-19 en personas mayores y en población general. Recuperado de https://www.contraelestigma.com/resource/guia-soledad-covid19/

Armitage R, Nellums LB. COVID-19 and the consequences of isolating the elderly. Lancet Public Health. (2020). 10.1016/S2468-2667(20)30061-X. 

Banerjee, D. (2020). ‘Age and ageism in COVID-19’: Elderly mental health-care vulnerabilities and needs. Asian Journal of Psychiatry.

Evans, I. E., Martyr, A., Collins, R., Brayne, C., & Clare, L. (2019). Social isolation and cognitive function in later life: A systematic review and meta-analysis. Journal of Alzheimer’s disease, 70(s1), S119-S144.

Díaz, F., Villanueva, M. A., Balo, A., López, A., Pedreira, A. I., & Millán-Calenti, J. C. (2006). TeleGerontología: Un nuevo recurso de apoyo gerontológico a domicilio. Tékhne-Revista de Estudos Politécnicos, (5-6), 57-71.

Espert Tortajada, R., & Villalba Agustín, M. D. R. (2014). Estimulación cognitiva: una revisión neuropsicológica. Therapeia, (6), 73-93.

Fischer, F., Raiber, L., Boscher, C., & Winter, M. H. J. (2020). COVID-19 and the Elderly: Who Cares?. Frontiers in Public Health, 8.

Huremović, D. (2019). Mental health of quarantine and isolation. In Psychiatry of Pandemics (pp. 95-118). Springer, Cham.

Johal, S. S. (2009). Psychosocial impacts of quarantine during disease outbreaks and interventions that may help to relieve strain.

Moro, T., & Paoli, A. (2020). When COVID-19 affects muscle: effects of quarantine in older adults. European Journal of Translational Myology.

Mousavi‐Nasab, S. M. H., Kormi‐Nouri, R., & Nilsson, L. G. (2014). Examination of the bidirectional influences of leisure activity and memory in old people: A dissociative effect on episodic memory. British Journal of Psychology, 105(3), 382-398.

Newman, M. G., & Zainal, N. H. (2020). The value of maintaining social connections for mental health in older people. The Lancet Public Health, 5(1), e12-e13.

Niedzwiedz, C. L., Richardson, E. A., Tunstall, H., Shortt, N. K., Mitchell, R. J. & Pearce, J. R. (2016) The relationship between wealth and loneliness among older people across Europe: Is social participation protective? Preventive Medicine, 91, pp. 24-3

OMS. COVID-19: cronología de la actuación de la OMS. Recuperado de https://www.who.int/es/news-room/detail/27-04- 2020-who-timeline-COVID-19

Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Empeoramiento de la orientación y la atención de las personas mayores de 65 años durante el confinamiento. Sala de prensa.

Wang, Y. H., Huang, F. Y., Zheng, Y., Shi, G. S., Wang, L., & Liao, S. S. (2017). Study on the association between social isolation and cognitive function among elderly in Daqing city, Heilongjiang province. Zhonghua liu Xing Bing xue za zhi= Zhonghua Liuxingbingxue Zazhi, 38(4), 472-477.

Wang H, Li T, Barbarino P, Gauthier S, Brodaty H, Molinuevo JL, et al. Dementia care during COVID- 19. Lancet . 2020 Apr 11;395(10231):1190-1191. 

Zorzo, C., Méndez-López, M., Méndez, M., & Arias, J. L. (2019). Adult social isolation leads to anxiety and spatial memory impairment: Brain activity pattern of COx and c-Fos. Behavioural brain research, 365, 170-177.

Marta Tato y Miguel Ángel Maroto- Allí donde no llegan las pastillas.

TERAPIAS NO FARMACOLÓGICAS EN DEMENCIA

 

¿Has oído hablar de la TERAPIA DE REMINISCENCIA?

Es una terapia no farmacológica, es decir, que no se basa en medicación y que aporta beneficios a los pacientes de demencia. Hoy vamos conocerla mejor.

