, ,

AFASIA: CÓMO AYUDAR CUANDO NO SALEN LAS PALABRAS

Claudia Balaguer de la Fuente y Miguel Ángel Maroto Serrano. La afasia: cuando no salen las palabras. 

 

  • “Tengo que hacer un esfuerzo enorme… para expresarme. Es agotador”
  • “Hay  muchas personas hablando. No puedo entender nada”
  • “No puedo participar en las conversaciones. No llego a tiempo”

¿Te resultan familiares estas situaciones? ¿Las padeces o tienes alguien querido que las sufre? Son algunos impedimentos más comunes los que se enfrentan las personas con afasia.

En mi primera experiencia con esta problemática un paciente me describió la realidad a la que unas 25.000 personas cada año en España se enfrentan a diario. Para hacerlo necesitó la ayuda de un bloc de notas:

“La gente me trata como si no entendiera, pero yo no tengo una discapacidad. Yo si entiendo, pero no puedo expresarme”.

Este mensaje evidencia la falta de conocimiento que existe sobre la afasia y la gran labor de concienciación que sigue siendo necesaria.

 

EMPEZANDO POR EL PRINCIPIO: ¿QUÉ ES LA AFASIA?

Es una alteración del lenguaje debida a una lesión cerebral, generalmente en el hemisferio izquierdo.

 

¿A QUÉ ASPECTOS PUEDE AFECTAR?

Al lenguaje expresivo, al lenguaje comprensivo, a la lectura y también a la escritura. Es decir, puede afectar tanto al lenguaje oral como al escrito.

 

¿A QUÉ SE DEBE?

La causa más prevalente de la afasia es el accidente cerebro-vascular (ACV), sin embargo, también puede producirse a consecuencia de:

  • Traumatismos craneoencefálicos (TCE).
  • Tumores cerebrales.
  • Infecciones.
  • Enfermedades neurodegenerativas.

 

¿QUÉ TIPOS DE AFASIAS HAY?

Existe una gran diversidad. La afasia puede ser tan severa que la comunicación con el paciente sea muy complicada o casi imposible o, por el contrario, tan leve que no dificulte apenas la comunicación.

Si la afasia es muy leve puede verse comprometida una sola función del lenguaje como la denominación, la lectura o la producción de frases completas. Sin embargo, lo más común es que varios componentes del lenguaje se vean afectados. De este modo, el paciente ve limitada su capacidad de comunicación.

 

  1. AFASIAS FLUENTES.

Las fluentes se caracterizan por un discurso productivo (es decir, por hablar mucho), que en ocasiones puede llegar a la logorrea, que es el empleo excesivo y desordenado de palabras al hablar.

Frecuentemente, el discurso da poca información. La articulación suele ser correcta y adecuada, así como la entonación.

La gramática se encuentra generalmente preservada, es decir, es adecuada. Sin embargo, a veces puede presentar paragramatismo: transgresiones sintácticas impredecibles, uso inadecuado de preposiciones u omisión de elementos fundamentales de la oración.

 

  1. AFASIAS NO FLUENTES.

Justo al contrario que las afasias fluentes, las no fluentes se caracterizan por una reducción del discurso.

Suelen presentar dificultad para iniciar enunciados y la articulación es laboriosa e inadecuada. En los casos más graves únicamente pueden pronunciar sílabas aisladas llegando en algunos casos al mutismo (ausencia total de habla).

Los enunciados son cortos y la entonación se encuentra alterada. También lo está la gramática (morfosintaxis), pudiendo presentar agramatismo (simplificación de la oración con omisión de artículos, preposiciones, conjunciones, verbos auxiliares).

 

 

¿CÓMO SABER ANTE QUÉ TIPO DE AFASIA ESTAMOS?

¿LA AFASIA PUEDE CURARSE?

No hay ninguna medicina o tratamiento farmacológico que la cure la afasia.

