Marta Tato y Miguel Ángel Maroto- Allí donde no llegan las pastillas.

TERAPIAS NO FARMACOLÓGICAS EN DEMENCIA

 

¿Has oído hablar de la TERAPIA DE REMINISCENCIA?

Es una terapia no farmacológica, es decir, que no se basa en medicación y que aporta beneficios a los pacientes de demencia. Hoy vamos conocerla mejor.

Empecemos por el principio. Hay tres conceptos clave que debemos tener claros: memoria, demencia y depresión. Vamos a acercarnos a su definición de un modo sencillo.

 

1. MEMORIA.
Es un proceso psicológico que sirve para adquirir, almacenar y recuperar información codificada.
Su buen funcionamiento depende de tres pasos:

1. Codificar la información que nos llega de los sentidos.
2. Almacenar esta información.
3. Recuperar la información cuando la necesitamos (Ballesteros, 1999).

 

2. DEMENCIA.
Es la pérdida progresiva de funciones mentales (memoria, orientación, razonamiento, juicio…) producida por diversos tipos de lesiones orgánicas del cerebro.
Este proceso reviste la suficiente gravedad como para que afecte al normal desenvolvimiento del paciente en la sociedad o en la familia (Mabel y Yadira, 2015).

 

3. DEPRESIÓN.
Es un trastorno del estado de ánimo donde hay desinterés o falta de motivación por las actividades habituales. También se caracteriza por tener un pensamiento pausado y, a menudo, por síntomas de retraso psicomotor.
Cuando aparece en personas mayores, se debilitan las funciones psicológicas y fisiológicas de la persona. ¿Qué ocurre si no tratamos la depresión adecuadamente? Que aumenta el deterioro social, cognitivo y funcional del paciente (Chilón, Alex y López, 2018).

 

¿HAY ALGUNA RELACIÓN ENTRE LA DEMENCIA Y LA DEPRESIÓN?

Claramente, sí. Se sabe que ambas guardan una relación significativa.
Hay alteraciones en la conducta de los pacientes con depresión que se pueden observar también frecuentemente en pacientes con demencia.
Por ejemplo, insomnio, lloro, tristeza, desesperanza, ansiedad, pérdida de interés y de energía, apatía, falta de motivación… todo ello, acompañado de abundantes quejas cognitivas (Fanch, Reglá y Pousa, 1999).

 

¿PODEMOS REDUCIR LA SINTOMATOLOGÍA DEPRESIVA EN PACIENTES CON DEMENCIA?

Aunque no existe cura para las demencias sí hay tratamientos que pueden aminorar los síntomas o disminuir su progreso (Cervantes, 2018).Una gran herramienta para lograrlo son las Terapias no Farmacológicas (TNF), así que vamos a conocerlas mejor.

Las TNF comenzaron a aplicarse en las demencias para paliar los efectos de estos procesos, a falta de tratamientos curativos. Hay numerosos estudios que afirman los beneficios de combinar un tratamiento farmacológico (medicación) a la vez que aplicamos TNF. Es decir, con esta combinación de tratamientos se pueden abordar los síntomas cognitivos y conductuales y estimular a los pacientes.

 

¿QUÉ LOGRAMOS CON LAS TNF?

Conseguimos que el paciente mejore la calidad de vida, la cognición, las actividades de la vida diaria (AVD), la conducta, la afectividad, el dominio físico-motor, el bienestar y calidad de vida del cuidador que le acompaña (Cervantes, 2018).

Es decir, son mejoras muy relevantes tanto para él o ella como para la persona que le cuida. Eso sí, es de gran importancia adaptar las TNF a las características de la persona a la que se dirige (Cervantes, 2018).

 

¿QUÉ TNF HAY?

Vamos a conocer algunas de ellas (Muñiz, Olazarán et al.,2015):

– Estimulación cognitiva:

Se basa en técnicas y estrategias para mejorar el rendimiento y eficacia de capacidades cognitivas como la memoria, la atención o la percepción.

– Ayudas externas:

Utilizamos materiales o dispositivos que sustituyen algunas de las capacidades cognitivas perdidas. Así podemos mantener actividades funcionales o sociales relevantes para el enfermo. Por ejemplo, pueden ser cosas tan sencillas como el uso de agendas para recordar citas o de avisadores para tomar la medicación.

– Terapia de orientación a la realidad (TOR).

Disminuye la angustia que produce en el paciente la desorientación. La persona puede sentirse fatal por ser consciente de que no es capaz de saber en qué año estamos; o por no recordar dónde está la panadería de su pueblo.
Con esta terapia conseguimos que siga conectado a su realidad y evite el aislamiento.

– Entrenamiento de actividades de la vida diaria (AVD).

Las AVD son las actividades son las básicas de una persona: levantarse, vestirse, etc. El objetivo es dar la mayor independencia posible a la persona. Si la ofrecemos la mínima ayuda necesaria para que pueda hacerlo solo, mantendrá la mayor autonomía posible.

– Musicoterapia.

Nos valemos de la música de forma activa o pasiva para estimular las capacidades cognitivas, provocar un refuerzo afectivo y sentimientos positivos. Además, si se acompaña de baile suave, se puede mejorar el estado físico. Es habitual usar canciones de cuando la persona era niño o joven o canciones que tengan un significado especial en su vida.

– Ejercicio físico.

Con ayuda de un profesional, guiamos a la persona para que haga un ejercicio aeróbico suave. Así logramos mejorar la resistencia, la flexibilidad, el equilibrio y la coordinación. Es importante mantenerse lo más en forma posible en todas las edades.

– Relajación.

Nos ayuda a liberar al paciente de la tensión muscular y la ansiedad. Puede usarse música, ejercicios guiados…

– Exposición.

Las personas con demencia suelen sentir mucho miedo: ¿qué hago si me pierdo?; ¿cómo voy a estar dentro de unos años?; ¿quién va a cuidar de mí….?
Ayudamos a afrontar el miedo de estar frente a situaciones o pensamientos que causan angustia. Lo hacemos exponemos al miedo de manera gradual y regular y, sobre todo, dando mucho refuerzo positivo por cada paso logrado.

– Técnicas de comunicación.

Utilizamos mensajes claros y precisos para que el paciente entienda lo que le estamos transmitiendo. En estas técnicas el lenguaje no verbal y mantener el contacto ocular son muy importantes.

– Reminiscencia.

Nos ayudamos de acontecimientos o experiencias del pasado remoto de la persona para mejorar sus capacidades actuales (los juegos de cuando era niño; el día que se casó; un viaje que hizo y del que guarda un recuerdo bonito…)

Vistas las TNF, ahora vamos a explicar la terapia de reminiscencia más detalladamente.

 

TERAPIA DE REMINISCENCIA EN DEMENCIA

La terapia de reminiscencia se basa en reforzar el mantenimiento de la memoria a largo plazo. La terapia de reminiscencia es una buena estrategia para frenar el deterioro de la calidad de vida en pacientes con demencia.

Veamos algunos ejemplos

• Podemos usar materiales como artículos de periódicos del pasado, fotografías, vídeos, juegos o recetas de cocina o música, entre otros (Cervantes, 2018).

Una actividad muy bonita es construir un “libro de Memorias”.

Implica recordar y registrar, por lo menos, cinco acontecimientos positivos de la persona (nacimiento de los hijos, anécdotas vividas con sus amigos cuando era joven, recuerdos bonitos de su profesión…) Para definir estos acontecimientos pueden colaborar personas significativas (hijos, cónyuge, amigos).
El libro puede realizar en formato digital o en papel y los acontecimientos pueden plasmarse por escrito o recurrir a materiales como fotografías, facilitando así la evocación de los acontecimientos.
Finalmente, se procede a realizar repasar lo vivido y estimular a la persona (Alfonso, Duarte, Pereira, y da Graça Esgalhado, 2010).

 

¿QUÉ BENEFICIOS APORTA LA TERAPIA DE REMINISCENCIA?

• Mejora el funcionamiento social, optimizando así las relaciones sociales y familiares.
• Reduce las conductas problemáticas en el enfermo.
• Estimula la identidad y el valor personal, creando satisfacción y bienestar.
• Establece conexiones entre el pasado, presente y futuro de la persona, reduciendo la desorientación.
• Reduce la sintomatología depresiva, mejorando el estado de ánimo y aumentando la autoestima.
• Mejora las capacidades cognitivas, como el lenguaje y la memoria.
• Mejora la adaptación a las actividades del día a día.

 

 

 

 

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Alfonso, R. M., Duarte, E., Pereira, H., y da Graça Esgalhado, M. (2010). Construcción de un programa individual de reminiscencia para mayores con demencia residentes en una institución. International Journal of Developmental and Educational Psychology, 2(1), 643-650.

Ballesteros, S. (1999). Memoria humana: investigación y teoría. Psicothema, 11(4), 705-723.

Cervantes Guerrero, M. D. M. (2018). Propuesta de un programa de estimulación cognitiva centrado en reminiscencia.

Chilón, Y., Alex, R., y López Alvarez, D. M. (2018). Efectividad de la terapia de reminiscencia para disminuir la depresión en pacientes adultos mayores.

Franch, J. V., Reglà, J. L., y Pousa, S. L. (1999). Depresión y demencia. Rev Neurol, 29, 599-603.

Mabel, G. P., y Yadira, P. C. (2015). La depresión en el cuidador principal de adultos mayores con enfermedad de Alzheimer leve y moderada. In Convención Salud 2015.

Muñiz, R., Olazarán, J. et al. (2015). Mapa de Terapias No Farmacológicas (TNF) para demencias tipo Alzheimer. Guía de iniciación técnica para profesionales. Editado por el Centro de Referencia Estatal (CRE) de Atención a Personas con Enfermedad de Alzheimer y otras demencias de Salamanca.

Ada Inés Simmonet Conde y  Miguel Ángel Maroto Serrano-Hay atajos para la felicidad y el baile es uno de ellos.