Empecemos por el principio. Hay tres conceptos clave que debemos tener claros: memoria, demencia y depresión. Vamos a acercarnos a su definición de un modo sencillo.

 

1. MEMORIA.
Es un proceso psicológico que sirve para adquirir, almacenar y recuperar información codificada.
Su buen funcionamiento depende de tres pasos:

1. Codificar la información que nos llega de los sentidos.
2. Almacenar esta información.
3. Recuperar la información cuando la necesitamos (Ballesteros, 1999).

 

2. DEMENCIA.
Es la pérdida progresiva de funciones mentales (memoria, orientación, razonamiento, juicio…) producida por diversos tipos de lesiones orgánicas del cerebro.
Este proceso reviste la suficiente gravedad como para que afecte al normal desenvolvimiento del paciente en la sociedad o en la familia (Mabel y Yadira, 2015).

 

3. DEPRESIÓN.
Es un trastorno del estado de ánimo donde hay desinterés o falta de motivación por las actividades habituales. También se caracteriza por tener un pensamiento pausado y, a menudo, por síntomas de retraso psicomotor.
Cuando aparece en personas mayores, se debilitan las funciones psicológicas y fisiológicas de la persona. ¿Qué ocurre si no tratamos la depresión adecuadamente? Que aumenta el deterioro social, cognitivo y funcional del paciente (Chilón, Alex y López, 2018).

 

¿HAY ALGUNA RELACIÓN ENTRE LA DEMENCIA Y LA DEPRESIÓN?

Claramente, sí. Se sabe que ambas guardan una relación significativa.
Hay alteraciones en la conducta de los pacientes con depresión que se pueden observar también frecuentemente en pacientes con demencia.
Por ejemplo, insomnio, lloro, tristeza, desesperanza, ansiedad, pérdida de interés y de energía, apatía, falta de motivación… todo ello, acompañado de abundantes quejas cognitivas (Fanch, Reglá y Pousa, 1999).

 

¿PODEMOS REDUCIR LA SINTOMATOLOGÍA DEPRESIVA EN PACIENTES CON DEMENCIA?

Aunque no existe cura para las demencias sí hay tratamientos que pueden aminorar los síntomas o disminuir su progreso (Cervantes, 2018).Una gran herramienta para lograrlo son las Terapias no Farmacológicas (TNF), así que vamos a conocerlas mejor.

Las TNF comenzaron a aplicarse en las demencias para paliar los efectos de estos procesos, a falta de tratamientos curativos. Hay numerosos estudios que afirman los beneficios de combinar un tratamiento farmacológico (medicación) a la vez que aplicamos TNF. Es decir, con esta combinación de tratamientos se pueden abordar los síntomas cognitivos y conductuales y estimular a los pacientes.

 

¿QUÉ LOGRAMOS CON LAS TNF?

Conseguimos que el paciente mejore la calidad de vida, la cognición, las actividades de la vida diaria (AVD), la conducta, la afectividad, el dominio físico-motor, el bienestar y calidad de vida del cuidador que le acompaña (Cervantes, 2018).

Es decir, son mejoras muy relevantes tanto para él o ella como para la persona que le cuida. Eso sí, es de gran importancia adaptar las TNF a las características de la persona a la que se dirige (Cervantes, 2018).

 

¿QUÉ TNF HAY?

Vamos a conocer algunas de ellas (Muñiz, Olazarán et al.,2015):

– Estimulación cognitiva:

Se basa en técnicas y estrategias para mejorar el rendimiento y eficacia de capacidades cognitivas como la memoria, la atención o la percepción.

– Ayudas externas:

Utilizamos materiales o dispositivos que sustituyen algunas de las capacidades cognitivas perdidas. Así podemos mantener actividades funcionales o sociales relevantes para el enfermo. Por ejemplo, pueden ser cosas tan sencillas como el uso de agendas para recordar citas o de avisadores para tomar la medicación.

– Terapia de orientación a la realidad (TOR).

Disminuye la angustia que produce en el paciente la desorientación. La persona puede sentirse fatal por ser consciente de que no es capaz de saber en qué año estamos; o por no recordar dónde está la panadería de su pueblo.
Con esta terapia conseguimos que siga conectado a su realidad y evite el aislamiento.