En los casos en que un tumor o un hematoma en el cerebro están haciendo presión sobre un área del lenguaje la cirugía puede tener éxito en curar la afasia. Sin embargo, la neurocirugía no es efectiva en los casos en los que la afasia es debida a un infarto cerebral, que son la mayoría (Guía FEDACE, 2019).

Para valorar el pronóstico es necesario considerar una serie de variables que determinan la evolución del paciente: edad, deterioro cognitivo, etiología, magnitud de la lesión y severidad de la afección entre otras.

 

¿QUÉ PODEMOS HACER?

La afasia requiere una rehabilitación logopédica intensiva y prolongada. La terapia del lenguaje puede reducir los síntomas, si bien, la mejoría suele ser parcial.

La intervención logopédica en la afasia tiene dos objetivos:

  1. Proporcionar un medio de comunicación funcional o eficaz.
  2. Lograr la máxima recuperación posible de las capacidades lingüísticas.

 

¿CÓMO AFECTA A LA CALIDAD DE VIDA DE LA PERSONA?

La afasia supone un fuerte impacto en la calidad de vida tanto del propio paciente como en familiares y personas de su entorno.

En las afasias más graves, las limitaciones motoras, la gran dificultad o imposibilidad de comunicarse y las repercusiones emocionales pueden disminuir la actividad hasta el punto de que la persona pierda completamente la motivación por comunicarse.

De la misma manera, las afasias menos graves, a pesar de que la persona pueda comunicarse con mayor o menor esfuerzo en situaciones cotidianas, siguen suponiendo un impedimento para una autonomía y calidad de vida plenas.

La participación de la familia y personas del entorno en todo el proceso puede incrementar notablemente los resultados de la rehabilitación siendo una fuente de estimulación para la recuperación del lenguaje.

 

 

PAUTAS PARA COMUNICARTE MEJOR CON ÉL.

Si tienes un familiar con afasia, te proponemos una serie de pautas para comunicarte mejor con él e incrementar su independencia y calidad de vida:

  • No infantilices: habla a una persona con afasia como le hablarías a una persona adulta, no como a un niño.
  • Evita cualquier tipo de distracción o ruido de fondo (televisión, radio, muchas personas hablando a la vez, etc.)
  • Antes de iniciar la comunicación, asegúrate de que la persona con afasia te está prestando atención.
  • Sé paciente, da tiempo a la persona con afasia para hablar y responder porque tarda más en procesar lo que va a decir y expresarlo.
  • Apoya y acepta todos sus intentos de comunicación, ya sea mediante gestos, dibujos, a través del habla o la escritura.
  • No le exijas que se comunique única y necesariamente a través del habla.
  • No le corrijas de manera continua y evita señalar y evidenciar todos sus errores así como una pronunciación perfecta y exacta de todas las palabras.
  • Es preferible que posea un mayor repertorio oral de vocabulario, a que exprese oralmente un menor número de palabras de manera precisa.
  • Ajusta tu comunicación a la persona:
    • Haciéndola más sencilla y clara.
    • Empleando frases cortas y sencillas.
    • Usando pausas frecuentes.
    • Utilizando preguntas cerradas o de respuesta corta (sí/no) o alternativas (¿quieres agua o zumo?).
    • Evita cambiar de tema bruscamente e introduce clara y detalladamente el nuevo tema del que va a hablar.
    • Repite y clarifica las frases si es necesario.
  • Cada vez que te comuniques con él, verifica que te ha entendido.
  • Mantén un ritmo de habla y volumen adecuado: la persona con afasia no está sorda, y le puede molestar que le griten.
  • Utiliza gestos y ayudas visuales (dibujos, pictogramas, imágenes) siempre que sea posible.
  • Promueve su independencia y socialización y permite que hable él siempre que sea posible (en comercios, con amigos y conocidos…).
  • Evita la sobre-protección y hablar en su nombre a no ser que se lo pida.
  • Motívale a seguir disfrutando de las actividades diarias, lúdicas y de ocio que realizaba previamente a la afección, siempre que sea posible.
  • Intenta que se involucre lo máximo posible en las conversaciones con amigos y familiares, así como en las decisiones del hogar y la rutina diaria.
  • Crea oportunidades de comunicación a partir de sus intereses.
  • Cuando no entiendas lo que dice, comunícaselo con delicadeza y pide pistas para que le sea más sencillo acotar el tema de conversación (“lo que me quieres decir, ¿es algo del hospital?”).
  • No pretendas hacerle creer que ha entendido el mensaje cuando no es así, pues puede llevar a un sentimiento de frustración.
  • Apóyale en cualquier decisión que decida tomar sobre su tratamiento o modalidad de sistema de comunicación (tecnología, papel…)