 

BENEFICIOS DE LA DANZA EN PERSONAS CON DEMENCIA.

Tradicionalmente, los tratamientos para las demencias (Alzheimer u otras) se han venido centrando en el uso de fármacos. Sin embargo, esta tendencia está cambiando: actualmente se conoce el alto valor que los tratamientos que ven a la persona como un todo pueden aportar a los pacientes con demencia.

Las personas somos un todo, una suma holística de nuestros procesos físicos, emocionales, sociales y cognitivos (Kitwood, 1997).

Hay una creciente literatura cinetífica que respalda la aplicación de las terapias artísticas en personas con demencia. ¿Por qué? Porque estas terapias, además de reducir el riesgo de demencia y ralentizar la enfermedad, son un medio de conexión entre personas (Palo-Bengtsson, 2002; Verghese, 2003; Hayes, 2011; Vink, 2011).

¿QUÉ ES LA DANZA-MOVIMIENTO TERAPIA?

Tras este nombre tan largo  tenemos un concepto sencillo: la terapia que utiliza el movimiento como medio para comunicarnos.

La Danza-Movimiento Terapia (DMT, para abreviarlo) es una especialidad en psicoterapia que utiliza la creatividad que todos tenemos. Veamos cómo describen esta terapia los especialistas:

  • Esta terapia busca la integración cuerpo-mente del individuo (Bernstein, 1979; extraído de Panhofer, 2005).
  • El movimiento y la danza son un medio para lidiar con los conflictos emocionales o psicológicos.
  • Todo movimiento corporal puede provocar cambios en la mente. Es decir, tenemos dos beneficios a la vez: promovemos la salud y el crecimiento personal.

(Extraído de la Asociación Española de profesionales en Danza Movimiento Terapia).

 

¿QUÉ BENEFICIOS TIENE LA DMT PARA LA DEMENCIA?

Cuando la ponemos en marcha toma se convierte en una importante herramienta para los pacientes: mejora su percepción corporal, su empatía y su sensibilidad ante aspectos no verbales, tanto de la relación con otras personas como con el ambiente (Hill, 2008).

Ayuda a retrasar el deterioro cognitivo, mejorar el estado de ánimo y aumentar la interacción social debido a:

  • El uso del movimiento, siendo a la vez ejercicio y baile.
  • El uso de la música.
  • La relación terapéutica.
  • Sus beneficios específicos.

(Karkou y Meekums, 2017).

 

MEJORAS FÍSICAS.

La DMT utiliza el cuerpo y fomenta el movimiento entre participantes, así que genera cambios fisiológicos asociados a la práctica de ejercicio. Tiene  efectos positivos a nivel físico y en la cognición (Colcombe, 2003).

Ciertas formas de baile, como el tango, pueden incluso mejorar los síntomas de los pacientes con Parkinson, en especial el equilibrio y la marcha (Hackney, 2007; Hackney, 2010).

De hecho, el tango tiene muchos elementos en común con la DMT como movimientos iniciales y finales, rango de velocidades, variación rítmica… (Hackney, 2010).

¡

ALGUNOS CONCEPTOS TÉCNICOS

Lo que diferencia a la DMT del baile es el establecimiento de una buena relación terapéutica.

¿Qué es la relación terapéutica? Una forma de psicoterapia que puede ser un agente clave para el cambio (Norcross, 2011; Macaskie, 2012). El término embodiment es utilizado en la psicoterapia verbal para referirse a la relación terapéutica (Macaskie, 2012), en la que el conocimiento relacional implícito y la memoria corporal implícita participan de manera conjunta. Este término procedente del campo de la somática, que es fundamental en la DMT, pone énfasis en la vivencia práctica desde la corporalidad de la persona (Schiphrost, 2007).

La empatía, como componente central de la relación terapéutica, se utiliza en la DMT como una forma de entendimiento sofisticada y kinestésica (Meekums, 2012).

 

BAILE Y DMT, ¿CUÁLES SON LAS DIFERENCIAS?

En la DMT los participantes se centran en el movimiento creativo en lugar de aprender pasos con la música.

Por lo tanto, se esperan beneficios adicionales más allá de los que se espera con el ejercicio físico o clases de baile.

Según algunos estudios el cambio terapéutico puede estar asociado con algunas características específicas de la DMT, cómo el embodiment, creatividad e improvisación, imaginación basada en el movimiento, el uso del movimiento simbólico y el uso del movimiento cómo metáfora (Karkou, 2006).

 

¿Y CÓMO AYUDA A LAS PERSONAS CON DEMENCIA?

En la demencia, la memoria corporal puede ayudar la reminiscencia (Woods, 2009).

El movimiento simbólico sirve para comprender la comunicación (Meekums, 2002) y puede ser útil para personas con demencia (Young, 2011).

La creatividad y la improvisación del movimiento permiten a los participantes conectar consigo mismos y con los demás, además de retrasar el deterioro cognitivo (Karkou, 2006).

El uso de metáforas y símbolos pueden ser de ayuda para no pensar en los recuerdos y sentimientos que producen ansiedad y sirven para modificarlos a otros más seguros y tranquilizadores (Karkou, 2006; Meekums, 2002).

 

MÚSICA, MAESTRO!

Aunque la música no es imprescindible, es frecuente que los terapeutas la utilicen en sus sesiones. La musicoterapia es una terapia estrechamente relacionada con la DMT y puede tener también efectos positivos en la reducción de síntomas conductuales asociados con la demencia (Vink, 2011).

 

DISEÑO DE UNA SESIÓN: 1, 2, 3… ¡A BAILAR!

Antes del inicio de cada sesión tenemos que tener claro el objetivo que buscamos, que debe centrarse en las necesidades tanto del grupo como de cada persona.

  1. Introducción:
  • Saludo corporal y también verbal, si fuera necesario.
  • Pequeño calentamiento con reconocimiento corporal.
  1. A partir de una propuesta inicial se desarrollan las actividades que van evolucionando según las circunstancias del grupo:
  • Incorporación del espacio.
  • Utilización de la voz y accesorios (instrumentos, etc.)
  1. Cierre:
  • Relajación
  • Despedida final de manera corporal y verbal (en caso de ser posible)

 

 

BIBLIOGRAFÍA

Asociación de Danza Movimiento Terapia, ADMTE (2012). ¿Qué es la DMT? Recuperado de: https://www.danzamovimientoterapia.com/index.php/sample-sites/que-es-dmt

Colcombe, S. y Kramer, A.F. (2003). Fitness effects on the cognitive function of older adults: a meta-analytic study. Psychological Science, 14(2):125–30.

Hackney, M.E., Kantorovich, S., Levin, R. y Earhart, G.A. (2007). Effects of tango on functional mobility in Parkinson’s disease: a preliminary study. Journal of Neurologic Physical Therapy, 31(4):173–9.

Hackney, M.E. y Earhart, G.A. (2010). Effects of dance on balance and gait in severe Parkinson disease: a case study. Disability and Rehabilitation, 32(8):679–84.

Hill, H. (2008). Danzando con esperanza. La DMT con personas afectadas por demencia. En H. W. Chaiklin, La vida es danza (págs. 197-212). Barcelona: Gedisa.

Instituto de Mayores y Servicios Sociales, IMSERSO (2011). Guía Danza Creativa Terapéutica (1ª edición). Recuperado de: http://www.crealzheimer.es/InterPresent1/groups/imserso/documents/binario/guadanzacreaticaterapeutica.pdf

Karkou, V. y Sanderson, P. (2006). Arts Therapies: A Research‐Based Map of the Field. Edinburgh: Elsevier.

Karkou, V. y Meekums, B. (2017). Dance movement therapy for dementia. Cochrane Database of Systematic Reviews. DOI: 10.1002/14651858.CD011022.pub2.

Kitwood, T. (1997). Dementia reconsidered: the person comes first. Buckingham: Philadelphia: Open University Press.

Norcross, J.C. y Wampold, B.E. (2011). What works for whom: tailoring psychotherapy to the person. Journal of Clinical Psychology: In Session, 67:127–32. DOI: 10.1002/ jclp.20764

Macaskie, J., Meekums, B. y Nolan, G. (2012). Transformational education for psychotherapy and counselling: a relational dynamic approach. British Journal of Guidance & Counselling, 41(4):351–62. DOI: 10.1080/ 03069885.2012.726348

Meekums, B. (2002). Dance Movement Therapy. London: Sage.

Meekums, B. (2012). Kinesthetic Empathy and Movement Metaphor in Dance Movement Psychotherapy. Reynolds, D. y Reason, M. (Eds.). Kinaesthetic Empathy in Creative and Cultural Practices. Bristol: Intellect Publishing.

Palo-Bengtsson, L. y Ekman, S.L. (2002). Emotional response to social dancing and walks in persons with dementia. American Journal of Alzheimer’s Disease and Other Dementias, 17 (3):149–53.

Panhofer, H. (2005). El cuerpo en psicoterapia. Barcelona: Gedisa.

Schiphorst, T. (2007). The Varieties of User Experience: Bridging Embodied Methodologies from Somatics and Performance to Human Computer Interaction. Recuperado de: http://www.sfu.ca/~tschipho/

Verghese, J., Lipton, R., Katz, M., Hall, C., Derby, C., Kuslansky, G., et al. (2003). Leisure activities and the risk of dement in the elderly. New England Journal of Medicine, 348: 2508–16.

Vink, A.C., Birks, J., Bruinsma, M.S. y Scholten, R.J.P.M. (2011). Music therapy for people with dementia. Cochrane Database of Systematic Reviews. DOI:10.1002/14651858.CD003477.pub2.

Woods, B., Spector, A.E., Jones, C.A., Orrell, M. y Davies, S.P. (2009). Reminiscence therapy for dementia. Cochrane Database of Systematic Reviews. DOI:10.1002/14651858.CD001120.pub2

Young, T.J., Manthrop, C., Howells, D. y Tullo, E. (2011). Developing a career communication intervention to support personhood and quality of life in dementia. Ageing and Society, 23(7):1003‐25.