– Entrenamiento de actividades de la vida diaria (AVD).

Las AVD son las actividades son las básicas de una persona: levantarse, vestirse, etc. El objetivo es dar la mayor independencia posible a la persona. Si la ofrecemos la mínima ayuda necesaria para que pueda hacerlo solo, mantendrá la mayor autonomía posible.

– Musicoterapia.

Nos valemos de la música de forma activa o pasiva para estimular las capacidades cognitivas, provocar un refuerzo afectivo y sentimientos positivos. Además, si se acompaña de baile suave, se puede mejorar el estado físico. Es habitual usar canciones de cuando la persona era niño o joven o canciones que tengan un significado especial en su vida.

– Ejercicio físico.

Con ayuda de un profesional, guiamos a la persona para que haga un ejercicio aeróbico suave. Así logramos mejorar la resistencia, la flexibilidad, el equilibrio y la coordinación. Es importante mantenerse lo más en forma posible en todas las edades.

– Relajación.

Nos ayuda a liberar al paciente de la tensión muscular y la ansiedad. Puede usarse música, ejercicios guiados…

– Exposición.

Las personas con demencia suelen sentir mucho miedo: ¿qué hago si me pierdo?; ¿cómo voy a estar dentro de unos años?; ¿quién va a cuidar de mí….?
Ayudamos a afrontar el miedo de estar frente a situaciones o pensamientos que causan angustia. Lo hacemos exponemos al miedo de manera gradual y regular y, sobre todo, dando mucho refuerzo positivo por cada paso logrado.

– Técnicas de comunicación.

Utilizamos mensajes claros y precisos para que el paciente entienda lo que le estamos transmitiendo. En estas técnicas el lenguaje no verbal y mantener el contacto ocular son muy importantes.

– Reminiscencia.

Nos ayudamos de acontecimientos o experiencias del pasado remoto de la persona para mejorar sus capacidades actuales (los juegos de cuando era niño; el día que se casó; un viaje que hizo y del que guarda un recuerdo bonito…)

Vistas las TNF, ahora vamos a explicar la terapia de reminiscencia más detalladamente.

 

TERAPIA DE REMINISCENCIA EN DEMENCIA

La terapia de reminiscencia se basa en reforzar el mantenimiento de la memoria a largo plazo. La terapia de reminiscencia es una buena estrategia para frenar el deterioro de la calidad de vida en pacientes con demencia.

Veamos algunos ejemplos

• Podemos usar materiales como artículos de periódicos del pasado, fotografías, vídeos, juegos o recetas de cocina o música, entre otros (Cervantes, 2018).

Una actividad muy bonita es construir un “libro de Memorias”.

Implica recordar y registrar, por lo menos, cinco acontecimientos positivos de la persona (nacimiento de los hijos, anécdotas vividas con sus amigos cuando era joven, recuerdos bonitos de su profesión…) Para definir estos acontecimientos pueden colaborar personas significativas (hijos, cónyuge, amigos).
El libro puede realizar en formato digital o en papel y los acontecimientos pueden plasmarse por escrito o recurrir a materiales como fotografías, facilitando así la evocación de los acontecimientos.
Finalmente, se procede a realizar repasar lo vivido y estimular a la persona (Alfonso, Duarte, Pereira, y da Graça Esgalhado, 2010).

 

¿QUÉ BENEFICIOS APORTA LA TERAPIA DE REMINISCENCIA?

• Mejora el funcionamiento social, optimizando así las relaciones sociales y familiares.
• Reduce las conductas problemáticas en el enfermo.
• Estimula la identidad y el valor personal, creando satisfacción y bienestar.
• Establece conexiones entre el pasado, presente y futuro de la persona, reduciendo la desorientación.
• Reduce la sintomatología depresiva, mejorando el estado de ánimo y aumentando la autoestima.
• Mejora las capacidades cognitivas, como el lenguaje y la memoria.
• Mejora la adaptación a las actividades del día a día.