 

 

¿ES DE AYUDA QUE LA PERSONA SE COMUNIQUE POR ESCRITO?

En casos de afasia grave (global) los sistemas de comunicación basados en la escritura no serían válidos porque tanto el lenguaje oral y como el escrito están severamente afectados.

Sí sería una buena alternativa en casos de afasias no fluentes de menor severidad, en las que la escritura se encuentre preservada.

Y, ¿cómo podemos ayudar a pacientes con afasia grave? Se pueden emplear cuadernos de comunicación basados en imágenes o pictogramas junto con la palabra escrita. En ellos se incluye información relevante como necesidades básicas, personas significativas, calendario, horarios y rutinas, lugares frecuentados, expresiones sociales y temas de interés.

No obstante, es importante tener en cuenta las habilidades y preferencias de cada paciente. Muchas personas no se acostumbran a estos sistemas porque brindan pocas oportunidades de comunicación, por su dificultad de uso o por ser un sistema lento de comunicación.

 

 

¿CÓMO NOS AYUDA LA TECNOLOGÍA?

Es positivo considerar la inclusión de las nuevas tecnologías como soportes comunicativos (móvil, tablet, etc), por ser sencillas y ágiles. Os sugerimos varias apps de comunicación que pueden ser de gran ayuda:

  • Let me talk.
  • Araboard.
  • Piktoplus.
  • Pictodroid Lite.
  • Comunicador personal adaptable (CPA).
  • Android plaphoons.
  • Arawords.
  • Jocomunico.
  • Hablar y signar.
  • Jab talk comunicador.
  • Asaac.
  • Symbotalk – AAC talker.
  • OTAA Project.
  • Snap Core First.

 

¿QUÉ TRATAMIENTOS PODEMOS ESTABLECER?

En cuanto a la intervención en el lenguaje propiamente dicha es necesario establecer un plan de rehabilitación personalizado y ajustado a los déficits y habilidades del paciente. Se busca:

  • Una mejora de las habilidades cognitivas básicas, como la memoria, atención y funciones ejecutivas (flexibilidad cognitiva, planificación, organización, inhibición, razonamiento…).
  • La rehabilitación de los distintos componentes del lenguaje afectados, en los niveles fonológico y articulatorio, morfosintáctico, y léxico-semántico; tanto en comprensión y expresión oral como en lectura y escritura.

 

RECOMENDACIONES SEGÚN EL TIPO DE AFASIA.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

González, R., Hornauer-Hughes, A. (2014). Afasia: una perspectiva clínica, Revista Hospital Clínico Universidad de Chile, 25(4), 291-308.

FEDACE, Federación Española de Daño Cerebral. Guía de familias, 82-84. GuíadeFamiliasFedace

Martinell, M. (2013). Intervención logopédica en la afasia, Revista sobre ruedas, núm 83, 4-8.

Servicio de Daño Cerebral del Hospital Aita Menni. Guía para el manejo de la Afasia, pautas para personas con problemas de comunicación. https://xn--daocerebral-2db.es/publicacion/guia-afasia-vol-1/

FEDACE. (2007). Logopedia y Daño Cerebral Adquirido, núm 5.

CEAPAT, Imserso. (2019). Listado de enlaces de recursos tecnológicos.