Cristina Sánchez y Miguel Ángel Maroto- La investigación en Alzheimer.

 

¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN?

Si un familiar tuyo sufre Alzheimer, es normal que te preguntes cómo avanza la investigación hacia su cura y si en pocos años podría haber tratamientos eficaces.

Gran parte de la investigación se centra en el estudio del diagnóstico precoz de la enfermedad.

La enfermedad comienza unos 15 años antes de que se aparezcan los primeros síntomas. Por eso es crucial la investigación en las primeras fases, cuando aún se puede actuar. Si quieres saber más, haz clic aquí.

PRINCIPALES LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN.

  1. ESTUDIOS DE MARCADORES NEURO-PSICOLÓGICOS.
  • Memoria episódica: es la que hace referencia a acontecimientos relevantes en la vida de una persona. Se sabe que su deterioro es uno de los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Estudiando cómo se altera esta memoria en las primeras fases, se puede saber más sobre la enfermedad.
  • Memoria semántica: es la que se refiere a los datos que aprendemos en la vida de carácter general (por ejemplo, los ríos de España o los nombres de personajes conocidos). Sabemos que la pérdida de este tipo de memoria podría estar relacionada con una anomalía ocasionada con una alteración que se puede ver en pacientes iniciales de Alzheimer. En concreto, ovillos neurofibrilares en la zona del hipocampo.

En todo caso, cuando la persona aún está en las etapas iniciales de la enfermedad de Alzheimer los marcadores parecen seguir encontrándose dentro de la normalidad.

 

  1. ANÁLISIS DE BIOMARCADORES.

La investigación actual se centra en dos proteínas: la proteína b-amiloide y la proteína tau, en el líquido cerebro raquídeo.

¿Por qué estudiamos estas proteínas?

Porque una baja tasa de la proteína b-amiloide y una alta de la proteína tau parece estar relacionada con la enfermedad de Alzheimer.

 

  1. NEUROIMAGEN POR MEDIO DE TAC, PET Y RESONANCIA MAGNÉTICA.

Con estas técnicas, se están estudiando los cambios en el cerebro. Cuando estos cambios son visibles, se pueden visualizar mediantes estas tecnologías.

Parece que hay una pequeña correlación entre la atrofia en la zona media temporal del cerebro con niveles altos de la proteína tau, pero no con niveles bajos de la proteína b-amiloide.

 

  1. ANÁLISIS GENÉTICO.

Por ahora, sólo da indicios de predisposición a desarrollar la enfermedad, pero no hay predictores claros. Es decir, en la mayoría de los casos, si has tenido o tienes un familiar con Alzheimer no tiene por qué significar que tú también lo vayas a padecer.

Así las cosas, los estudios son numerosos, pero aún queda mucho por hacer. El que las primeras fases sean asintomáticas o ligeramente sintomáticas dificulta la investigación.

Sin embargo, los muchos recursos que a nivel mundial se están dedicando al estudio de esta enfermedad hace que cada vez se vaya sabiendo más sobre esta compleja enfermedad, el Alzheimer.

 

BIBLIOGRAFÍA

  • blog.fpmaragall.org/escala-fast
  • Díaz-Madomingo, M.C., García-Herranz, S., Peraita-Andrados, H. Detección precoz del deterioro leve y conversión a la enfermedad de Alzheimer: un estudio longitudinal de casos. Madrid. (2010). Revista Psicogeriatría 2010; 2 (2). Viguera Editores.
  • Deus Yela, J; Deví Bastida, J.; Sáinz Pelayo, M. P. (2018). Neurología de la enfermedad de Alzheimer. Madrid: Editorial Síntesis.
  • Herández-Lahoz, C., López-Pousa, S. (2016). Alzheimer. Guía práctica para conocer, comprender y convivir con la enfermedad. Oviedo: Ediciones Nobel.
  • Valls-Pedret, Cinta; Minuevo, José Lui; Rami, Lorena. Diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer: fase prodrómica y preclínica (2010). Barcelona. Revista Neurol 2010; 51 (8).
  • Vila Miravent, J. (2011). Guía práctica para entender los comportamientos de los enfermos de Alzheimer. Barcelona: Ediciones Octaedro.

Miguel Ángel Maroto-Demencia y apnea del sueño.

 

La persona que duerme a tu lado ronca muy fuerte.

De repente, silencio, silencio, silencio… No respira.

Y ahora sí. Ahora inhala aire ruidosamente y con angustia, como alguien que sale del agua.

¿Qué ha pasado?

¿Te resulta conocido?, ¿tienes un familiar que duerme así por la noche o en una siesta?

Puede que tenga APNEA DEL SUEÑO.

  1. ¿QUÉ ES LA APNEA?

Definamos el SAOS (Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño): de forma sencilla, es una parada en la respiración durante el sueño, de forma repetida y de hasta varios minutos.

No es puntual; se repite durante toda la noche.

Va acompañada de ronquidos aparatosos hasta que la persona deja de respirar y queda en silencio total.

Angustioso, ¿verdad?

 

  1. ¿QUÉ ESTÁ OCURRIENDO EN EL CUERPO?

Mientras la persona no respira, disminuye el nivel de oxígeno en sangre y aumenta el de CO2.

Si estas pausas respiratorias son de duración superior a dos minutos pueden ser muy peligrosas.

 

  1. APNEA DEL SUEÑO Y ALZHEIMER.

Los trastornos del sueño afectan a un 25–30% de los pacientes con demencia y contribuyen a un mayor riesgo de ingreso en residencias por la sobrecarga que generan en los cuidadores.

Diferentes estudios señalan a las apneas sin tratar como desencadenantes a medio y largo plazo de deterioro cognitivo en personas menores de 60 años. La sustancia gris del hipocampo se puede dañar y esto afecta la atención, memoria y las funciones ejecutivas.

En la enfermedad de Alzheimer hay neurotransmisor que resulta muy afectado: la acetilcolina. Es fundamental en la regulación del sueño, ya que participa en su inicio y su mantenimiento.

  1. LA CIENCIA VIENE AL RESCATE: LOS CPAP.

CPAP: dispositivo que genera presión positiva continua en la vía respiratoria (del inglés Continuous Positive Airway Pressure).

En un estudio realizado con pacientes con enfermedad de Alzheimer se demostró que el uso del dispositivo CPAP para el tratamiento de las apneas ralentizaba e incluso mejoraba el deterioro cognitivo.

Esto ocurre porque ayuda a desarrollar un mayor volumen de la sustancia gris del hipocampo y de los lóbulos frontales.

Resulta lógico que la falta de oxígeno (hipoxia) que se produce durante las pausas respiratorias cause con el tiempo daño neuronal. Los dispositivos (CPAP) ayuden a revertir la situación.

  1. POR EL HILO SE LLEGA AL OVILLO…

¿Sabías que hay un trastorno del sueño que ayuda a diagnosticar las demencias? Viendo cómo duerme la persona, se puede saber mucho.

En el Trastorno Conductual del Sueño REM el paciente no inhibe el tono muscular como debería ocurrir mientras dormimos. Es decir, la persona puede moverse durante el sueño REM, que es la fase en la que soñamos.  Como consecuencia, puede realizar movimientos bruscos imitando la acción que está soñando (correr, pelear, bailar…), con el riesgo de lesionarse a sí mismo o a su compañero de cama.

Este tipo de trastorno de sueño se da con mucha mayor frecuencia en la Enfermedad de Parkinson y en la demencia por cuerpos de Lewy. Sin embargo, aparece mucho menos en la enfermad de Alzheimer. Esto ayuda con el diagnóstico.

 

  1. TERAPIAS SIN FÁRMACOS.

Los fármacos juegan un papel muy importante, pero hay otras opciones que han demostrado su eficacia en pacientes con demencia y trastornos del sueño.

A. Terapia lumínica:

La luz es crucial en la regulación del sueño, ya que a través de la glándula pineal se sintetiza la hormona llamada melatonina, que es fundamental en:

  1. La regulación del ritmo circadiano.
  2. El control de la temperatura del cuerpo.
  3. Reducir el estrés oxidativo que pudieran causar las apneas de sueño no tratadas.

Diferentes estudios han mostrado que la exposición a la luz natural y a la luz artificial de amplio espectro produjo en personas mayores aumento de horas totales de sueño nocturno después de 4 semanas de tratamiento.

Otros estudios muestran cómo la combinación de melatonina y terapia lumínica reduce la agitación y mejora parámetros del sueño, por ejemplo como el tiempo en tardar en dormirse, el tiempo total de sueño, la eficacia (si es reparador o no…)

B. Actividad física:

La actividad física tiene grandes beneficios en personas mayores:

  • Crea masa muscular.
  • Mejora la fuerza.
  • Reduce las caídas.
  • Mejora el estado de ánimo
  • Es eficaz en el tratamiento del deterioro cognitivo.
  • Mejora el ritmo circadiano.
  • Potencia el sueño reparador en personas mayores.

C. Terapia conductual multicomponente:

  • La restricción del sueño o acortar las horas que se pasa en la cama.
  • Practicar la relajación muscular antes de ir a dormir.
  • Cuidar la “higiene del sueño”: levantarse y acostarse siempre a la misma hora, evitar el uso de excitantes como café, té, chocolate, alcohol y tabaco, limitar o eliminar las siestas, evitar cenas copiosas , controlar la luz, ruido y temperatura de la habitación.

D. La actividad social (familia, amigos…) combinada con la actividad física también ha demostrado ser un factor que ayuda a mejorar el sueño en personas mayores.