 

 

 

 

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Alfonso, R. M., Duarte, E., Pereira, H., y da Graça Esgalhado, M. (2010). Construcción de un programa individual de reminiscencia para mayores con demencia residentes en una institución. International Journal of Developmental and Educational Psychology, 2(1), 643-650.

Ballesteros, S. (1999). Memoria humana: investigación y teoría. Psicothema, 11(4), 705-723.

Cervantes Guerrero, M. D. M. (2018). Propuesta de un programa de estimulación cognitiva centrado en reminiscencia.

Chilón, Y., Alex, R., y López Alvarez, D. M. (2018). Efectividad de la terapia de reminiscencia para disminuir la depresión en pacientes adultos mayores.

Franch, J. V., Reglà, J. L., y Pousa, S. L. (1999). Depresión y demencia. Rev Neurol, 29, 599-603.

Mabel, G. P., y Yadira, P. C. (2015). La depresión en el cuidador principal de adultos mayores con enfermedad de Alzheimer leve y moderada. In Convención Salud 2015.

Muñiz, R., Olazarán, J. et al. (2015). Mapa de Terapias No Farmacológicas (TNF) para demencias tipo Alzheimer. Guía de iniciación técnica para profesionales. Editado por el Centro de Referencia Estatal (CRE) de Atención a Personas con Enfermedad de Alzheimer y otras demencias de Salamanca.

Ada Inés Simmonet Conde y  Miguel Ángel Maroto Serrano-Hay atajos para la felicidad y el baile es uno de ellos.

 

BENEFICIOS DE LA DANZA EN PERSONAS CON DEMENCIA.

Tradicionalmente, los tratamientos para las demencias (Alzheimer u otras) se han venido centrando en el uso de fármacos. Sin embargo, esta tendencia está cambiando: actualmente se conoce el alto valor que los tratamientos que ven a la persona como un todo pueden aportar a los pacientes con demencia.

Las personas somos un todo, una suma holística de nuestros procesos físicos, emocionales, sociales y cognitivos (Kitwood, 1997).

Hay una creciente literatura cinetífica que respalda la aplicación de las terapias artísticas en personas con demencia. ¿Por qué? Porque estas terapias, además de reducir el riesgo de demencia y ralentizar la enfermedad, son un medio de conexión entre personas (Palo-Bengtsson, 2002; Verghese, 2003; Hayes, 2011; Vink, 2011).

¿QUÉ ES LA DANZA-MOVIMIENTO TERAPIA?

Tras este nombre tan largo  tenemos un concepto sencillo: la terapia que utiliza el movimiento como medio para comunicarnos.

La Danza-Movimiento Terapia (DMT, para abreviarlo) es una especialidad en psicoterapia que utiliza la creatividad que todos tenemos. Veamos cómo describen esta terapia los especialistas:

  • Esta terapia busca la integración cuerpo-mente del individuo (Bernstein, 1979; extraído de Panhofer, 2005).
  • El movimiento y la danza son un medio para lidiar con los conflictos emocionales o psicológicos.
  • Todo movimiento corporal puede provocar cambios en la mente. Es decir, tenemos dos beneficios a la vez: promovemos la salud y el crecimiento personal.

(Extraído de la Asociación Española de profesionales en Danza Movimiento Terapia).

 

¿QUÉ BENEFICIOS TIENE LA DMT PARA LA DEMENCIA?

Cuando la ponemos en marcha toma se convierte en una importante herramienta para los pacientes: mejora su percepción corporal, su empatía y su sensibilidad ante aspectos no verbales, tanto de la relación con otras personas como con el ambiente (Hill, 2008).

Ayuda a retrasar el deterioro cognitivo, mejorar el estado de ánimo y aumentar la interacción social debido a:

  • El uso del movimiento, siendo a la vez ejercicio y baile.
  • El uso de la música.
  • La relación terapéutica.
  • Sus beneficios específicos.

(Karkou y Meekums, 2017).

 

MEJORAS FÍSICAS.