 

  1. EN RESUMEN: ¿QUÉ HAGO PARA MEJORAR EL SUEÑO DE LA PERSONA A LA QUE CUIDO?

A la vista de los diferentes estudios científicos, toma estas sencillas medidas  durante al menos 3 semanas:

 

  1. Regulación de horarios: acostarle y levantarle todos los días a la misma hora.
  2. Reducción de horas que pasa en la cama despierto.
  3. Exposición prolongada a la luz solar.
  4. Ejercicio físico de, al menos, una hora y por las mañanas.
  5. Melatonina: pese a estar autorizada su venta en España de forma libre en formato de hasta 1,9 mg, os aconsejamos consultar con su médico, geriatra o neurólogo antes de administrarla por nuestra cuenta.
  6. Participación semanal en actividades sociales.

Así mejorarán con el tiempo diferentes variables del sueño del paciente con demencia:

  • El tiempo que se tarda en dormir (latencia).
  • El número y duración de los despertares nocturnos.
  • La eficacia del sueño.

Y, por añadidura, ayudará a mejorar su estado cognitivo.

 

BIBLIOGRAFÍA

  • Maroto Serrano, Miguel Ángel. Dormir Bien, programa para la mejora del sueño. Consejería de Sanidad, Comunidad de Madrid, 2003
  • Marcelo Miranda C., Rodrigo O. Kuljis. Trastornos del sueño en la enfermedades neurodegenerativas . Unidades de trastornos del movimiento y de la cognición y la conducta. Departamento de neurologia . Clínica las Condes. 2013 . Artículo
  • Miranda M., Castillo JL Slacheveski A., Alteraciones del sueño en enfermedades neurodegenerativas. Incluido dentro de Tratado del sueño. Vigueras editores. Barcelona 2013
  • McCurry SM, Ancoli-Israel S. Sleep dysfunction in Alzheimer´s disease and other dementias. Curr Treat Opcions Neurol 2003

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cristina Sánchez y Miguel Ángel Maroto-Deterioro cognitivo leve: ¿qué significa?

 

¿Sabías que…?

No sabemos con exactitud cómo se inicia la enfermedad del Alzheimer, pero las primeras lesiones cerebrales se producen unos 15 años antes de que aparezcan los síntomas.

¡15 años! Por aquel entonces tu familiar, al que acaban de diagnosticar Alzheimer, seguramente aún trabajaba o se ocupaba de la familia, o ambas cosas.

¿Quién se iba a imaginar que una enfermedad silenciosa comenzaba en su cerebro?

Cuando la enfermedad de Alzheimer hace visibles sus primeros síntomas las lesiones en el cerebro ya son graves. Por eso es importante actuar con premura.

 

 

LEVE, MODERADO, GRAVE… NOS LO HA DICHO EL MÉDICO PERO, ¿QUÉ SIGNIFICA?

Hay diversas escalas para clasificar las fases de la enfermedad.

A. Escala GDS: se caracteriza por analizar la evolución de la enfermedad como un proceso de pérdida de facultades similar (pero a la inversa) al proceso de aprendizaje de capacidades que tuvimos en los primeros años de nuestra vida.

¿Has visto la película El curioso caso de Benjamin Button, protagonizada por Brad Pitt? En ella, el protagonista nace como un anciano y, a medida que cumple años, pasa a la edad madura, a la juventud y finalmente, muere siendo un bebé.

Podría decirse que algo similar ocurre en el deterioro cognitivo: cuanto más tiempo pasa, la persona pierde más habilidades adquiridas durante su aprendizaje infantil (orientarse, relacionarse, hablar…)

B. Otra escala reconocida es la escala FAST. Una fuente de referencia para aprender sobre ella puede ser la Fundación Pascual Maragall.

 

 

¿CÓMO ES LA FASE LEVE?

Como hemos dicho, empieza mucho antes de que se manifiesten los primeros síntomas. Esta fase se puede dividir, siguiendo la escala GDS, en cuatro niveles. En el artículo de hoy vamos a ver el primero de los cuatro.

  1. ETAPA DE NORMALIDAD, O FASE PRE-CLÍNICA.

Todo parece estar bien a nivel cognitivo y de conducta. El enfermo actúa, piensa, habla y se relaciona como una persona sana. Pero en su interior ya se están produciendo anomalías y alteraciones en determinadas proteínas. Algunos autores mencionan posibles síntomas leves, como pequeñas disfunciones del sueño, pero son teorías aún sin afianzar ni evaluar suficientemente.

Hay, principalmente, dos proteínas que sufren anomalías y que son el inicio de la enfermedad:

A. La proteína ß-amiloide (beta-amiloide), que está en la membrana de las neuronas.

Vamos a explicarlo de un modo sencillo: proteína ß-amiloide es una proteína larga formada por varias partes.

Imaginemos un tren formado por varios vagones. El tren tiene un tiempo de vida útil, así que cuando el tren se hace viejo debe ser sustituido por uno nuevo.

En ese momento, hay que sacar fuera de la neurona el viejo tren para llevarlo a la chatarra.

Hay un operario que se encarga de separar el tren en vagones y sacarlos uno por uno.

Pero, ¿qué ocurre cuando el operario hace mal su trabajo y hay vagones del tren demasiado grandes?

Que los viejos vagones se acumulan en el espacio entre las neuronas y nadie se los lleva. Quedan abandonados y la chatarra se amontona cada vez más. Llega un momento que hay tanta chatarra acumulada entre las neuronas no se pueden comunicar entre ellas.

En lenguaje más próximo a la fisiología: cuando hay que renovar la proteína ß-amiloide (el tren) hay una enzima (el operario) que corta esta proteína para que pueda ser evacuada del espacio intersticial (zona entre las neuronas).

El líquido cefalorraquídeo se lleva los fragmentos hasta las terminaciones de los vasos sanguíneos y son expulsados del cerebro.

El problema se produce cuando la enzima encargada del corte de la proteína lo hace mal: los cortes son demasiado grandes y la proteína ß-amiloide queda como residuo entre las neuronas.

Esto da lugar a placas que dificultan y terminan por imposibilitar la sinapsis (la comunicación) entre las neuronas

 

B. La segunda proteína implicada es la tau, que se encuentra dentro de la neurona.

Por un proceso bioquímico, la proteína se va acumulando cada vez más y se forman unos “ovillos”, precisamente como si de ovillos de lana se tratara. Afectan tanto a la neurona que acaba muriendo.

De nuevo, lo explicamos en un lenguaje más científico: se produce una hiperfosforilación de la proteína cuando no debería ser sí.

Esta anomalía hace que se generen ovillos neurofibrilares por acumulación de la proteína que producirán el mal funcionamiento de la neurona, un estrés neuronal y, en definitiva, su muerte.

 

¿POR QUÉ TARDA TANTO EN SER VISIBLE LA ENFERMEDAD?

En las primeras etapas de la enfermedad estas anomalías el cerebro las va “solucionando” por medio de conexiones alternativas.

El cerebro es un órgano muy plástico que evoluciona y cambia a lo largo de toda la vida creando nuevas conexiones y rutas.

Los estudios de cerebros procedentes de autopsias muestran daños propios de la enfermedad de Alzheimer en cerebros de personas aparentemente sanas que estarían en la fase asintomática. Estos daños se encuentran, especialmente, en el hipocampo y en zonas conectadas con él.

Las personas que han tenido una actividad y un progreso cognitivo alto o muy alto (por ejemplo, que hayan ejercido profesiones exigentes a nivel intelectual) generan con más facilidad y rapidez nuevas conexiones que permiten al cerebro seguir funcionando aunque las anomalías ya estén presentes.

Además, una buena dieta, actividad mental, evitar el tabaco y una vida saludable hacen que la persona que tenga esta enfermedad alargue el período de vida normalizada.

 

 

En todo caso, aunque una vida y una alimentación saludables son, sin duda, elementos beneficios para la prevención o el retardo de todo tipo de demencia, no hay nada demostrado sobre la relación causa-efecto de formas de vida poco saludables, accidentes, forma de vida, ni tan siquiera la predisposición genética, con el nacimiento y desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.

¿Quieres saber más?

 

BIBLIOGRAFÍA

  • https://blog.fpmaragall.org/escala-fast
  • Díaz-Madomingo, M.C., García-Herranz, S., Peraita-Andrados, H. Detección precoz del deterioro leve y conversión a la enfermedad de Alzheimer: un estudio longitudinal de casos. Madrid. (2010). Revista Psicogeriatría 2010; 2 (2). Viguera Editores.
  • Deus Yela, J; Deví Bastida, J.; Sáinz Pelayo, M. P. (2018). Neurología de la enfermedad de Alzheimer. Madrid: Editorial Síntesis.
  • Herández-Lahoz, C., López-Pousa, S. (2016). Alzheimer. Guía práctica para conocer, comprender y convivir con la enfermedad. Oviedo: Ediciones Nobel.
  • Valls-Pedret, Cinta; Minuevo, José Lui; Rami, Lorena. Diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer: fase prodrómica y preclínica (2010). Barcelona. Revista Neurol 2010; 51 (8).
  • Vila Miravent, J. (2011). Guía práctica para entender los comportamientos de los enfermos de Alzheimer. Barcelona: Ediciones Octaedro.

 

 

Cristina Sánchez y Miguel Ángel Maroto- Deterioro cognitivo leve: ¿qué significa? (parte II)

Continuamos acercándonos a las primeras fases del deterioro cognitivo. Si te perdiste la primera parte, la puedes consultar aquí.

 

  1. ETAPA DE DETERIORO COGNITIVO SUBJETIVO + ETAPA DE DETERIORO COGNITIVO LEVE.

Para que sean más sencillas de entender, englobaremos estas dos fases de la escala GDS en una sola. Esta fase se denomina prodrómica.

Aquí se empiezan a notar algunos síntomas leves, pre-clínicos: pequeñas desorientaciones, pérdidas de objetos, dificultad para decir el nombre de personas o cosas…

Sobre todo, se van notando estos síntomas en situaciones o ambientes de estrés o de exigencia, como en el trabajo. Y empieza a haber algunas percepciones de terceros que se dan cuenta que algo no va bien.

En estas etapas no hay alteraciones “graves” de la conducta ni de la capacidad cognitiva. Y las que hay son difícilmente perceptibles o son achacables a múltiples razones (estrés, despiste…)

Pero precisamente aquí se reúne buena parte de la investigación porque es cuando podemos actuar contra la enfermedad de forma eficiente.

Es decir, la investigación intenta avanzar principalmente en el diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer.

 

 

  1. ETAPA DE DEMENCIA LEVE:

Aquí se suele producir ya un cambio importante de situación y comienza a ser, normalmente, una etapa clínica. Es decir, ya se puede diagnosticar la enfermedad de Alzheimer mediante un examen neuropsicológico.

Se empiezan a ver claramente dificultades para situaciones como:

  • Planificar actividades complejas, como organizar una fiesta o programar un viaje.
  • La memoria a corto plazo falla claramente.
  • Se profundizan las confusiones entre distintos episodios de la propia historia.
  • Se empiezan a tener serios problemas para gestionar el patrimonio.

 

 

Es cuando se suele dar uno de los momentos más delicados de todo el proceso: dar el resultado del diagnóstico al enfermo y a la familia.

La información calmada y clara (ni profusa y técnica, ni insuficiente) es necesaria para la familia y para el enfermo, que es una persona capaz y consciente en gran medida.

En muchas ocasiones se puede producir rechazo del diagnóstico por el enfermo, por la familia, o deseo de ésta de que no se le diga nada al paciente. Son situaciones delicadas que el médico tiene que tratar con claridad y tranquilidad.

Es el momento de empezar los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos y el cambio de vida. Hay que interiorizar y aceptar la nueva situación y la enfermedad:

  • Será el momento de dejar el trabajo, si se estaba en activo, o de iniciar los procesos de invalidez laboral.
  • Dejar de hacer, al menos solo, algunas de las actividades que se hacían.
  • En la familia se produce un terremoto, con un movimiento de funciones, de roles, de actuaciones y responsabilidades.
  • En muchos casos en este momento se inicia el duelo, no por la pérdida física del ser querido, sino por la pérdida irreversible de la persona que es o que era, de forma paulatina.

Normalmente será el familiar más allegado o el más capaz o con una disposición temporal mayor el que se vaya convirtiendo en el cuidador principal.

La vida del cuidador principal cambiará radicalmente en la mayoría de los casos.

Es el momento de aprender, para el enfermo y para la familia, lo que es la enfermedad y cómo vivir con ella.

Las capacidades del enfermo serán cada vez menores y, en especial, este aprendizaje y cambio lo tendrá que asumir el cuidador principal.

 

 

Es el último momento para utilizar las salvaguardas que el derecho da a las personas que son capaces de obrar, pues en este momento el enfermo aún tiene capacidad. Está disminuida, pero aún la tiene. Es momento para utilizar figuras como el poder general preventivo, la autotutela, o dejar resuelto el testamento.

También es el momento, si no se ha hecho antes, de que el enfermo realice su Testamento Vital, o también llamado, el documento de Instrucciones Previas, en el que declare su voluntad con respecto a los tratamientos y formas de actuar en el final de su vida y después de su muerte.

A partir de ahora será la incapacitación legal la que tenga que estar presente y valorar la posibilidad de pedirla y de cuándo pedirla, pues el deterioro podrá ralentizarse o, incluso, estacionarse durante un tiempo, pero no mejorará.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

  • blog.fpmaragall.org/escala-fast
  • Díaz-Madomingo, M.C., García-Herranz, S., Peraita-Andrados, H. Detección precoz del deterioro leve y conversión a la enfermedad de Alzheimer: un estudio longitudinal de casos. Madrid. (2010). Revista Psicogeriatría 2010; 2 (2). Viguera Editores.
  • Deus Yela, J; Deví Bastida, J.; Sáinz Pelayo, M. P. (2018). Neurología de la enfermedad de Alzheimer. Madrid: Editorial Síntesis.
  • Herández-Lahoz, C., López-Pousa, S. (2016). Alzheimer. Guía práctica para conocer, comprender y convivir con la enfermedad. Oviedo: Ediciones Nobel.
  • Valls-Pedret, Cinta; Minuevo, José Lui; Rami, Lorena. Diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer: fase prodrómica y preclínica (2010). Barcelona. Revista Neurol 2010; 51 (8).
  • Vila Miravent, J. (2011). Guía práctica para entender los comportamientos de los enfermos de Alzheimer. Barcelona: Ediciones Octaedro.

 

María Congost y Miguel Ángel Maroto- Herramientas prácticas para cuidadores: convivencia en casa.

 

Presenciar la demencia de un padre, madre o compañero de vida es una de las situaciones más duras que podemos vivir como adultos.

De repente, esa persona fuerte y capaz se vuelve vulnerable y empieza a hacer cosas raras: comienza a perder la memoria o se pierde en el vecindario.

Nos preguntaremos cómo va a evolucionar nuestro ser querido, nos enfadaremos cuando diga cosas inapropiadas pero, ante todo, nos dará una pena terrible que no nos reconozca a nosotros, o a sus nietos… y que deje de ser la persona que era.

Como cuidadores, una de las situaciones con las que tenemos que lidiar cada día son los problemas conductuales. Aunque son consecuencias habituales de las demencias se las suele relacionar menos con ellas que la pérdida de memoria, por ejemplo.

Como vamos a ver, entre los problemas conductuales están la agitación, la agresividad (verbal y física), la apatía o incluso síntomas psicóticos (como oír voces o ver imágenes irreales).

EJEMPLOS DE PROBLEMAS DE CONDUCTA:

  • Pilar habla mucho, se está todo el día moviendo y cogiendo todo lo que tiene delante.
  • Margarita sigue a su marido constantemente por la casa y, además, oye voces.
  • Miguel ve unos muñequitos siempre antes de dormir.
  • Sandra no se quiere levantar de la cama o se pasa la vida mirando a la pared.
  • Y Paco, que antes era un amor de persona, ahora a la mínima se enfada, tira cosas y responde fatal.

Todas estas conductas son compañeras no deseadas del proceso de demencia.

 

¿POR QUÉ SE COMPORTAN ASÍ?, ¿POR QUÉ TIENEN ESTAS CONDUCTAS?

Hay diversos factores.

A. FACTORES DE LOS CUIDADORES.

  1. Formas inadecuadas de comunicación con el enfermo:
    • Hablar demasiado alto.
    • Repetir las cosas demasiadas veces.
    • Hablarles como si fueran niños.
    • Quejarse de que antes hacían una tarea perfectamente y ya no saben hacerla.
    • Reñirles por mancharse, etc.

Esas críticas, aunque son comprensibles por la situación de presión del cuidador, pueden incrementar la aparición de problemas de conducta en el paciente.

  1. Distrés (estrés negativo) debido a problemas de salud en el cuidador; motivados por la preocupación respecto a la enfermedad o por una pobre calidad en la relación con el paciente.
  2. Prisa, rutinas poco predecibles: seguir el adagio “vísteme despacio que tengo prisa”.
  3. Altas expectativas: es normal mancharse, que se les olviden las cosas, que sientan miedo… pero hay que intentar darles la máxima autonomía porque favorece su autoestima.

LA IMPORTANCIA DE DAR AUTONOMÍA

¿Qué ocurre si no damos autonomía al enfermo? Que se genera una discapacidad aún mayor.

El exceso de sobreprotección implica que nuestro familiar sea más dependiente, es decir, aunque es capaz de hacer más cosas no las hace porque no le dejamos.

  • Por ejemplo, si se le cae la comida y desde entonces nosotros le damos de comer difícilmente volverá a comer solo aunque aún pueda.
  • Si al vestirse, le cuesta elegir lo que ponerse y se lo elegimos nosotros, no volverá a hacerlo solo. ¿Cómo podemos ayudarle? Por ejemplo, facilitándoselo dándole a elegir entre sólo dos opciones diferentes: escoger entre los zapatos negros o los marrones.

 


B. FACTORES DEL AMBIENTE.

  • Desorden, demasiadas cosas en la casa: muchas fotos, muchos cuadros, muchas figuritas, muchas alfombras que hacen difícil transitar.
  • Nivel de ruido: mucha gente preguntando, exigiendo, pedirle cosas demasiado complejas.
  • Demasiado calor o frío en la casa.
  • Mucho o poco estímulo: el ejemplo más típico de una persona poco estimulada es la que pasa el día viendo la tele.

 

C. FACTORES DEL ENFERMO.

Puede haber elementos que favorezcan las conductas inadecuadas:

  1. Dolor físico.
  2. Problemas de sueño.
  3. Nutrición inadecuada.
  4. Padecer otras enfermedades.
  5. Disfunción ejecutiva.
  6. Problemas de sueño.
  7. Deshidratación (se les olvida beber).
  8. Falta de actividad mental y física.
  9. Riesgo de caídas, con las delicadas consecuencias para una persona en estas condiciones.
  10. Miedo, sensación de pérdida de control y de significado vital.

 

¿PUEDO PREVENIR ESTAS CONDUCTAS?

Para los cuidadores es importante reflexionar cuándo y cómo ocurren estas conductas indeseadas.

  1. ¿Cuál es la conducta? Describe la forma de comportarse.
  2. ¿Cuándo ocurre esa conducta?
  3. ¿Es en un sitio en concreto?
  4. ¿Puedes reconocer algún patrón repetitivo? Si aparece en algún momento concreto del día, por ejemplo si ocurre durante las comidas, al ponerse la ropa, al asearse, etc.
  5. ¿Con quién estaba el enfermo y cómo reaccionó?
  6. ¿Qué ocurrió justo antes de que apareciese el comportamiento problemático?
  7. ¿Dónde estabas?, ¿estabas con él o estaba otra persona?
  8. ¿Había algún tipo de estimulación? La televisión, mucho ruido, gente…
  9. ¿Por qué te hace sentirte mal o triste lo ocurrido?
  10. ¿Cómo te gustaría que cambiase la conducta?
  11. ¿Cómo considerarías que se ha solucionado el problema?, ¿es realista?