La DMT utiliza el cuerpo y fomenta el movimiento entre participantes, así que genera cambios fisiológicos asociados a la práctica de ejercicio. Tiene  efectos positivos a nivel físico y en la cognición (Colcombe, 2003).

Ciertas formas de baile, como el tango, pueden incluso mejorar los síntomas de los pacientes con Parkinson, en especial el equilibrio y la marcha (Hackney, 2007; Hackney, 2010).

De hecho, el tango tiene muchos elementos en común con la DMT como movimientos iniciales y finales, rango de velocidades, variación rítmica… (Hackney, 2010).

¡

ALGUNOS CONCEPTOS TÉCNICOS

Lo que diferencia a la DMT del baile es el establecimiento de una buena relación terapéutica.

¿Qué es la relación terapéutica? Una forma de psicoterapia que puede ser un agente clave para el cambio (Norcross, 2011; Macaskie, 2012). El término embodiment es utilizado en la psicoterapia verbal para referirse a la relación terapéutica (Macaskie, 2012), en la que el conocimiento relacional implícito y la memoria corporal implícita participan de manera conjunta. Este término procedente del campo de la somática, que es fundamental en la DMT, pone énfasis en la vivencia práctica desde la corporalidad de la persona (Schiphrost, 2007).

La empatía, como componente central de la relación terapéutica, se utiliza en la DMT como una forma de entendimiento sofisticada y kinestésica (Meekums, 2012).

 

BAILE Y DMT, ¿CUÁLES SON LAS DIFERENCIAS?

En la DMT los participantes se centran en el movimiento creativo en lugar de aprender pasos con la música.

Por lo tanto, se esperan beneficios adicionales más allá de los que se espera con el ejercicio físico o clases de baile.

Según algunos estudios el cambio terapéutico puede estar asociado con algunas características específicas de la DMT, cómo el embodiment, creatividad e improvisación, imaginación basada en el movimiento, el uso del movimiento simbólico y el uso del movimiento cómo metáfora (Karkou, 2006).

 

¿Y CÓMO AYUDA A LAS PERSONAS CON DEMENCIA?

En la demencia, la memoria corporal puede ayudar la reminiscencia (Woods, 2009).

El movimiento simbólico sirve para comprender la comunicación (Meekums, 2002) y puede ser útil para personas con demencia (Young, 2011).

La creatividad y la improvisación del movimiento permiten a los participantes conectar consigo mismos y con los demás, además de retrasar el deterioro cognitivo (Karkou, 2006).

El uso de metáforas y símbolos pueden ser de ayuda para no pensar en los recuerdos y sentimientos que producen ansiedad y sirven para modificarlos a otros más seguros y tranquilizadores (Karkou, 2006; Meekums, 2002).

 

MÚSICA, MAESTRO!

Aunque la música no es imprescindible, es frecuente que los terapeutas la utilicen en sus sesiones. La musicoterapia es una terapia estrechamente relacionada con la DMT y puede tener también efectos positivos en la reducción de síntomas conductuales asociados con la demencia (Vink, 2011).

 

DISEÑO DE UNA SESIÓN: 1, 2, 3… ¡A BAILAR!

Antes del inicio de cada sesión tenemos que tener claro el objetivo que buscamos, que debe centrarse en las necesidades tanto del grupo como de cada persona.

  1. Introducción:
  • Saludo corporal y también verbal, si fuera necesario.
  • Pequeño calentamiento con reconocimiento corporal.
  1. A partir de una propuesta inicial se desarrollan las actividades que van evolucionando según las circunstancias del grupo:
  • Incorporación del espacio.
  • Utilización de la voz y accesorios (instrumentos, etc.)
  1. Cierre:
  • Relajación
  • Despedida final de manera corporal y verbal (en caso de ser posible)

 

 

BIBLIOGRAFÍA

Asociación de Danza Movimiento Terapia, ADMTE (2012). ¿Qué es la DMT? Recuperado de: https://www.danzamovimientoterapia.com/index.php/sample-sites/que-es-dmt

Colcombe, S. y Kramer, A.F. (2003). Fitness effects on the cognitive function of older adults: a meta-analytic study. Psychological Science, 14(2):125–30.