De lo que se trata, en suma, es de:

  • Conocer qué sucede antes de la conducta: estímulos molestos u amenazantes, poca estimulación, tareas demasiado complejas, necesidades no cubiertas, desorientación, alteración de las rutinas, dolores, molestias…,
  • Qué conducta ocurre.
  • Qué sucede después de ésta (le damos atención, le hemos premiado…)

 

PLAN PARA CUIDADORES

1. ESTABLECE RUTINAS

Organicemos la jornada con rutinas predecibles, con todos los días similares y actividades programadas sencillas.

Mañana:

  • Hagamos las actividades más movidas en el centro del día, no por la tarde o noche.  Nos podemos ayudar de calendarios y horarios diarios, para que lo puedan consultar y no tengan que preguntar qué toca.
  • Por las mañanas las personas con demencia suelen experimentar niveles de estrés bajos. Si no se gestionar de una forma adecuada, el estrés puede ir acumulándose a lo largo del día.
  • Si se supera un determinado umbral de estrés, de modo que la persona ya no lo controla, es más frecuente que aparezcan comportamientos problemáticos (agitación, ira o llanto).

Tarde y noche.

Dejemos las tareas más tranquilas y relajantes para esas horas, para ir preparándole para el descanso.

  • Podemos establecer una rutina de sueño.
  • Nada de café por la tarde.
  • Nada de siestas largas.
  • Hagamos actividades tranquilas: poner música tranquila, cenar pronto, etc.

2. MANTÉN UN AMBIENTE TRANQUILO

Según avanza la demencia, la persona que la sufre es cada vez menos capaz de manejar el estrés.

  • Algo que inicialmente puede no molestarle (por ejemplo, dos personas hablando a la vez, situación de cansancio o fatiga, ruidos, etc.) se convierte en una amenaza para él, así que habrá que reducir estas situaciones.
  • Deberemos mover elementos peligrosos, que se puedan romper o que le sobreestimulen (por ejemplo, quitar las cosas de colores demasiado llamativos o que le alteren). Dejar un ambiente lo más sencillo posible es lo más deseable.
  • Podemos poner etiquetas a los armarios y cajones con su contenido: tazas, platos, cosas del desayuno, pantalones, camisetas… y quitar todo aquello que no sea necesario y así reducir la confusión.
  • Si hemos identificado situaciones estresantes vamos a evitarlas:
    • Si no le gusta una colonia, no la usemos.
    • Si no le gusta ducharse por la noche, hagámoslo mejor por la mañana.
    • Si la sopa se le cae, podemos optar por texturas más sólidas como el puré, por ejemplo.

IDEAS DE ACTIVIDADES POSITIVAS Y CON BUENOS RESULTADOS.

¿QUÉ LE GUSTA HACER?

Al planificar actividades para una persona con demencia hay que centrarse en la persona, la actividad, el enfoque y el lugar.

  • Hay que considerar las habilidades y capacidades de la persona. Piensa en optar por las actividades que la persona siempre ha disfrutado, adaptándolas, según sea necesario, para que coincida con las capacidades actuales de la persona.
  • Hay que prestar especial atención a aquello con lo que disfruta la persona actualmente.
  • Hay que ser consciente de los problemas físicos. ¿Él o ella se cansa rápidamente o tiene dificultades para ver, escuchar o realizar movimientos simples? Si es así, es posible que desee evitar ciertas actividades.

 

QUE SEA PARTE DE LA FAMILIA Y SE SIENTA VALIOSO.

Es importante la participación en la vida diaria.

Las actividades que ayudan al individuo a sentirse como una parte valiosa de la familia, como poner la mesa, limpiar encimeras o vaciar los cestos de basura, pueden proporcionar una sensación de éxito y logro.

Hay que pensar qué es lo que puede hacer o qué le apetece hacer:

  • Por ejemplo, para poner la mesa, si no llega a los armarios se le puede dejar la vajilla en una superficie segura y que se ocupe de llevarla a la mesa e intente colocarlos en su sitio, aunque no lo haga perfecto.
  • Puede limpiar cristales grandes habiéndole dejado el material preparado y una muestra de los pasos que hay que hacer.
  • Es posible que le guste regar las plantas u organizar libros por colores en la estantería.
  • Puede disfrutar con actividades relacionadas con su antigua vida laboral.
    • Un ex empleado de oficina puede disfrutar actividades que involucren la organización, como hacer una lista de la compra.
    • Un agricultor o jardinero puede disfrutar trabajando en jardinería, podando plantas, quitando hojas muertas, abonando…

  • Busque sus favoritos:
    • La persona que siempre disfrutaba de beber café y de leer el periódico aún puede encontrar estas actividades agradables, incluso si él o ella ya no es capaz de entender completamente lo que dice el periódico.
    • Ojo: cuidado que no se estrese con las noticias, pero por ejemplo, siempre puede mirar las páginas culturales, de ciencia o de deporte.
  • Cambia las actividades según sea necesario. Trata de ser flexible y de reconocer los cambios de intereses y habilidades de la persona.

 

JUEGOS

Quizá sea interesante para él o ella jugar a las cartas, al dominó, a la oca, al parchís o hacer fichas de estimulación cognitiva para mantener las facultades. Otras actividades pueden ser:

  • Podemos enseñarle una carta de una baraja, repetírsela varias veces, describirla o que nos la describan y luego esconderla en la baraja. Nuestro mayor deberá está atento y decirnos cuándo ve la carta mientras le enseñamos las cartas una a una.
  • Podemos pedirle que busque cosas en el salón donde esté sentado, comenzando por las letras del abecedario, por ejemplo: aparador, balda, cortina… Le podemos ayudar si vemos que se bloquea con una descripción del objeto, de dónde se encuentra o de cómo suena fonéticamente.
  • Podemos proponerle juegos de palmadas: que cuando des una palmada, él de dos, cuando des dos el de 1 y cuando des tres no haga nada (si es muy complejo, simplificar haciendo sólo dos consignas).

ACTIVIDAD FÍSICA LIGERA

Seguro que hay actividades que le gustan según sus habilidades:

  • Jugar al baloncesto con una bola de papel y una papelera, luego levantarse a cogerla y así cansarse físicamente.
  • Intentar meter gol poniendo un par de objetos que nos sirvan de portería con algo que no pueda dañar nuestra casa (pelota blanda, bola de papel).
  • Recoger cosas y de paso pasearse por la casa.

MÁS IDEAS…

  • Pintar con acuarela.
    • Hacer puzzles.
    • Hacer alguna actividad de marquetería sencilla.
    • Manualidades…

¿Y SI MI FAMILIAR YA NO PUEDE HACER ESTAS COSAS?

En este punto de la enfermedad, el mundo se experimenta  fundamentalmente a través de los sentidos: tacto, el oído, la vista, el gusto y el olfato. Por ejemplo, se puede intentar:

  • Poner su música favorita.
  • Leer fragmentos de libros que sean significativos para la persona.
  • Mirar fotos antiguas juntos.
  • Preparar su comida favorita.
  • Frotarle la piel con una crema con su esencia favorita.
  • Cepillarle el cabello.
  • Que vea cosas que le emocionaban ya sea fútbol, cuadros, fotos de los nietos, etc.
  • Sentarse juntos en la terraza o cerca de una ventana en un día bonito.

 

¿QUÉ VAS A LOGRAR CON ESTAS ACTIVIDADES?

  • Dar significado, propósito, alegría y esperanza a la vida de la persona.
  • Aprovechar las habilidades y capacidades de la persona.
  • Dar a la persona una sensación de normalidad.
  • Involucrar a la familia y a los amigos
  • Son dignas y apropiadas para adultos.
  • Se centran en el proceso de aprendizaje y disfrute, no en el resultado final.

DIEZ PRINCIPIOS A TENER EN CUENTA.

Una de las terapias principales para el trabajo con personas con demencia es la terapia de la validación, elaborada por Naomi Feil (1993).  Entre los principios de esta terapia hay que destacar que:

  1. Todas las personas son únicas y deben ser tratadas como individuales.
  2. Todas las personas tienen su valor, sin importar lo desorientadas que estén.
  3. Hay una razón detrás de cada comportamiento.
  4. La conducta no es una mera función de cambios anatómicos en el cerebro. Refleja una combinación de cambios físicos, sociales y psicológicos que tienen lugar a lo largo del ciclo vital.
  5. Las personas mayores no pueden ser forzadas a cambiar sus conductas. Solo las cambiarán si ellas mismas quieren cambiarlas.
  6. Las personas mayores deben ser aceptadas sin ser juzgadas.
  7. Cuando la memoria reciente falla, se trata de balancear la vida recuperando memorias antiguas. Cuando falla la vista, se usa la mente para ver. Si falla el oído, se escuchan sonidos del pasado.
  8. Los sentimientos dolorosos que son expresados, reconocidos y validados por un oyente de confianza disminuirán.
  9. Los sentimientos dolorosos ignorados o suprimidos ganarán fuerza.
  10. La empatía crea confianza, reduce la ansiedad y restaura la dignidad

¿Y NOSOTROS? ¿Y LOS CUIDADORES?

Ahora bien, no sólo hemos de lidiar con los problemas conductuales de nuestros seres queridos, sino también con los nuestros propios, pues vamos a sentir pena, rabia, frustración…

Eso también es normal, recuerda, esos pensamientos negativos son normales, no seas tan exigente contigo mismo.

Preocuparse también entra dentro de lo normal, pero demasiada preocupación nos puede llevar a sufrir ansiedad (ver artículo en este mismo blog).

Hay cosas que podemos controlar y cosas que no, así que centrémonos en lo que podemos hacer, en el día a día, qué vamos a hacer para comer, qué película me apetece ver, qué libro leo, a quién llamo para oír a otros y sentirlos cerca, etc.

Puedes optar por actividades relajantes y que te gusten; cuidarse es la mejor manera de cuidar a otros. Hay que llenar el vaso para poderlo ofrecer a otros.

Así que pide ayuda, haz ejercicio, oye música, lee; lo que más te guste.

Así conseguirás hablar calmado y seguro, que es muy necesario para no incrementar las conductas indeseadas.

BIBLIOGRAFÍA

Burgio, L. D. et al. (2001). Come talk with me: improving communication between nursing assistants and nursing home residents during care routines. The Gerontologist, 41, pp. 449-460.

Brodaty, H., Connors, M. H., Xu, J., Woodward, M., Ames, D. y PRIME study group. (2015). The course of neuropsychiatric symptoms in dementia: a 3-year longitudinal study. Journal of the American Medical Directors Association, 16, pp. 380-387.

Cohen-Mansfield J. (2001). Nonpharmacologic interventions for inappropriate behaviors in dementia: a review, summary, and critique. American Journal of Geriatric Psychiatry, 9, pp. 361-381.

Feil, N. (1993). The Validation breakthrough: simple techniques for communicating with people with “Alzheimer’s type dementia”. Baltimore: Health Professions Press.

Gallagher-Thompson, D., Tzuang, Y.M., Au, A., Brodaty, H., Charlesworth, G., Gupta, R., Lee, S.E., Losada, A., Shyu, Y-I (2012) International Perspectives on Nonpharmacological Best Practices for Dementia Family Caregivers: A Review, Clinical Gerontologist, 35:4, 316-355, DOI: 1080/07317115.2012.678190

Gitlin, L. N., Kales, H. C., & Lyketsos, C. G. (2012). Nonpharmacologic management of behavioral symptoms in dementia. JAMA, 308(19), 2020–2029. https://doi.org/10.1001/jama.2012.36918

IMSERSO (2005). Cuidado a las personas mayores en los hogares españoles. Madrid: IMSERSO.

James, I. (2014). The use of CBT for behaviours that challenge in dementia. En N. Pachana y K. Laidlaw, (Eds.), The Oxford Handbook of Clinical Geropsychology. Oxford: Oxford.

Kales, H. C., Gitlin, L. N. y Lyketsos, C. G. (2015). Assessment and management of behavioral and psychological symptoms of dementia. BMJ, 350. doi: http://dx.doi.org/10.1136/bmj.h369

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Montorio, I. y Losada, A. (2004). Una visión psicosocial de la dependencia. Desafiando la perspectiva tradicional. Boletín sobre el envejecimiento: Perfiles y Tendencias, 13. Recuperado de:

http://www.imserso.es/InterPresent1/groups/imserso/documents/binario/boletinopm13.pdf

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https://www.alz.org/ayuda-y-apoyo/cuidado/actividades

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Rodríguez-Pérez, M., Abreu-Sánchez, A., Rojas-Ocaña, M. J., & del-Pino-Casado, R. (2017). Coping strategies and quality of life in caregivers of dependent elderly relatives. Health and Quality of Life Outcomes, 15(1), 1–9. https://doi.org/10.1186/s12955-017-0634-8

 

 

Génesis Riera Charlot y Miguel Ángel Maroto Serrano – Los mayores y las nuevas tecnologías.

 

EL ABUELO NO QUIERE UN SMARTPHONE

¿Te has preguntado por qué tus familiares mayores a veces no quieren saber nada de la tecnología?

El rechazo hacia las tarjetas de crédito, los móviles, internet… ¿será que no los entienden con la misma facilidad los jóvenes? o, ¿se debe a otra razón?

En este artículo queremos transmitirte dos ideas:

  1. Razones para que puedas comprender su comportamiento.
  2. Por qué es importante incluir a los mayores en los avances de la tecnología.

TÓPICO 1: “LA GENTE MAYOR NO PUEDE APRENDER NUEVAS HABILIDADES”

Es una frase bastante común en la sociedad actual y, sin embargo, no describe la realidad tal cual es: contrariamente a los estigmas asociados a la vejez las capacidades funcionales no se ven considerablemente afectadas con el paso de los años.

Nuestra plasticidad cerebral sufre una pérdida visible en su habilidad para aprender, pero sólo a partir de los 80 años (Levy, B. R., Zonderman, A. B., Slade, M. D., & Ferrucci, L., 2009).

Dicho de otro modo, no perdemos la capacidad de aprender, sólo nos cuesta un poco más.

 

 TÓPICO 2: “NO LO ENTIENDO” O “ESTOY MUY VIEJO PARA ELLO”

Es normal cierta animosidad por su parte en contra de la tecnología. Es algo que los mayores perciben como extraño y ajeno a ellos en muchos casos.

Sin embargo, ¿sabías que los mayores que manejan la tecnología o se sienten cómodos con ella tienen un nivel de autoestima por encima del promedio? (Caradonna, 2017).

 

REFLEXIONEMOS… ¿QUÉ SUCEDE CUANDO NOS TOMAMOS EL TIEMPO DE ENSEÑARLES?

La paciencia y un ambiente educacional sano son de gran ayuda para enseñar nuevas tecnologías a las personas mayores.

Veamos un ejemplo sencillo: un estudio hecho durante el proceso de aprendizaje de Microsoft Word en mayores:

  • Un equipo realizó este análisis, concluyendo que todos los mayores sentían interés por aprender a utilizar el ratón y el teclado.
  • Los participantes se asombraban al ver el texto hecho por ellos mismos.
  • Se sintieron capaces de aprender y esto contribuyó al mantenimiento de los procesos cognitivos en su cerebro.
  • La interacción alumno-mentor y alumno-alumno les gustaba: los hacía sentir animados y felices.

*Estudio realizado por Aldana González, García Gómez, & Jacobo Mata, 2012.

Si indagamos en profundidad, encontraremos numerosos estudios donde se habla del uso de actividades, como talleres de memoria para el mantenimiento de los procesos cognitivos, por lo que, ¿por qué no utilizar las nuevas tecnologías como otra actividad para estimularles?

¿QUÉ TECNOLOGÍAS PODEMOS UTILIZAR PARA MEJORAR LA VIDA DE LOS ADULTOS CON DETERIORO COGNITIVO?

Veamos algunos ejemplos prácticos:

  1. GRADIOR: software de rehabilitación que ofrece ejercicios para la mejora de la memoria, la percepción y la atención a través de tratamientos personalizados, actividades y sesiones individuales (IDES, 2014).
  2. HEALTHY HOME: aquí englobamos aplicaciones como iHome, Alexa y restantes apps dedicadas a este propósito. Ayudan al adulto mayor a aumentar la comodidad y el confort de su hogar al permitirle controlar las luces, persianas, calefacción, cocina, etc. desde un teléfono inteligente u otro dispositivo. Esto le da mayor libertad para realizar tareas por sí mismo y evitar accidentes como “tal vez me he dejado la cocina encendida” (Martín, Bueno Aguado, Díaz Bravo, & García, 2000).
  3. Aplicaciones que permiten planificar las actividades diarias, tomar notas, etc. (Martín, Bueno Aguado, Díaz Bravo, & García, 2000).
  4. Smartbrain, Neuroup, Imentia … y muchas otras apps  son un aliado para una estimulación adecuada, eso sí, siempre ayudados por un monitor o familiar.

Es importante tener en cuenta que, en ningún caso, estas herramientas deben sustituir a una rutina diaria de ejercicios diseñados para el mantenimiento cognitivo, y a la interacción social de la que disfrutan en espacios como AHORACENTROS.

 

 

¿Y LAS REDES SOCIALES?

El aprendizaje y uso recurrente de las redes sociales es favorable para mantener el contacto con personas con las que han compartido etapas en su vida, fomentando al mismo tiempo el mantenimiento de su red social y siendo propulsoras de nuevas amistades (Pérez García, y otros, 2019).

 

EN CONCLUSIÓN…

La comprensión del funcionamiento de las nuevas tecnologías requiere de práctica y ejercicio constante para nuestros mayores, pero una vez afianzado el conocimiento, se convierten en herramientas favorables para su vida diaria, evitando el retraimiento y la desconexión social (Pérez García, y otros, 2019).

 

BIBLIOGRAFÍA

Aldana González, G., García Gómez, L., & Jacobo Mata, A. (2012). Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) como alternativa para la estimulación de los procesos cognitivos en la vejez. CPU-e, 153-166.

Caradonna, G. (2017). El más allá de los 65 y los mass media: jóvenes, ancianos y uso de las nuevas tecnologías. (Tesis doctoral). Universidad de Extremadura. Extremadura.

IDES. (2014). GRADIOR es un software para la estimulación cognitiva, evaluación y rehabilitación psicológica. Obtenido de IDES: Innovación social & tecnologías asistenciales: https://ides.es/gradior

Martín, F., Bueno Aguado, M. G., Díaz Bravo, Y., & García, L. (2000). Nuevas tecnologías aplicadas a la intervención psicosocial en personas mayores. Intervención psicosocial, 269-282.

Pérez García, R., Cano López, L., Llera De La Torre, A. M., Córdoba Morales, C. M., Parra Díaz, A. B., & Aibar, A. (2019). El uso de las nuevas tecnologías para evitar la soledad de las personas mayores de 80 años. Paraninfo Digital, 1-3.

 

 

Cristina Sánchez y Miguel Ángel Maroto- Tutela, internamiento y protección legal en pacientes de demencia. 

 

En el artículo de hoy continuamos acercándonos a los diferentes tipos de protección legal a que pueden acogerse los pacientes de demencia.

La incapacidad es la forma de protección legal judicial primordial a la que pueden acogerse. Está regulada en los artículos 199-214 del Código de Derecho Civil.

Sin embargo, no es la única forma. Además, hay otras figuras legales:

  • La tutela.
  • La curatela.
  • El defensor judicial.
  • La guarda de hecho.
  • El internamiento no voluntario.