Hackney, M.E., Kantorovich, S., Levin, R. y Earhart, G.A. (2007). Effects of tango on functional mobility in Parkinson’s disease: a preliminary study. Journal of Neurologic Physical Therapy, 31(4):173–9.

Hackney, M.E. y Earhart, G.A. (2010). Effects of dance on balance and gait in severe Parkinson disease: a case study. Disability and Rehabilitation, 32(8):679–84.

Hill, H. (2008). Danzando con esperanza. La DMT con personas afectadas por demencia. En H. W. Chaiklin, La vida es danza (págs. 197-212). Barcelona: Gedisa.

Instituto de Mayores y Servicios Sociales, IMSERSO (2011). Guía Danza Creativa Terapéutica (1ª edición). Recuperado de: http://www.crealzheimer.es/InterPresent1/groups/imserso/documents/binario/guadanzacreaticaterapeutica.pdf

Karkou, V. y Sanderson, P. (2006). Arts Therapies: A Research‐Based Map of the Field. Edinburgh: Elsevier.

Karkou, V. y Meekums, B. (2017). Dance movement therapy for dementia. Cochrane Database of Systematic Reviews. DOI: 10.1002/14651858.CD011022.pub2.

Kitwood, T. (1997). Dementia reconsidered: the person comes first. Buckingham: Philadelphia: Open University Press.

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Miguel Ángel Maroto-Demencia y apnea del sueño.

 

La persona que duerme a tu lado ronca muy fuerte.

De repente, silencio, silencio, silencio… No respira.

Y ahora sí. Ahora inhala aire ruidosamente y con angustia, como alguien que sale del agua.

¿Qué ha pasado?

¿Te resulta conocido?, ¿tienes un familiar que duerme así por la noche o en una siesta?

Puede que tenga APNEA DEL SUEÑO.

  1. ¿QUÉ ES LA APNEA?

Definamos el SAOS (Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño): de forma sencilla, es una parada en la respiración durante el sueño, de forma repetida y de hasta varios minutos.

No es puntual; se repite durante toda la noche.

Va acompañada de ronquidos aparatosos hasta que la persona deja de respirar y queda en silencio total.

Angustioso, ¿verdad?

 

  1. ¿QUÉ ESTÁ OCURRIENDO EN EL CUERPO?

Mientras la persona no respira, disminuye el nivel de oxígeno en sangre y aumenta el de CO2.

Si estas pausas respiratorias son de duración superior a dos minutos pueden ser muy peligrosas.

 

  1. APNEA DEL SUEÑO Y ALZHEIMER.

Los trastornos del sueño afectan a un 25–30% de los pacientes con demencia y contribuyen a un mayor riesgo de ingreso en residencias por la sobrecarga que generan en los cuidadores.

Diferentes estudios señalan a las apneas sin tratar como desencadenantes a medio y largo plazo de deterioro cognitivo en personas menores de 60 años. La sustancia gris del hipocampo se puede dañar y esto afecta la atención, memoria y las funciones ejecutivas.

En la enfermedad de Alzheimer hay neurotransmisor que resulta muy afectado: la acetilcolina. Es fundamental en la regulación del sueño, ya que participa en su inicio y su mantenimiento.

  1. LA CIENCIA VIENE AL RESCATE: LOS CPAP.

CPAP: dispositivo que genera presión positiva continua en la vía respiratoria (del inglés Continuous Positive Airway Pressure).

En un estudio realizado con pacientes con enfermedad de Alzheimer se demostró que el uso del dispositivo CPAP para el tratamiento de las apneas ralentizaba e incluso mejoraba el deterioro cognitivo.

Esto ocurre porque ayuda a desarrollar un mayor volumen de la sustancia gris del hipocampo y de los lóbulos frontales.

Resulta lógico que la falta de oxígeno (hipoxia) que se produce durante las pausas respiratorias cause con el tiempo daño neuronal. Los dispositivos (CPAP) ayuden a revertir la situación.