LA INCAPACIDAD JUDICIAL

Existen dos clases de capacidades:

  • La capacidad jurídica: hace referencia a los derechos y obligaciones que tiene toda persona por el hecho de serlo. Esta capacidad nunca es objeto de la incapacidad judicial.
  • La capacidad de obrar: sí puede ser limitada o anulada, pero sólo mediante sentencia judicial (art. 199 Código Civil).

Esta incapacidad puede ser conveniente o necesaria para proteger al propio enfermo, incluso cuando el paciente haya previsto poderes generales preventivos y haya formalizado la autotutela.

¿Por qué? Porque ambas figuras no incapacitan al enfermo, que puede seguir realizando todo tipo de actos jurídicos válidos si no está incapacitado. Si quieres saber más, haz clic aquí. 

La incapacitación no tiene efectos retroactivos. Es decir, todos los actos que se el paciente haya realizado antes de la sentencia tendrán, en principio, validez legal, incluso aunque sean en su perjuicio.

¿Quién puede solicitar la incapacidad de una persona?

  • Los familiares cercanos: el cónyuge o asimilado, ascendientes, descendientes o hermanos.
  • Cualquier otra persona, y con más razón si es funcionario público, que conozca la situación de presunta incapacidad de otra persona podrá o deberá dirigirse al Ministerio Fiscal.

¿Cómo es el proceso de incapacitación?

La fiscalía realiza los actos pertinentes (art. 757 Ley de Enjuiciamiento Civil). El Ministerio Fiscal siempre estará presente en el proceso velando por los intereses de la persona.

El juicio es verbal, aunque si se estima necesario, puede celebrarse a puerta cerrada.

Si es la fiscalía la que ha promovido el proceso, el procesado tendrá que ser asistido por abogado y procurador.

El juez recibirá las pruebas pertinentes y podrá solicitar de oficio las que crea oportunas, contando con la participación de médicos y psicólogos forenses.

Siempre que su situación se lo permita se oirá al paciente, a los parientes más próximos y a todas las personas que el juez considere oportunas.

La sentencia, si es a favor de la incapacidad:

  1. Tendrá que especificar las limitaciones de la capacidad de obrar (es decir, si es parcial o total).
  2. Y también nombrará un tutor, para caso de incapacidad total, o un curador, si la incapacidad es parcial. Más adelante nos acercaremos a estas dos figuras.

¿Se puede modificar la incapacidad de una persona?

Sí, puede aumentar o disminuir sus límites e incluso la reintegrar la capacidad a la persona cuando sobrevengan nuevas circunstancias.

En el caso del enfermo de Alzheimer se debe pensar que nunca se recuperarán facultades perdidas y sólo, si la sentencia fue una incapacitación parcial, se podría modificar para aumentar la incapacidad o convertirla en incapacidad total.

LA TUTELA

El tutor es nombrado por el juez en la sentencia de incapacidad, como mencionábamos en el apartado anterior.

¿A quién se elige para ser el tutor?

  • Normalmente es el cuidador principal en los casos de Alzheimer, pero no siempre es así.
  • Lo más frecuente es que sea una persona física, aunque el juez puede decidir que sean varias personas. A la hora de tomar decisiones deberán actuar conforme a lo que decidan la mayoría de los miembros.
  • También es posible que el cargo de tutor recaiga en una persona jurídica que no tenga finalidad lucrativa.

¿Y si la persona ha elegido ya a su tutor?

A veces, la persona cuenta con un documento de autotutela.

¿Qué quiere decir esto? Que cuando aún podía hacerlo decidió elegir por sí mismo quién sería su tutor. Si es así, el juez deberá seguir su voluntad.

¿Puede el juez elegir un tutor diferente al que ya elegió el interesado?

Sí, pero sólo lo podrá hacer si por motivos justificados ve que esa persona no es apta para esa responsabilidad.

También puede cambiar al tutor que él mismo pusiera en la sentencia de incapacitación. Esto puede ocurrir, por ejemplo, si el tutor está haciendo un mal uso del cargo o si ya no es la persona idónea otro motivo, por ejemplo, por falta de salud.

¿Qué puede hacer el tutor?, ¿qué facultades tiene?

Tiene, normalmente, plenas facultades respecto al incapacitado, pero habrá que estar a lo que dictamine la sentencia.

En todo caso, siempre determinados actos de mayor importancia, ya sea económica o personal, deben ser supervisados y autorizados judicialmente, como es el caso del internamiento, del que hablaremos después.

Hay actos que nunca podrá realizar el tutor, como dictar testamento o casarse en lugar del incapacitado, por ser un acto que el derecho lo tiene como “personalísimo” y, por tanto, indelegable.

Referencias:

La guarda y protección de la persona y bienes o solamente de la persona o de los bienes de los menores o incapacitados se realizará, en los casos que proceda, mediante: la tutela, la curatela y el defensor judicial” (art. 215 Código Civil).  La figura del tutor está extensamente regulada en los artículos 222-285 del Código Civil.

LA CURATELA

El Código Civil, en su artículo 287 dice que “procede la curatela para las personas a quienes la sentencia de incapacitación o, en su caso, la resolución judicial que la modifique coloquen bajo esta forma de protección en atención a su grado de discernimiento”.

El curador será el representante legal del incapacitado en los actos, y solo en los actos, en los que esté incapacitado.

En estos casos siempre estamos hablando de incapacitación no total.

En lo demás, se puede decir que sigue la normativa esencial de los tutores (nombramiento, modificación, remoción…)

 

EL DEFENSOR JUDICIAL

Esta figura está desarrollada en los artículos 299-302 del Código Civil.

Es la figura que puede activar el juez para la salvaguarda de los intereses del presunto incapacitado o del incapacitado por sentencia.

Es temporal:

  • Se usa durante el tiempo que dura el proceso judicial de incapacitación si el juez cree que los intereses del enfermo pueden correr peligro.
  • Cuando el juez aprecia que puede haber un mal uso, por negligencia o de forma maliciosa, de la tutela o de la curatela.

Durante el tiempo que se tarde en sustanciar las averiguaciones o los nuevos nombramientos de tutor o curado.

 

EL GUARDADOR DE HECHO

En realidad el Código no da una definición del guarda de hecho, pero habla de él en los artículos 303 y siguientes.

Es la persona que, sin existir acto legal ni sentencia judicial, cuida del supuestamente incapaz y realiza las actuaciones propias de un tutor. Es una realidad, que en la práctica, se da muchas veces.

Lo que dice la ley es que el juez, cuando tenga noticia de la existencia de un guarda de hecho, le pedirá cuenta de sus actuaciones y promoverá las actuaciones pertinentes, entre las que puede estar, la de dotarle de facultades tutelares.

En realidad, sería regularizar la situación de hecho.

Los actos realizados por el guardador, si han sido en beneficio del guardado, tendrán plena validez (art. 304 Código Civil).

INTERNAMIENTO INVOLUNTARIO POR RAZÓN DE TRASTORNO PSIQUIÁTRICO.

Este es un tema especialmente sensible, pues estamos hablando de los casos en los que, en contra de la voluntad del incapacitado, se le quiere internar en una residencia geriátrica para su cuidado.

Las razones pueden ser muy diversas: desde la imposibilidad de cuidarle adecuadamente por la familia o cuidador principal, por enfermedad de éste, por ejemplo, o por simple desafección.

Obviamente el internamiento involuntario está recogido por nuestras leyes como una posibilidad bien conocida. En el Código Penal, muchas penas llevan consigo la privación de libertad y el internamiento.

El código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil se tratan los internamientos no voluntarios por razones “psiquiátricas”. Y aquí viene el posible problema semántico. Veamos: la enfermedad de Alzheimer no se considera una enfermedad psiquiátrica, sino neurológica. Tradicionalmente se habla de:

  • Enfermedades psiquiátricas: son las que afectan a las funciones de la mente.
  • Enfermedades neurológicas: afectan al órgano de la mente, el cerebro.

La relación entre ambas y los estudios acerca de si toda enfermedad psiquiátrica deriva de una anomalía cerebral o no; o los estudios sobre la transformación o evolución de las enfermedades neurológicas en psiquiátricas, van más allá del cometido de este blog.

En lo que respecta al punto de vista legal, este punto se encuentra desarrollado en el artículo 763 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Salvada la cuestión semántica (que tiene su importancia), el artículo dice que siempre se realizará con autorización judicial, que será, normalmente previa. Si, por razones de urgencia el internamiento ser realiza antes de la autorización judicial, se tendrá que conseguir, en el menor tiempo posible (como máximo 24 horas), la autorización posterior por medio de la ratificación judicial del internamiento.

La ley, hablando de internamiento de menores, manda que ese internamiento se realice en centros adecuados a su edad (art. 763.2 Ley de Enjuiciamiento Civil). No dice nada de los ancianos, pero podríamos, por analogía, pensar que, en los casos de personas mayores, los centros geriátricos serían los más adecuados.

En todo caso, eso lo determinaría el juez, que es el que tiene la última palabra sobre los elementos del internamiento en cuestión.

“En la misma resolución que acuerde el internamiento se expresará la obligación de los facultativos que atiendan a la persona internada de informar periódicamente al tribunal sobre la necesidad de mantener la medida, sin perjuicio de los demás informes que el tribunal pueda requerir cuando lo crea pertinente” (art. 763.4 Ley de Enjuiciamiento Civil).

La información de este artículo es genérica. Aconsejamos consultar con profesionales del derecho especializados en esta rama.

¿Quieres saber más? Haz clic aquí.

BIBLIOGRAFÍA

-Deus Yela, J; Deví Bastida, J.; Sáinz Pelayo, M. P. (2018). Neurología de la enfermedad de Alzheimer. Madrid: Editorial Síntesis.

-Código de Derecho Civil. Decreto 1836/1974, de 31 de mayo. BOE-A-1974-1083.

-Herández-Lahoz, C., López-Pousa, S. (2016). Alzheimer. Guía práctica para conocer, comprender y convivir con la enfermedad. Oviedo: Ediciones Nobel.

-Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil. BOE núm.7, de 8 de enero de 2000.