  1. POR EL HILO SE LLEGA AL OVILLO…

¿Sabías que hay un trastorno del sueño que ayuda a diagnosticar las demencias? Viendo cómo duerme la persona, se puede saber mucho.

En el Trastorno Conductual del Sueño REM el paciente no inhibe el tono muscular como debería ocurrir mientras dormimos. Es decir, la persona puede moverse durante el sueño REM, que es la fase en la que soñamos.  Como consecuencia, puede realizar movimientos bruscos imitando la acción que está soñando (correr, pelear, bailar…), con el riesgo de lesionarse a sí mismo o a su compañero de cama.

Este tipo de trastorno de sueño se da con mucha mayor frecuencia en la Enfermedad de Parkinson y en la demencia por cuerpos de Lewy. Sin embargo, aparece mucho menos en la enfermad de Alzheimer. Esto ayuda con el diagnóstico.

 

  1. TERAPIAS SIN FÁRMACOS.

Los fármacos juegan un papel muy importante, pero hay otras opciones que han demostrado su eficacia en pacientes con demencia y trastornos del sueño.

A. Terapia lumínica:

La luz es crucial en la regulación del sueño, ya que a través de la glándula pineal se sintetiza la hormona llamada melatonina, que es fundamental en:

  1. La regulación del ritmo circadiano.
  2. El control de la temperatura del cuerpo.
  3. Reducir el estrés oxidativo que pudieran causar las apneas de sueño no tratadas.

Diferentes estudios han mostrado que la exposición a la luz natural y a la luz artificial de amplio espectro produjo en personas mayores aumento de horas totales de sueño nocturno después de 4 semanas de tratamiento.

Otros estudios muestran cómo la combinación de melatonina y terapia lumínica reduce la agitación y mejora parámetros del sueño, por ejemplo como el tiempo en tardar en dormirse, el tiempo total de sueño, la eficacia (si es reparador o no…)

B. Actividad física:

La actividad física tiene grandes beneficios en personas mayores:

  • Crea masa muscular.
  • Mejora la fuerza.
  • Reduce las caídas.
  • Mejora el estado de ánimo
  • Es eficaz en el tratamiento del deterioro cognitivo.
  • Mejora el ritmo circadiano.
  • Potencia el sueño reparador en personas mayores.

C. Terapia conductual multicomponente:

  • La restricción del sueño o acortar las horas que se pasa en la cama.
  • Practicar la relajación muscular antes de ir a dormir.
  • Cuidar la “higiene del sueño”: levantarse y acostarse siempre a la misma hora, evitar el uso de excitantes como café, té, chocolate, alcohol y tabaco, limitar o eliminar las siestas, evitar cenas copiosas , controlar la luz, ruido y temperatura de la habitación.

D. La actividad social (familia, amigos…) combinada con la actividad física también ha demostrado ser un factor que ayuda a mejorar el sueño en personas mayores.

 

  1. EN RESUMEN: ¿QUÉ HAGO PARA MEJORAR EL SUEÑO DE LA PERSONA A LA QUE CUIDO?

A la vista de los diferentes estudios científicos, toma estas sencillas medidas  durante al menos 3 semanas:

 

  1. Regulación de horarios: acostarle y levantarle todos los días a la misma hora.
  2. Reducción de horas que pasa en la cama despierto.
  3. Exposición prolongada a la luz solar.
  4. Ejercicio físico de, al menos, una hora y por las mañanas.
  5. Melatonina: pese a estar autorizada su venta en España de forma libre en formato de hasta 1,9 mg, os aconsejamos consultar con su médico, geriatra o neurólogo antes de administrarla por nuestra cuenta.
  6. Participación semanal en actividades sociales.

Así mejorarán con el tiempo diferentes variables del sueño del paciente con demencia:

  • El tiempo que se tarda en dormir (latencia).
  • El número y duración de los despertares nocturnos.
  • La eficacia del sueño.

Y, por añadidura, ayudará a mejorar su estado cognitivo.

 

BIBLIOGRAFÍA

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